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lunes, 13 de febrero de 2012

Arde Grecia



Los monumentos ocupan el primer lugar entre las fuentes de la historia. Son la representación material y alcanzable que nos han dejado los ancestros. La arquología es una ciencia que estudia el pasado y se esfuerza en el tratamiento y la interpretación de la parte desaparecida de la historia, ya que el pasado contiene diversos elementos de la vida que ya no están, pero que han dejado tras de sí algunos rastros que los explican, mientras que otros siguen erguidos hasta nuestros días.

Creo que los monumentos son fenómenos destacados del legado de la civilización. Constituyen una expresión esencial de la existencia humana y un reflejo claro de la civilización. Por eso, es necesario verlos como logros de la humanidad, heredados con el fin de merecer todo respeto y cuidado, sean cuales fueren sus fuentes y orígenes.


6 comentarios:

Nrq dijo...

Cuando veo noticias sobre los disturbios en Grecia me pregunto cómo es posible que sigamos pensando que un país sale de una crisis dejando de trabajar, o produciendo gasto público destrozando mobiliario urbano.

Lo irónico es que me traen a la memoria una viñeta de Mafalda en la que habla con Felipe sobre una foto del Partenón que está colgada del la pared del cuarto de él. Felipe le cuenta a Mafalda que el templo fue utilizado como Polvorín por los turcos durante el sitio veneciano y que al impactar un proyectil... Booom!!! la respuesta de Mafalda fue, "Modernos estos antiguos". Y parece que, bastantes años más tarde de que Quino dibujara esta viñeta, seguimos siendo modernos al no querer construir, sino más bien todo lo contrario.

Louella Parsons dijo...

Muy bueno lo de Mafalda. Y "antiguos estos modernos", tendremos que decir ahora.

Respeto? mucho pide, doña Tasmania.
Mientras haya antisistemas y grupos organizados y pagados por sindicatos “políticos” se puede esperar cualquier cosa menos respeto.
Ayer se manifestaron cien mil personas en Grecia pacíficamente y sólo unos dos mil fueron los que estaban organizados y arrasaron Atenas.
Pero también hay que tener en cuenta que los griegos llevan años votando a políticos incompetentes y me pregunto por qué ha sido así. ¿Es que la gente no se daba cuenta, es que su pasotismo les lleva a dejar a los políticos hacer y deshacer a su antojo o es que pensaron que el hecho de pertenecer a Europa era un seguro económico vitalicio?

Y como ya en Grecia todo ha perdido su valor, yo dejaría sin reconstruir algún edificio emblemático de las decenas de bancos, comercios, cines…..que fueron quemados para que la Historia pueda relatar los hechos ocurridos durante la decadencia de Europa en estos años.

Olivia dijo...

Después de lo de ayer, muchos han perdido su trabajo en Atenas. Entre ellos propietarios y empleados de pequeños comercios, que no podrán volver a abrir. Lo acabo de oír en el telediario a un abatido ciudadano griego.

La organización de los antisistema es muy grande. ¿De dónde sacan el dinero?

Tasmania dijo...

Leo en 20m que 48 edificios ardieron total o parcialmente y más de 150 negocios fueron saqueados en los disturbios en Grecia.

Me pregunto cómo es posible que un país que está sufriendo terriblemente se permite semejante barbaridad.

El hombre es un lobo para el hombre.

Nrq dijo...

Ahora porque, por lo visto, somos civilizados, pero en ora época de la historia un país tan alterado como Grecia hubiera sido un dulce para una potencia en expansión.
¿Se imaginan esta actitud en España? ¿comercios atacados? ¿ciudades arrasadas impidiendo el flujo normal de vida? No se lo imaginen, lo hemos tenido y se llama Borroka

Louella Parsons dijo...

Los sindicatos saben que convocar ahora una huelga general sería un fracaso para ellos. Ellos dicen que la población está desmotivada. Yo creo que los ciudadanos quieren soluciones y esperan resultados de esta reforma.

No llegaremos, espero, a lo de Grecia pero hay que tener cuidado porque los sindicatos van a ir gestando las movilizaciones (todavía demasiado “verdes” para ser oídas) y saben, además, que cuentan con el movimiento 15-M, un movimiento que no tuvo la menor consideración con los perjuicios económicos que causaron a los comercios alrededor de los cuales instalaron sus pancartas, campamentos y concentraciones.

Confiemos en que mientras los sindicatos “aleccionan” a sus trabajadores, la reforma pueda ir mejorando algún dato económico que anime el panorama y deje sin sentido las movilizaciones y los sindicatos que nos han tocado en suerte en este país.