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lunes, 29 de abril de 2013

El regreso

Se acabó el fin de semana. Un fin de semana largo, soleado, hermoso... Llega el momento de hacer las maletas y preparar la vuelta, un rito que ya empieza a ser mecánico, casi rutinario. Liberada la mente de la trepidación hispana, ese andar corriendo siempre, de lo que uno no se da cuenta hasta que pasa un fin de semana lento; el cuerpo y el alma ya están dispuestos para un nuevo asalto. Asalto, digo... batalla más bien, aunque no conviene precipitar la agresividad belicosa del lenguaje, que las guerras nunca tardan.

La primera empieza con el tráfico. Acostumbrada a pasear despacio, sin precipitaciones innecesarias, contagiada por la placidez del campo, sin llegar tarde a ningún sitio. Tampoco temprano.

Conducía hacia el despacho esta mañana con el pesar del lunes cuando tuve que escuchar los bocinazos que no tratan de avisar de ningún peligro, que son como un sustituto eficaz, sonoro, de la garganta y el enfado histérico de un conductor indignado por cualquier nimiedad. Para ver gestos desmesurados, como cosa del fin del mundo, por cualquier error insignificante del vehículo que precede. Para ver a un tipo alocado que me pasa como una bala y al que me encuentro poco después parado en un semáforo.

¿Guerra o teatro?

jueves, 25 de abril de 2013

Lucha antiterrorista


Se ha detenido a uno de los terroristas de Boston. El otro, su hermano mayor, murió en un enfrentamiento con la policía. Canadá ha abortado un atentado y España ha detenido a dos denominados "lobos solitarios".

Hoy podemos leer en los medios acerca del viaje a Rusia de uno de los Tsarnaev y hace días al padre diciendo que los servicios deseguridad americanos les habían tendido una trampa.

Mi reflexión es la siguiente; cuando ha terminado el partido todo son hechos consumados y reconstrucciones de presente hacia pasado. Todo aparece claro. Pero supongo que hace dos años parar en un aeropuerto a una persona por coger un avión a Rusia no era algo tan evidente. Se incluyó a Tamerlan en una lista de seguimiento, pero no se le podía considerar una amenaza. Las agencias de seguridad juegan con lo que tienen, aciertan (Canadá o España hace dos días) y la noticia no ocupa más que medio día en la web de un periódico o llevan a cabo un atentado y todos jugamos a ser Sherlock.

Hay pasos intermedios que considero complicados en lucha antiterrorista. Especialmente con lo que se ha dado en llamar "lobos solitarios" o elementos que, creyendo defender una ideología, una religión o simplemente odiando al de enfrente, compran el Anarchist Cookbook, rodamientos, químicos y dos ollas express y son capaces de matar.

lunes, 22 de abril de 2013

El cuco se atrasa

Bien entrado Abril y todavía no he escuchado el canto del cuco, lo que me tiene algo desconcertada pues, a estas alturas, ya debería andar por aquí. Este fin de semana le he preguntado a algunos vecinos y todos coinciden en que aún no llegó; incluso uno de ellos me aseguró que cuando él era un niño, los viejos de entonces decían que estos atrasos eran la señal de que el verano también se iba a retrasar. En su opinión personal toda anda tan revuelto, sobre todo las cosas relacionadas con el clima, que no le extrañaría que eso afectase tanto a la vida de la gente como a las costumbres de los pájaros.

El cuco goza de mala fama, pues es bien sabido que pone los huevos en nido ajeno. Una vez incluso llegué a escuchar que el pájaro tiene aspecto de cura italiano, concretamente florentino, lo que significa que es inteligente y pecador. La verdad es que un poco cara de sinvergüenza tiene, las cosas como son. No obstante, a mí me gusta más observarlo a través de la leyenda piadosa, propia de Galicia, que considera que si la hembra del cuco no atiende sus huevos es porque no tiene el calor suficiente en el pecho para lograr una incubación satisfactoria.

Pues eso. Ya está bien de tanto condenar al bicho.

jueves, 18 de abril de 2013

Boston


Estaba hablando con unos compañeros del trabajo el lunes pasado y vi que entraba un correo de respuesta a otro que había enviado por la mañana a una amiga de la campaña de Brown en Boston. Dos líneas que se resumían en "todo fue bien ayer, pero ahora estamos un poco asustados con lo de la bomba".
Lo primero que me sale es contestar al correo y escribir "¿hay alguien herido?" y acto seguido a la gente que estaba conmigo pregunté ¿"Alguien sabe algo de una bomba en Boston"?

Entro en el Boston Globe y no hay acceso a la web. Entro en el NY Times y hay una noticia breve de una explosión. La prensa se mostraba cauta con la autoría, pero la meta de la maratón de Boston en el Día del Patriota... mucha coincidencia.

Pasé el resto de la noche mandando y esperando mensajes o correos. Y toda la gente que conocía estaba bien, pero no tardó alguien en comentar que uno de los heridos era amigo suyo. Hay sentimientos que en cualquier otra circunstancia pensarías que son inhumanos, pero en ese momento leer que sólo hay tres muertos ayuda mantener cierta tranquilidad.

Sea de dónde sea el terrorista que colocó la bomba, como habitualmente, intentará justificar con ideología un acto de puro sadismo entendiendo que tres le parecieron pocos. Si los terroristas no suelen conseguir lo que reivindican con sus actos, y así ha sucedido normalmente, el terrorismo no deja de ser la justificación de una forma de vida engañada con ansia de heroísmo o, en el más estúpido de los casos, una forma de llamar la atención.

Al final puedo hablar de terrorismo mil horas y escandalizarme por la barbarie y maldecir (condenar es propio de otro tipo de ciudadanos) los actos y a sus ejecutores o afirmar que una sociedad en paz es una sociedad más justa. Es más justa porque se respeta la vida ajena y la vida es lo que nos permite triunfar o fracasar siendo, en ambos casos, nosotros los que ponemos la mayor parte en ese triunfo o fracaso. Pero hay alguien que no entiende esto y quiere anterponer su triunfo a las posibilidades de los demás y entonces la sociedad no es justa. Y la sociedad no es un ente abstracto que deambula por ahí. La sociedad es lo que hacemos cada uno por el resto de nosotros.

Ahora iba a decir que si lo que aportamos es muerte pues menuda sociedad de asco, pero me lo voy a callar porque nunca es un buen momento para decir obviedades.

lunes, 15 de abril de 2013

Los escaparates de la felicidad



La felicidad que buscamos es la felicidad del dominio, que busca la plenitud e la multiplicación de todo tipo de realizaciones, que son casi siempre consumos. No es la vida de Fray Luis de León, reitrada del mundanal ruido. Es una felicidad que requiere éxito. Éxito y felicidad forman un pack que nos ponen ante los ojos. Hoy no basta ser feliz, también hay que parecerlo. La estética del bienestar forma parte del bienestar mismo. ¿Y cómo ser feliz si se está gordo, si no se puede vestir bien, o si se posee un coche desvencijado?
 Los escaparates de la felicidad nos rodean por todas partes y se han convertido en severos regidores de nuestras vidas (Bruckner)


jueves, 11 de abril de 2013

hacer bien para conseguir (y no siempre, así que imagina si no haces)

Lo que no se puede medir, no se puede seguir y lo que no se puede seguir, no sirve para nada.


En España no tenemos mucha afición por el baseball, pero el baseball tiene, aparte de mucho encanto, una “feature” que lo hace un deporte interesante más allá de lo que ocurre en el campo; las estadísticas.En este deporte hay coeficientes que te hacen un recorrido por lo que ocurre a lo largo de la presente o pasadas temporadas: coeficientes como partidos ganados, partidos perdidos, partidos en los que un jugador ha participado, veces que un jugador ha bateado en un partido (que al dividirlo por el anterior da otro coeficiente), número de carreras logradas, un coeficiente que premia los bateos valorando mejor aquellas carreras que incluyen haber pasado por más bases, otro coeficiente que mide las veces que se ha llegado a base (cualquiera), las que se ha llegado a primera base, las que se ha llegado a segunda, a tercera, los homeruns, las veces que se han robado las bases… todo esto se pone luego en relación al dinero que cuesta fichar a un jugador y da la rentabilidad del jugador, sin olvidar que el mejor momento, en media, de la vida de un jugador va de los 26 a los 31.

Escucho a los que dicen llevar estadísticas en la radio sobre el “furgol” y me hace gracia que no incluyen nada de eficiencia, sino anécdotas: "el Madrid no gana por más de dos goles vestido con la segunda equipación desde 1985" (¿¿¿???).
Y veo a profesionales que acometen enormes proyectos con el criterio de power points en fuente de tipo menor a 16 puntos y más de 15 slides basados en cosas que se basan en otras cosas basadas en algunas cosas y que ninguna de ellas deja de ser ver el viento soplando. Y entonces pienso “fracasareis, pero será otra presentación y un correo post mortem quiénes lo venderán como éxito”.

Conocí en Estados Unidos a un operativo político que había perdido en 6 campañas electorales y diré que nunca tuvo entre manos ninguna sencilla; ni de las que perdió ni de las que ganó. Jim, que así se llama, sabía perfectamente por qué se había perdido cada una de las 6 y nunca se protegió en culpas ajenas ni en la estructura mayor. Sabía, porque lo había medido y evaluado, dónde estaba el punto débil de su campaña. Lo demás ya era tocar de forma efectiva la tecla adecuada para llegar al votante. Nunca le vi una presentación de más de 10 páginas. Jim era una persona que hacía mucho, hacía con criterio y, por tanto, conseguía cosas, aunque las sacara de una derrota.

Hoy quiero defender a estos por contra de aquellos que creen que hacen mucho llenando slides o aturullando con datos vacíos y, en realidad, ni hacen ni consiguen.

lunes, 8 de abril de 2013

El cerebro habla

Y dijo Ramón y Cajal:

"En la vejez no deben preocupar las arrugas del rostro, sino las del cerebro"

Y digo yo que si en la mirada joven advertimos fuego, en la anciana yo veo luz.

jueves, 4 de abril de 2013

mi lista para empezar a mejorar

Creo que ya he comentado que lo de Bárcenas o Urdangarín o Torres o los ERE... son casos de mentalidad española (no la ética más reconocida a nivel internacional), que incluyen el triángulo del fraude y especialmente en sus factores de oportunidad y posibilidad de racionalizar el comportamiento, además de ese tema tan tan español de creer que eres más listo que los demás e ir a demostrarlo por la vía rápida.

Si Fromm tenía razón y las sociedades de tradición católica son más tendentes a la falta por ser más misericordes con ella, entonces dos grandes errores de la historia española fueron expulsar a los judíos y no aceptar a los luteranos.

Así que hoy voy a dar los primeros apuntes de una lista con el fin de que cada uno pueda incorporar alguno de sus elementos a sus vidas. No son para superHéroes, ya verán, y me baso en la creencia de que si haces cosas justas de forma consciente, acabarás siendo más justo de forma inconsciente y en que, como en el fondo físico, siempre hay margen para mejorar.

La lista empieza así, sírvanse de completarla:

No te detengas en un cruce; es lo que principalmente genera atascos al impedir que la gente que viene por los lados siga su camino (no hablo sólo de tráfico, que también)
  • Cumple la regla anterior y sé muy celoso cerca de los hospitales o de las estaciones de bomberos. No tiene pérdida; el suelo está pintado con una red amarilla
Usa los intermitentes en las rotondas, tanto para señalar por dónde no sales como para indicar tu próxima salida.

Elimina el acto reflejo de tocar el claxon si el semáforo está en verde. Hay más gente en la calle que el coche de delante. De hecho no vuelvas a tocar el claxon si no es muy, muy, muy necesario (y no, no lo es ni el 90% de las veces que quieres creer).

Respeta los pasos de peatones (por cierto, luz ambar con muñequito en verde implica mirar si alguien está cruzando, no es para que el peatón se ande con cuidado)

No usar absolutos (el mejor restaurante, el mejor vino, la mejor moto...), normalmente no se cumplen porque todo tiene distintos aspectos (materia prima, servicio, precio... por ejemplo) y nunca puntuan igual.

No critiques si crees que alguien es una amenaza. Haz por ser tú su amenaza (a nivel de competencias, claro... no saquemos las cosas de quicio)

No pases gastos personales como gastos de empresa ni, si eres empresario, cojas facturas no relacionadas con tu actividad profesional para desgravar.
  • Relacionado con esto, respeta los impuestos. Los impuestos son, como decía Wendell Holmes, el precio que se paga por vivir en la sociedad
  • Si no los pagas, la vulneras.
  • Si abusas de las partidas públicas quitas el dinero de sitios dónde seguro es necesario.
  • Si los administras no te comportes como estamos viendo cada día. Vulneras más la sociedad que si no se pagan.
  • Si dudas vuelve a pensar en bomberos y hospitales.
  • Este elemento de la lista no implica que hayan de ser altos. Han de ser justos y usados con ecuanimidad tanto por ti como por los administradores
Ayuda a alguien que no pueda ayudarte a ti. Es la única ayuda verdaderamente desinteresada.
  • Haz una buena acción. Intenta que no pase una semana entre una y la siguiente.
  • Busca los básicos; levantar a una persona que se ha caído, ayudar a un anciano, ayudar a llevar las bolsas de la compra a una persona crgada de ellas...

lunes, 1 de abril de 2013

Pedradas

Leo la prensa bien entrada la mañana y recuerdo una noche, bastante reciente, una noche pavorosa, cuando a eso de las siete de la tarde, junto al mar, se desató de pronto un viento loco que fue creciendo sin parar hasta que de madrugada se convirtió en un monstruo terrible e incontrolable. Aquella bestia tumbó árboles, levantó tejados, rompió cristales y sobre todo sembró la noche de miedo y terror. Incluso hubo gente que dejó sus casas, sin saber dónde meterse, expuesta al peligro de las piedras y las tejas que pasaban volando por el aire como balas.

Cuando esta mañana leía la prensa pensaba en a algunos políticos, altos representantes del estado, banqueros.... y los imagino como uno de aquellos hombres, esperando con temor que una nueva plancha de uralita se desprenda del tejado. Son tantos los hombres dispuestos a corromperse y tantas las tentaciones que le bailan desnudas ante los ojos, que el número de corruptos puede ser infinito.

¿Quién será capaz de controlar el viento loco de la condición humana? Ese espectáculo de tantas piedras volando por el aire no es una verbena sino una desgracia para todos, incluso para los grillos que aplauden.