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jueves, 29 de marzo de 2012

huelga



Hoy he venido a trabajar.

No noto menos actividad de la normal.

El starbucks estaba abierto y la cafetera a pleno rendimiento. Entiendo que no ha habido que negociar servicios mínimos

No he encontrado piquetes a las puertas del edificio

Varios directivos van con traje. Otros no. En ningún caso he visto mayor o menor proporción de trajes que cualquier otro día

En la sala de café hay un cartel de la huelga. Al slogan de "Quieren acabar con todo" alguien ha escrito debajo "¿como vosotros con el superavit?"

Al lado 5 personas tomaban café, como cualquier otro día, y hablaban de la huelga. Una de ellas decía que "se está jod*** al trabajador y un 95% de los españoles son trabajadores". Entiendo que no está en el departamento de Análisis de Mercado.

Supongo que esta tarde abrirán los comercios cerrados aprovechando que el miedo a los piquetes habrá desaparecido ya que estarán manifestándose.

Apuesto a que si abro el periódico leeré que los sindicatos consideran que es un éxito de huelga.

Nada sale hoy fuera del guión.

lunes, 26 de marzo de 2012

Nació cuando todas las sílabas estaban aún en el silabario.
Y creció sorbiendo los mocos mientras recibía algún capón, todo a un tiempo.
Y creció sin darse cuenta de que era demasiado pequeño todavía como para encararse al mundo en solitario.

Creyó en las fantasías de un solo Dios verdadero y siguiendo las sendas del ideal edificó con ansia de ganar el paraíso un purgatorio anticipado.

Pero un día cayó de bruces en la realidad, y dejó los sueños ajenos y se puso a la faena de construir los días a pelo.

Por fin descubrió que sólo los versos traspasan el instante visible de lo humano para buscar la sonrisa del alma.

PD: Y en Andalucía sigue la fiesta...

jueves, 22 de marzo de 2012

Disraeli


Decía Marañón “soy un trapero del tiempo”, dando a entender que cualquier resquicio del día lo aprovechaba para hacer algo que le aportara. Leyendas o certezas, todos conocemos las pocas horas que Leonardo da Vinci dormía y los muchos proyectos que emprendía (¿Es malo no terminar las cosas o es malo si no eres Leonardo? Creo que lo que es malo es no hacer nada, no empezar mucho y desde luego a Leonardo se le conoce más por lo que acabó que por lo que no terminó). O la siesta de cucharilla que se le atribuye a Dalí… creo. No teman, no les voy a soltar un discurso de Tempus Fugit o Carpe Diem… ¿o puede que sí?

Les quiero hablar de Benjamin Disraeli, político británico de (si fuera cursi diría fascinante) muy interesante biografía y más que activa vida, como escritor y como político y, sobre todo, como grandísimo irónico. La ironía, esa envidiable cualidad propia de los que tienen el cerebro ágil y el pensamiento afilado, sin envidia ni resquemor, que les haría caer en el cinismo o la hipocresía. La primera referencia que tengo de él me vino por la enciclopedia; Disraeli existió y fue Primer Ministro de la Reina Victoria. “Curioso”, pensé, “Primer Ministro sin tener un nombre de esos a los que acompaña Earl of Berdforshire”. Bueno, en realidad tenía como 12 años, creo que simplemente me extrañó. Fue Primer Ministro dos veces. La primera en 1868 porque el entonces PM estaba enfermo y le preguntó a nuestro hombre, entonces Canciller del Exchequer (ministro de Economía y Finanzas) si estaba preparado para asumir el puesto. Por supuesto estaba preparado, con  lo que la reina le invistió y él, al salir, cuenta Blake, dijo, “Bien, ya he subido a lo alto de la cucaña”. En menos de un año y con el parlamento en contra logró sacar leyes que afectaban a las comunicaciones, a la educación o, incluso, a la regulación de los parlamentarios.

Los Tories pierden, ganan los liberales, entra Gladstone, quién pierde seis años más tarde y vuelve Disraeli para construir una política social basada en mayor bienestar social (sanidad pública y mujeres y niños tendrían un tope de 10 horas de trabajo por día. Créanme, para aquella época era un avance) y la política internacional en el auge de la realpolitik, Bismark, la guerra Turco-Rusa, Canal de Suez… aspectos en los que Disraeli supo mantener sin pestañear el “aislacionismo espléndido” que el Imperio esperaba de un Primer Ministro.

lunes, 19 de marzo de 2012

Empresa y Social Media

Las empresas ya incluyen en sus planes de negocio su presencia y actitud en redes sociales. Hacen bien, aunque algunas son verdaderamente torpes en la gestión de su marca en internet.

El freecode y el software libre ha cambiado la industria en todos los sectores. La empresa debe, ahora, ofrecer soluciones a los consumidores convirtíendose, así, en un servicio, lo que reporta un excelente valor añadido. Además, la movilidad ha cambiado. Móvil, tablets... en Europa vamos por delante de EEUU. Nuestros productos adquieren un 30% de penetración sólo en el sector online.

La ubicuidad actual no significa, a mi juicio, que los puntos de venta físicos vayan a desaparecer pero han de buscar maneras para atraer al cliente con ofertas, regalos... De hecho, un alto porcentaje de consumidores (más del 50%) busca online y compra en el punto de venta.

Necesariamente la empresa ha de saber dónde está su consumidor en la red, dónde se mueve, qué quiere... y ha de dirigirse a él en el mismo tono que utiliza la propia red, bien sea twitter, facebook o a través de su smartphone. Innovación y apertura, claves.

Y remato con una información que me ha impresionado. En 2012, según un estudio de The Economist, la humanidad creará siete veces más datos que en 2005 (un total de 1.299 exabytes) El futuro es la búsqueda semántica por significado más que por término.

¿Sabían que la conocida marca de caramelos Mentos logró averiguar, gracias al seguimiento de los consumidores en redes sociales que muchos anhelaban un paquete sólo con caramelos de sabor a fresa? Ya se ha convertido en el segundo producto más vendido por la empresa sin haber disminuido el consumo del resto de la oferta Mentos. Increíble.

Una buena gestión en twitter: el perfil de Pedro J Ramírez. Aquí, sus nueve lecciones


jueves, 15 de marzo de 2012

Biondi


Ayer jugó el Madrid, mañana se sortean los cuartos de la Champions… blah, blah, blah, fútbol. Un deporte en el que tienes 90 minutos para jugar y puedes acabar empate a 0, eso no es un deporte de verdad. Me encantan los deportes de ganar o perder. Incluso los que por formato pueden ser como el fútbol, pero se obliga a que haya un ganador. No puede haber empate. Me acuerdo de un amigo que se quejaba del hockey sobre hielo. “¿tú ves el puck? No lo ven ni los comentaristas y se han visto diez mil partidos. Saben que se mete gol porque se enciende una luz roja en la portería”

Pero si hay algo que cada año busco en TV son los mundiales de natación. Antes, cuando el verano eran 3 meses y había campeonato, no me despegaba de la TV. Ahora a duras penas me entero por las noticias, pero las Olimpiadas, los mundiales y las finales de 50 y 100 libres o mariposa son imperdonables.

Y uno tiene sus héroes y, si bien crecí con el mito de Spitz que ganó 7 oros el año que yo nacía, el mío fue siempre Matt Biondi. En la última época de Pedro Pablo Morales o Gross, en la de Jager y precediendo a Popov… y es que parece que la natación haya enganchado siempre un mito con otro hasta Phelps sin dejar hueco y... lo que queda. Y hay que cogerlos en su momento álgido, porque su máximo rendimiento es un periodo muy corto. Pero la fuerza de una final junto a la armonía de deslizarse por el agua, el rito de prepararse para la carrera… qué quieren que les diga. Véanlo, mejor

lunes, 12 de marzo de 2012

No future


Mientras la geografía se esfuma víctima de la velocidad, en nuestra civilización el hombre prescinde del futuro. Un futuro que, en tanto que horizonte constitutivo de perspectivas vitales, es una invención reciente. Durante largos siglos el pasado hecho tradición sirvió para surtir de valores la vida humana. Las costumbres proporcionaban los raíles, a menudo extremadamente rígidos y estrechos con los que la vida del hombre debía desenvolverse. En la sociedad, el mayor estatus lo alcanzaban los ancianos, que condensaban a sus espaldas una mayor porción de historia. El poeta podía proclamar recogiendo el sentir universal de sus coetáneos "cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor"


Aquella sociedad tradicional en la que la costumbre y la tradición eran las principales fuentes del derecho y la moral, resolvía sus ansias de expansión en la trascendencia religiosa. El futuro no presentaba exigencia alguna porque el hombre no aspiraba a su dominio. La vida humana era una barquichuela frágil, rodeada por el ancho mar de lo incomprendido que se pretendía dominar mediante la religión y la magia. El más allá era una dimensión mezclada con el día a día de las gentes y la necesidad de trascendencia siempre se resolvía "en vertical". La única seguridad la proporcionaba el pasado y a reforzarlo se consagraba el arte con la arquitectura a la cabeza. Los túmulos funerarios acaparan la mayor parte del legado artísitico que el pasado remoto nos ha entregado. El discurrir de la historia, lejos de concebirse como un ascenso, como un progreso hacia metas mejores, se explicaba más bien como un descenso desde una inicial época paradisiaca en la que el hombre habría vivido sin las penalidades del presente. El mito del "paraíso original" se repite en gran parte de las culturas.

Tiempos tenebrosos en almas esperanzadas.
Hoy, por el contrario, tememos al futuro.

jueves, 8 de marzo de 2012

Holmes

Hoy es el aniversario del nacimiento de Oliver Wendell Holmes, uno de los más famosos y más citados jueces del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Nacido en 1841, con veinte años luchó en la Guerra Civil Americana. Fue juez asociado y Juez Presidente de la Corte Suprema de Massachussetts (era nacido en Boston) y profesor de la Cátedra Weld de Harvard. Nominado a una de las sillas del Supremo por Theodore Roosevelt, estaría en el cargo hasta los 90 años, tres antes de su muerte.
Herido tres veces en la Guerra Civil, la experiencia le supuso una toma de conciencia y de criterio sobre la vida de una nación como la suya. Por lo que cuenta Edward White en su biografía, debió ser más un proceso de destrucción y posterior construcción que una epifanía como la de Descartes, también en batalla. Holmes venía de una estructura supuestamente asentada y un desastre como una guerra civil, sus motivos y las consecuencias, le hicieron ver que lo que parecía una recia columna, no dejaba de ser un andamio, en ocasiones muy frágil.

 
Este acontecimiento le llevó a afirmar en una ocasión que en términos de un país, al menos del suyo, “es un experimento, al igual que todo es un experimento” y que, por eso, “la vida de la legislación no debe basarse en la lógica, si no en la experiencia”, dando refuerzo a la jurisprudencia como fuente de derecho.

Nada de todo esto puede tener mayor interés si ustedes no son juristas o entregados al derecho, pero Holmes, a través de sus escritos y sentencias, supo aplicar el escepticismo de la interpretación de la ley (ambiguas en la mayoría de las ocasiones) para no replicar en una sentencia el texto de dicha ley, sino para mostrar que ésta forma parte de la convivencia como nación y evoluciona con ella. Ignorar esa convivencia obliga a escribir leyes y dictar sentencias que garanticen la seguridad de cada ciudadano. Pero no siempre una ley garantiza los derechos de los ciudadanos: en ocasiones los constriñe, en otra los ignora... Sentencias como las de Holmes hacen ver qué vulneración real se esconde detrás de cada violación o aplicación de la ley, simplemente porque la sociedad y, por tanto, la nación va avanzando. Holmes nos dejó un legado amplio de protección del ciudadano y, por extensión, protección de un país.

lunes, 5 de marzo de 2012

Obsesión por la actualidad (by Tasmania)

Los medios están muy pendientes de lo que ocurre a diario, de hecho muchas palabras aluden a este hecho: noticiero, telediario, periódico, diario, jornal... Y ese foco excesivo en la actualidad determina generalmente falta de perspectiva. Los periodistas suelen trabajar con escasez de tiempo - siempre pendientes de la última hora- para poder procesar la información, de la misma manera que los lectores y los destinatario de la información también disponemos de escasos y fragmentarios minutos para su lectura.
Estos defectos son compensados con la construcción y codificación evolutiva de la información.

La noticia explica el presente, prevé el futuro y analiza el pasado en su proyección actual. El pasado parece que sólo tiene sentido en la medida en que explica el presente, y el futuro sólo parece tener una función
esclarecedora. El presente y la actualidad son, pues, hegemónicos y centrales.
El medio impone un hábito en la medida en que proporciona un ritmo y una cadencia en el suministro de la información. El público llega, así, a tener el mismo concepto de la actualidad que le imponen los MMCC. Esta percepción del tiempo se traduce en noticias frente a hechos. O sea, sólo existe lo que es volcado en forma de noticias por oposición a la existencia real de hechos.

La realidad sólo importa y sólo existe si es mediada por los MMCC. Este filtro conceptual y temporal condiciona al receptor de forma que el único tiempo mediático es el presente.

jueves, 1 de marzo de 2012

noticias

La entrada de hoy surge, a su vez, de la entrada de Ms. Tasmania y de un par de hechos que considero, al menos, curiosos en forma. La señorita Cartoon se preguntaba qué estaba haciendo mal la prensa y, pese a que las cifras que daba generan preocupación a los periodistas, no debería ser así para los consumidores de noticias, llamados en otro tiempo lectores. Con un inglés decente o un francés aceptable (aventurados en alemán, por favor, por esta puerta para privilegiados), se puede acceder a cualquier periódico potente de cualquier parte del mundo. Universalizar la prensa no implica matarla (si no el Huffington Post no habría nacido ni el News of the World muerto), sino que la competencia global, en teoría, obliga a mejorarla… ¿o no?



Saben de mi querencia por la política americana y por el despliegue, en general, que supone una campaña. Simplemente porque cada dos años se desarrollan, y sólo a nivel federal, 468 campañas (435 por el Congreso y 33 del Senado) hace que los avances a nivel de comunicación, marketing y estrategias sea descomunal en comparación con cualquier otro país. Sumen las de Gobernador en cada estado que toque en un año de estos y si, encima, es año presidencial se añade una campaña más, La Campaña, que suena en todo el mundo desde las primarias de los candidatos.


En el 2008 se produjeron primarias en ambos partidos y si bien McCain parecía tener ganada la candidatura republicana ya por estas fechas (Huckabee se retiró el 4 de marzo, tras el superMartes), en el partido demócrata Obama y Clinton se estuvieron atizando hasta el 7 de junio, día en el que Obama consiguió los delegados suficientes como para bloquear su candidatura. Hasta el final de las primarias estuvieron contraponiendo ideas y alternativas a los 8 años de gobierno Bush. Añadamos que uno es afroAmericano y la otra mujer, segmentos no representados en la presidencia americana hasta la fecha y, bueno, no había día en el que no mereciera la pena leer un periódico.


Este año, ya lo dijo creo que Slate hace semanas, Romney es el candidato y Obama no tiene a nadie que le desafíe en el partido demócrata. ¿A qué seguir con el suspense?

Cain, que era un candidato fuerte, con ideas económicas y de desarrollo, deja las primarias por un escándalo sexual (estas cosas aún me sorprenden y no por la moral, sino por el “¿cómo es posible que a tu equipo haya desprotegido ese flanco???”), deja el cuadro republicano con un candidato evasivo en soluciones y rocoso en valores, Santorum; un libertario, Paul, del que la gente debe pensar que tanta libertad y autorresponsabilidad como ofrece no es prudente; un… bueno, Gingrich; y finalmente Romney, aguantando en guardia los ataques de Santorum. Y ante este panorama, las primarias se agotan de noticias y lo que los lectores esperan es ver cuándo se van anunciando los abandonos, el único morbo que queda hasta que empiece el debate, esperemos que fuerte, en las presidenciales.


Como decía Eco, los periódicos no se completan con noticias, sino que las noticias completan las páginas a llenar del periódico, y los últimos días hemos podido leer, en la prensa española incluso, artículos sobre el “conservadurismo que viene” de igual forma que hace dos años todos estaban pendientes del reaccionarismo del Tea Party (flores, pero ya dijimos aquí que el Tea Party era más problema para el propio partido republicano que para Obama).


Pues lo curioso de toda esta línea de sobredimensionar hechos para crear noticias llamativas me llegó esta mañana viendo el telediario. Ayer se jugaron los últimos amistosos antes del europeo de selecciones. Yo no entiendo mucho de fútbol, pero sé que Alemania se enfrentó a Francia, Holanda a Inglaterra y que esos son partidos potentes que miden fuerzas y estados de verdad. España jugó contra Venezuela y esto ha generado héroes, gestas, grandes letras y tinta, mucha tinta… ¡Yo no recuerdo ver a Venezuela en un mundial en mi vida! ¿En serio da para tanta noticia que un equipo de élite se enfrente y gane a uno con nivel como de juveniles? ¿no deberían estar preocupados por la desubicación que puede suponer un partido así de cara a un campeonato serio? No; balones firmados, nuevas camisetas, hat tricks… en serio, me enfrento a Federer y la noticia está en que Federer quiera jugar un partido contra mí.

A lo mejor la competencia global a la que me refería arriba no es la única clave para mejorar la calidad de lo publicado. A lo mejor lo publicado requiere de motivos mejores para pasar el primer filtro antes de llegar a ser leído por el público. Los tiempos bajos de grandes noticias requieren mayor concentración y foco sobre aquellas que realmente importan o preparación del terreno sobre lo que está por venir. La prensa debe dejar de prestar atención a anécdotas como si fueran el armisticio alemán en 1945 una y otra vez, una y otra vez.