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jueves, 30 de septiembre de 2010

Pasticcio di Maccheroni

El otro día leí un reportaje sobre unas condesas y princesas italianas que imparten cursos de cocina aristocrática en Florencia.
En las clases se incluían desde recetas tradicionales del patrimonio familiar y otros secretos culinarios hasta la forma más aristocrática de poner una mesa así como la distribución de los invitados según rango.
Mientras leía el artículo pensaba que, de la misma forma que un vino sabe mejor en una buena copa, un simple asado debe saber mejor servido en un comedor de un palacio florentino rodeado de obras de arte e historia.

Una de las aristócratas, la princesa Emanuela Notarbartolo, recomienda, por ejemplo, siempre menús ligeros, prestar atención a las flores y ¡servir cuanto antes las bebidas! Pero lo que me pareció más sofisticado por lo tradicional y antiguo fue que para esta descendiente de una antigua familia feudal siciliana, lo que nunca debe faltar es el Pasticcio di Maccheroni(1).

Resulta que este plato está descrito de forma asombrosa en la novela El Gatopardo, en una solemne cena que ofrece el príncipe a sus veinte invitados:

”El oro bruñido de la costra tostada, la fragancia de azúcar y canela que trascendía, no eran más que el preludio de la sensación de deleite que se liberaba del interior cuando el cuchillo rompía la tostadita capa: surgía primero un vapor cargado de aromas y asomaban luego los menudillos de pollo, los huevecillos duros, las hilachas de jamón, de pollo y el picadillo de trufa en la masa untuosa, muy caliente, de los macarrones cortados, cuyo extracto de carne daba un precioso color gamuza.”

Y me vinieron a la memoria otros platos aparecidos en maravillosas novelas que se me han quedado grabados como verdaderas exquisiteces, no sólo por su exhaustiva descripción, como el Pasticcio di Maccheroni, sino por formar parte de escenarios de otras épocas donde transcurren románticas y fabulosas historias.

Así, por ejemplo, nunca se me olvidará aquel pavo relleno de castañas previamente cocidas en leche con vainilla o la mantequilla colocada sobre un plato lleno de nieve recién caída, de la novela “La amante de Bolzano” de Sandor Marai.
Ni tampoco la forma exacta en la que debe hacerse el chocolate en la novela “Como agua para chocolate”(2) de Laura Esquivel, para que no salga pasado de punto o poco cocido, muy espeso o peor aun, quemado, incluyendo también el modo en el que debe ser servido de manera que la superficie de la taza quede cubierta de espuma.
Y así, ¡cuántos momentos!

Cuando en una novela se describen recetas o platos rodeados de todo el ambiente que estás viviendo durante la lectura, ya sea renacentista o del siglo XIX, ya sea en Bolzano o en México, ya sea de caballeros o romántica......estos los imaginas como manjares tan apetecibles que en cuanto terminas el libro quieres ir a comprar los ingredientes necesarios y prepararlos de inmediato.

En cambio, cuando esa misma receta la lees un fin de semana en el dominical de cualquier periódico, seguramente no te dirá nada y ni te molestarás siquiera en leerla.

Estos escenarios de otra época y este romanticismo desbordante nos estimula para plantearnos cocinar, de vez en cuando, una comida laboriosa, cuidando todos los detalles, manteles, copas, flores….y trasladarnos, aunque sólo sea mientras dura la elaboración del festín, a esos ambientes y lugares en los que habíamos estado mientras leíamos nuestro libro.
Y esta forma de preparar una comida o cena, evocando los momentos de la novela también es una forma de disfrutar cocinando, ¿no creen?


(1) Según Massimo Alberini, un experto en cocina italiana, el Pasticcio di Maccheroni es un plato que para ser apreciado requiere de una cierta cultura gastronómica: no invitar a quien no tenga nivel para entenderlo y que encuentre absurda la mezcla de dulce y salado de las grandes épocas de la cocina italiana.

(2)En esta novela hay una divertida y acertada descripción del momento en que Tita, la protagonista, se encontró con los ojos de Pedro ”…..y comprendió perfectamente lo que debe sentir la masa de un buñuelo al entrar en contacto con el aceite hirviendo”.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

financiación

Los senadores demócratas están presionando a la Hacienda americana (IRS) para auditar y controlar a los grupos sin ánimo de lucro y ver si se están usando a estas organizaciones para encubrir potenciales fraudes fiscales. Explicando; El sistema americano de gestión y administración política reconoce organizaciones que se dedican a recaudar fondos para campañas y candidatos políticos. Por lo visto se ha detectado que ciertos donantes pueden estar utilizando estas organizaciones para evitar pagar impuestos, ya que cualquier donación funciona igual que aquí; está libre de impuestos y, además, desgrava. Lo que dejan caer es que puede haber algún que otro de estos grupos que, incluso, haya sido montado con el fin de buscar la exención impositiva y, como tarea secundaria, financiar campañas. Por supuesto esto es en España un concepto que no podemos entender, el de intentar controlar las organizaciones que nos dan de comer.
En España la situación es sensiblemente distinta. El ciudadano medio no tiene ni idea de si se pueden hacer donaciones a los partidos políticos, que se puede, y si hay algún tipo de limitación, que lo hay. Con lo cual no podemos pedir que se sepa si hay organizaciones que recaudan dinero para el gasto en campaña o el mantenimiento de las sedes o para financiar las operaciones de los partidos, que las hay. En España tendemos a pensar que todo sale de los impuestos, que gran parte sale, y es esta conciencia la que hace que se critique mucho y se de mucha visibilidad a las actuaciones de los bancos y el tema de la ambición empresarial y todas esas cosas que pertenecen al fin últimos de bancos y empresas, pero nadie caiga en la cuenta de que los partidos políticos y sindicatos no recogen el dinero de los árboles o no viven del aire. Ni siquiera de forma exclusiva de los impuestos. Por supuesto, si no hay alarma, o nadie la genera, respecto a estos temas, no se establece una comisión en el Congreso que lo controle y, por tanto, la transparencia es nula. Cuando interesa sale a relucir lo de la financiación ilegal de los partidos, pero realmente la familiaridad es tan poca que si preguntamos a alguien qué era Filesa o qué pasa con Camps muy poca gente es capaz de dibujar un croquis explicativo en un papel. La única alarma que surge en estos temas es cuando el telediario, o algún periódico, abren portada con un Correa o un "Bigotes" entrando o saliendo de un juzgado, pero, insisto, muy poca gente puede explicarlo. Es más, en el caso de Correa lo que queda es que intentaba lucrarse él, o Camps, pero los partidos quedan al margen.


Esto es especialmente demoledor en un día como hoy, de huelga general. Los sindicatos viven abiertamente del Presupuesto General del Estado pero tienen de cara al público, desconozco hacia Hacienda, una opacidad brutal respecto al escenario completo de su financiación. Desde luego que no es por las cuotas de sus afiliados, entre los que habría que incluir los liberados, que si fuera por esto, pocas banderas iban a tener para poder agitar hoy.

martes, 28 de septiembre de 2010

Con la espada en la mano

Mañana hay huelga general.
El sábado pasado Belén Esteban fue la ganadora de unas primarias televisivas.
España necesita un Chavez, definitivamente... a ver si aprendemos.

Pero hoy me siento optimista y es que, estoy convencida de que más tarde o más temprano las cosas se resolverán porque las tenazas de la lógica cogen y no sueltan, y lo que no quiera la sociedad hacer hoy de buen grado por los suaves oficios de la persuasión y del convencimiento, lo hará mañana, a destiempo por la violencia y por la fuerza, cuando algún capitán de los desesperados venga a la lucha, como vienen siempre los revolucionarios, con una idea en la frente y con una espada en la mano, y entre a saco en la ciudad moderna, podrida y apestada, destruyendo su piedad, con el hierro y con el fuego, los errores, las mentiras, las impurezas de las que la ciudad está hecha y diciendo a las gentes que le siguen hambrientas y sedientas de justicia y de verdad, lo que el Condestable de Borbón, antes del saqueo a Roma, dijo a los soldados embravecidos al llegar a la colina desde la cual se divisaba la ciudad eterna, la Roma de sus apetitos:

¡Ahí la tenéis!

lunes, 27 de septiembre de 2010

municipalidad

Veía esta mañana en las noticias que el ayuntamiento de Madrid lleva 10 meses no pagando a la empresa que gestiona la limpieza municipal y que, ahora, esta empresa va a dejar de pagar los sueldos a sus empleados. Esto, necesariamente, implica trabajadores cabreados, peor servicio, ciudades menos limpias (quién sabe si llegaremos a ciudades sucias, pero sucias de verdad) y… bueno, esa sensación que me atenaza siempre en situaciones similares en las que me pregunto cuánto tardaremos en llegar a los límites de Mogadiscio.


Sin embargo mi capacidad liberal, que no libertaria ya que todavía no he llegado a estos extremos, hace que no sólo me preocupe por los trabajadores de la limpieza, por la ciudad y por lo tanto por mis conciudadanos, sino que me preocupe por mi bolsillo. Si el ayuntamiento (en minúsculas y nada de excelentísimo; que se lo curre) de Madrid lleva 10 meses in pagar a una compañía es porque le falta dinero y, dado que el ayuntamiento no es un empresa privada que busque el beneficio de sus inversiones ni la satisfacción de sus accionistas, no hace falta ser un lince para deducir que algún impuestillo va a subir. Claro que tampoco hay que ser el mismo lice para descubrir que los ingresos por esos impuestos no van a saldar la deuda con la empresa, sino que la dejarán en un impago aceptable. Si esto es así, no sería ilógico pensar que haya otras empresas en una situación similar, con lo que la subida de impuestos no es sólo una situación irreversible, sino que tiene pinta de ser inmediata. Me imagino a los propietarios y administradores de estas empresas el día que el concurso público les dijo que tenían un contrato con el ayuntamiento de Madrid. Seguro que hasta estaban alegres y contentos de agarrar un contrato semejante. Ahora estarán haciendo malabares para mantener su cashFlow. No es por hacerme el listo, pero ya me decñian de pequeño, juro que es cierto, "negocios con las administraciones públicas, los menos"


¿Es responsable Gallardón? Pues supongo que sí. Como máxima autoridad del ayuntamiento la luz verde a esos impagos y a las subida de impuestos. ¿Es buen gestor? Eso deberíamos juzgarlo los madrileños y ver si los impuestos pagados y las elecciones hechas de a dónde dirigir el dinero y a dónde no tienen una contraprestación favorable. Indudablemente que haya gente que no cobre su sueldo es grave, muy grave, y esa es una situación que no debería permitirse bajo ningún concepto, con lo cual en este aspecto tiene muy poco margen de justificación. Pero es que Gallardón es populista y prefiere mantener la ciudad con eventos y ferias a declarar estado de austeridad. Por supuesto la actitud subvencionadores del PSOE no promete saneamiento de cuentas, tampoco (ojo, subrayemos el "tampoco", que el PP ya ha demostrado que no)


Total, esos trabajadores cabreados tienen dos motivos para estarlo; por trabajadores en esa empresa y por ciudadanos (y que, cuando cobren, a nadie se le ocurra reclamar el lucro cesante)

domingo, 26 de septiembre de 2010

Madrid, destino Somosaguas

Madrid es como un pellizco en el recuerdo.
Madrid es mi casa y, al mismo tiempo, un lugar desconocido. Adoro Madrid y también lo ignoro. Reconozco cada esquina pero no me pertenece, no como en el lugar donde vivo, donde todo es conocido y permeable.

Madrid ha visto pasar a la humanidad a la que pertenece tirada por un carro de bestias hasta la nave espacial, de las sombras chinas a la imágenes tridimensionales de síntesis, de la invención de la penicilina a la ingeniería genética, del pregón de la aldea global a internet. Y siempre lo hizo con interés y con una mirada crítica y lúcida, anticipadora y a veces profética.

Madrid es siempre un lugar al que regresar. Un lugar en donde dejar a alguien para vivir su propia vida, lejos de ti, del lugar al que siempre pertenecerá.

Madrid es El Caripén, el cine de sesión contínua, el Ramsés, el Cadaqués o el Moncho... la biblioteca y el metro... el 32 y el 20, la calle Ayala y Núñez de Balboa... la luz del atardecer tardío, estudiando y ansiando oler sus calles... es el Kipper y Pachá, el Oh y también la Plaza de Santa Bárbara... el arroz cubano de Fuencarral y los perritos de la Puerta del Sol... mil lugares, mil recuerdos que ya no serán míos.

Ah y El Retiro, por Dios, El Retiro, el Ángel caído y las barcas, los días de pellas y las castañas pilongas... el color del cielo en el otoño y los juegos de niños en el Palacio de Cristal. Charlas de hermanas en las terrazas de los quioscos, fotos de navidad en los puestos... esos recuerdos sí, esos son míos, sólo míos.


sábado, 25 de septiembre de 2010

soberanía

Hoy en ABC se puede leer una entrevista a Caamaño en la que dice que «Lo extraño es que en España no instruya el fiscal» y niega que dejar las investigaciones en manos del Ministerio Público suponga un atentado a la independencia del juez y confía plenamente en la autonomía del fiscal.

Yo no entiendo mucho del ministerio fiscal y no sé qué es raro y qué no en estos límites. Cuando no entiendo algo lo llevo a modelos conocidos para establecer un paralelismo y empezar a ver luz. Y es que mi paralelismo me lleva al proceso democrático y lo que sí sé es que en España nos llevan tratando como a niños de 5 años desde 1978. Y digo esto porque me parece triste que nuestra capacidad de escoger en elecciones se limite en exclusiva al legislativo y sea esta configuración la que posteriormente elija al ejecutivo. No sé si es porque los padres de la Constitución creyeron que era muy pronto o, porque en su visión a futuro y gran sabiduría, vieron que seríamos incapaces o nos aburriríamos y acabaríamos dando altos índices de abstención si poníamos muchas elecciones.
Si es porque se nos considera bobos... bueno, los medios de masas y los discursos de ciertos políticos dan ganas de irse a Noruega a probar si allí le tratan a uno como a un ser consciente. O viendo el nivel del Congreso y los niveles de audiencia le entran a uno ganas de irse a Noruega a ver si allí hay algo que merezca la pena ser seguido. 
Dentro de este punto quiero hacer otro, a su vez, para recordar las sesiones de verano del Congreso de los Diputados en los que se veía por su vestimenta a los diputados más dispuestos a ir a un picnic que a una sesión. No obstante todo empezó a tener sentido cuando salieron a la luz las fotos de Toxo en el crucero. El Congreso, en teoría, es dónde reside el poder legislativo y dónde 500 personas elegidas por una población que le paga los sueldos, deben trabajar por establecer las reglas que garanticen la convivencia. Si cualquier de estos va a un funeral de estado irá con traje y corbata (en los casos que aplique) por respeto al acto y respeto a las formas. Dado que el Congreso es lo que acabo de explicar ¿Por qué entonces en verano parecían los pasillo de la Carrera de San Jerónimo una sucursal de Benidorm? Ah, claro, Benidorm... pero eso ya lo tratamos otro día, que se acumulan las cosas.

Pero volvamos. Si es por que somos bobos, no les culpo. Si es por que podemos llegar a caer en el aburrimiento, es muy probable. Pero también es cierta una frase que decía mi padre; "Si pones Shakespeare en TV todo el tiempo, el nivel de exigencia sube, porque o se ve la TV, o se emplea de otra manera el tiempo libre. En cualquier caso se enriquece la vida de uno". Pues lo mismo pasa con los políticos. SI los elegimos con menos control que las manzanas que caen en la bolsa y se deja que estos, a su vez, negocien para elegir el jefe de un ejecutivo y que este, sin ningún otro control más que su voluntad, elija los ministros de su gobierno... ¿Dónde está aquello de la soberanía del pueblo?

Sé que soy muy pesado con este tema, pero es que veo a Trini, a Gómez, a Asunción a su proceso de primarias, a las elecciones que llegan... y cuando me hablan de "nosotros, los demócratas" o "una fiesta de la democracia" me entran ganas de irme a Noruega.

viernes, 24 de septiembre de 2010

De la invención humana y sus miserias

Inventar algo. Hallar entre los abismos de lo desconocido una verdad nueva. Sentir en el alma el primer destello de una luz, de allí en adelante inextinguible, de una estrella más en el cielo que guía los vacilantes pasos de la humanidad.

Ver turbado el reposo de la tranquila conciencia por interiores voces misteriosas de incomprensibles amores, donde se juntan y confunden en una misma melodía varoniles acentos con el grito alegre del primer anuncio de la maternidad, tan pudoroso que, al llegar a los labios, en ellos se detiene, y temeroso retrocede a las inexploradas regiones del espíritu, de donde viene.

Someterse de buen grado al dolor inexcusable para convertir el verbo en carne y allanar a la tierna criatura el áspero camino de la vida. Acercarse a los misterios de lo infinito y llamar los demás hombres para que participen también de los goces innegables de la posesión de la verdad y de las sublimes armonías de lo bueno y de lo bello. ¡Qué satisfacción tan grande! ¡Qué supremo y purísimo deleite!

Este divino don, este placer inconmensurable, es patrimonio común de todos los inventores, cualquiera que sea el valor del hallazgo o de la invención. Lo mismo de los grandes maestros, figuras colosales de la historia, faros siempre encendidos que iluminan con sus resplandores a las generaciones venideras, que de aquellos cuya labor modesta no va más allá del descubrimiento de verdades secundarias, de relaciones entre cosas ya conocidas, de progresos minúsculos, de la perfección y del acabamiento de fábricas por otros levantadas.

Los primeros, por la eficacia soberana de su saber y de sus virtudes extraordinarias , conquistan fácilmente las voluntades y llegan a las esferas luminosas de la gloria perdurable. Los otros, simples soldados, centinelas avanzados de la civilización, mueren oscuramente y sin gloria, y alcanzan, cuando más, pasajero renombre, a costa de infinitas penalidades, de amarguras sin cuento y experimentando los mismos anhelos e idénticas fatigas que los grandes capitanes.

Los mismos anhelos e idénticas fatigas... qué sería de los grandes sin sus centinelas.

jueves, 23 de septiembre de 2010

lista

Atún en conserva
Leche semiDesnatada
Dejar de confiar en gente que es incapaz de mover nada y lo único que hace es ir al tran-tran sin asumir riesgos de ningún tipo
Manzanas
Huevos
Poner los medios para ser mi propio jefe
Pan integral
Merluza
Reflexionar sobre si realmente merece la pena hacer algo por favorecer la mejora del nivel educativo del país o, visto el nivel, esperar a que haya un ciclo en que la gente despierte y sea más exigente (a lo mejor vía competividad externa)
Gel de baño
Pasta de dientes
Dejar de leer los periódicos que no informan de nada y de ver los telediarios que lo único que hacen es hablar de suicidios, incendios, peleas que terminan en muerte y fúrgol
Dos botellas de vino
Agua con gas
Seguir sin votar, pero analizar iniciativas políticas, no vaya a ser que un día...
Un juego de vasos
Las tres películas del mes


(ando ya en el supermercado, así que siéntanse libres de completar la lista. Yo me encargo de ir cogiéndolo de los estantes)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Ira y lágrimas para el cambio

En un estado como el de la sociedad contemporánea, de perturbación económica, política y religiosa, no es de cuerdos desoir los ayes de dolor y de ira de los débiles, de los oprimidos, de los desgraciados, de cuantos ven su mísera personalidad injustamente aplastada por la inmensa y brutal pesadumbre del número.

Porque en el mundo moral, como en el físico, nada se destruye y muere, todo permanece y se transforma. Y así como en el carbón de piedra existen todas las energías de los rayos solares, durante mucho tiempo acumuladas, así en las lágrimas de los desventurados de todos los siglos duermen y laten extraordinarias fuerzas sociales, gérmenes de espantosas catástrofes, capaces de destruir imperios y monarquías, y estados y civilizaciones... y con igual soberana facilidad con que los fenómenos volcánicos sumergen de las islas, levantan continentes y arrasan ciudades enteras.

Sin embargo, nuestras lágrimas no han sido capaces, hasta ahora, de elevar la voz de los escogidos, de aquellos que nos representan, para acabar con todo esto. ¿No son nuestras lágrimas también las de los desventurados? Las mías sí.

Una lágrima contiene, además, en estado latente, invisible, pero real, una fuerza muy grande, una potencia explosiva incalculable, un poder intenso y misterioso... ¿por qué mis lágrimas no estallan en las manos de quienes hoy pueden cambiarlo todo?

martes, 21 de septiembre de 2010

¿Caridad o egoísmo?

Hace un par de semanas se murió un vecino de mi pueblo. Murió solo, como había vivido los últimos veinte años de su vida.
Era un hombre entrañable y cariñoso, fumador empedernido, medio alcoholizado, abandonado y sin más horizonte que cobrar su exigua pensión, beber sus cubalibres y ver pasar la vida.
Tenía 70 años pero ya hacía mucho tiempo que era viejo.
Me avisaron a la hora de comer. T ha muerto.
Fui corriendo a su casa. Ya habían llegado algunos vecinos.
Lo vimos desde la calle, a través de la ventana de su habitación, tendido en su cama. Nadie quiso entrar en esa casa hasta que viniera alguna autoridad, no fuera que hubiera sido algo más que una muerte natural, nos dijeron algunos “entendidos”, no fuera que algún familiar nos denunciara o que tocáramos algo indebido.
Llegó la guardia civil, el médico que certificó su muerte, "muerte natural", dijo y el de la funeraria.
Ahora había que avisar a los familiares. Sólo tenía unos sobrinos que aparecían de vez en cuando por el pueblo. Alguien tenía su teléfono y les llamamos.
Preguntaron:
-¿Sabéis si ha hecho testamento?-,
-¿Sabéis si vendió aquellos prados que tenía?-

-No sabemos nada de los asuntos de vuestro tío-, respondimos.

-Es que si no tiene nada, si no hay un papel, no queremos hacernos cargo de su funeral y entierro

Todos enmudecimos y sentimos una súbita y enorme compasión por aquel hombre que yacía muerto en aquel camastro sucio, y destartalado como era toda su casa, todas sus ropas y toda su vida.
Al final, aliviados, los sobrinos anunciaron que vendrían.
Tardaron horas.
Hacía una tarde insólitamente calurosa para esas latitudes norteñas. El sol caía a plomo y apenas había sombra alrededor de la casa de T.
La guardia civil y el médico se fueron los primeros, los vecinos, poco a poco, también, a sus quehaceres y, por último, el de la funeraria, que se fue a tomar un café mientras esperaba a que llegaran los sobrinos aquellos.
Nos quedamos una mujer y yo incapaces de abandonar a ese hombre que se iba a quedar solo, muerto solo, ese hombre que tanto me había hecho reír con sus ocurrencias, siempre preguntando e interesándose por mis cosas, por mi vida y siempre dándome consejos que él nunca aplicó a su vida.

Allí estuvimos al lado de la vieja y desencajada ventana de su cuarto durante horas, cuidándolo con respeto y recordando anécdotas suyas con la ternura que merece un hombre bueno.
Llegaron los sobrinos y nos fuimos a casa con cierto desasosiego, sin saber muy bien en qué manos dejábamos a nuestro amigo.

Unos días más tarde una amiga mía me dijo:

-Bueno, lo hiciste por ti, no por él, lo hiciste para sentirte bien.-


Y nos enredamos en la clásica discusión que siempre me ha sacado de quicio.
¿Por qué si uno hace el bien a otro se dice que lo hace por él mismo y, por tanto, en el fondo todo es puro egoísmo?
Esta manía de dar la vuelta al argumento desvirtuando completamente la caridad y la vocación de servicio y ayuda, me exaspera.
¿Acaso las personas que entregan su vida a los demás lo hacen para sentirse bien consigo mismas?

Lo que hicimos esa tarde velando a aquel amigo que nadie quería fue un detalle tan insignificante que cualquiera lo hubiera hecho, era todo lo que se podía hacer en ese momento.

Sin embargo sí hay personas que entregan sus vidas a los demás, de una manera constante y exhaustiva.
Esta entrega, sin duda, debe producir una satisfacción enorme, pero ello no significa que lo hagan como un hipotético ejercicio o rédito moral.
Es lógico que siempre queramos que nos quieran por lo que somos y hacemos pero aquellos que dedican sus vidas a los demás, no esperan ni cariño, ni notoriedad, ni gratificación económica.
Pero siempre habrá algún tonto que crea que estas personas actúan así para ellos mismos, en su propio beneficio.

(Gracias Tasmania por cederme el turno)

lunes, 20 de septiembre de 2010

privacidad


Nunca he sido fumador. De hecho nunca he querido probarlo, ni saber a qué sabe. Siempre me ha molestado salir de los sitios oliendo a un humo que no me pertenece y además me molesta más ese olor en la ropa que el de restaurante chino. Cuando tenía cinco años volé por primera vez en avión siendo consciente, o al menos capaz de recordarlo. Entonces los aviones tenían zona de fumadores y de no fumadores. Hoy en día ya parece una locura que la mitad de un pasaje fuera tan desaprensiva como para ahumar un avión, pero las leyes antitabaco se han ido imponiendo. Y no me parece mal. Yo creo firmemente que, si mi decisión es no fumar, no tengo por qué aguantar en el mismo espacio que otros fumen por mí o llevarme impregnado el olor que generan al igual que no me llevo impregnadas sus cervezas u otras cosas que puedan generar.

Pero el gobierno soltó el otro día no sé si una intención o una sonda, a través de la cuál se anunciaba una ley que prohibiera fumar en los coches si hay niños. Desde mi posición de no fumador creo que esto ya no tiene que ver con la salud pública. No sé de dónde le vienen a ciertos gobiernos estas actuaciones totalmente contrapuestas. Primero se busca ensalzar a la población como demócratas ejemplarizantes, ciudadanos de la libertad y, en general detentadores de la virtud de un país, pero cuando se llega al poder el ciudadano es un niño que no sabe comportarse en público y que debe ser coartado y reprendido. Lo que los gobiernos no entienden es que, primero a los niños se les educa para que sepan comportarse. Que sin una educación de calidad, en la que se aprenda desde la capital de Somalia, pasando por respetar a los ancianos (los telediarios españoles, tan animados a encontrar noticias de sucesos nos muestran cada día ejemplos de que no se respetan ni a los de la misma edad), hasta enseñar a esforzarse, a que un gran logro cuesta trabajo y que en la vida se triunfa tanto como se fracasa. Pero nuestra ley de educación y nuestras universidades públicas (que pese los informes que le lleguen a Berzosa a su despacho, ninguna está entre las primeras ni en las segundas, ni siquiera en los puestos interesantes de ver antes de que uno se aburra de buscar), no enseñan nada de esto, porque salvo profesores excepcionales, apenas enseñan. Yo no tengo que prohibir fumar en los coches. Yo tengo que ser suficientemente cabal como para saber que un niño no debe tragar humo

El segundo concepto que trae este tema que los gobiernos no entienden, al menos el nuestro no, es que esta época que vivimos es la época que más debe preservar y proteger la intimidad. Internet cruzado con los medios de comunicación y la porción razonable de curiosidad sobre vidas ajenas que demostramos generación tras generación, hacen que toda nuestra privacidad se encuentre expuesta, demasiado expuesta. Ejemplos como salir en una foto que se publica en facebook, cuando ni siquiera se tiene una cuenta en facebook, o aquella controversia con las fotos a pie de tierra del Google Earth que fotografiaba a gente que no quería salir en ningún sitio, hace que el valor del interior de la casa propia alcance mucho más valor por la amenaza que supone perderla. Una ley como la que quiere promulgar el gobierno no sólo trata de entrar en tu coche, sino que abre una vía para entrar en tu casa. ¿Se imaginan? Gobiernos acostumbrados a filtrar información a los periodistas por motivaciones tácticas o débito de favores o esos mismos gobiernos que, por otro lado, ven amenazados sus secretos por wikilieaks son los mismos gobiernos que tendrían más acceso a la intimidad de cualquiera por el mero hecho de fumar. ¿Entrarían igual en una embajada de un país extranjero simplemente por ocupar una porción de calle de un país? Pero no sólo internet. Historiales médicos, condiciones sexuales, vidas pasadas con la que alguien ha querido romper por exceso de infelicidad...  todo eso podría estar en peligro porque un gobierno cree que tiene la potestad de entrar más dentro.

Pero el caso es que nuestro gobierno tiende a gestionar el comportamiento social más por la vía de la represión que por la vía educativa. Los ciudadanos que en en el momento de los mítines son adalides de la convivencia, al día siguiente se vuelven potenciales violadores de nuevos o futuros delitos. No podemos garantizar que las nuevas generaciones sean luchadoras, respetuosas y tengan una gran resistencia a la frustración, de hecho los gobernantes saben que no lo son y por eso sacan este tipo de leyes. ¿No deberían mirar un poco antes a aquellos huecos que están dejando abiertos antes de tapar con cemento desfiladeros que puedes ser salvados con un puente?

domingo, 19 de septiembre de 2010

De la falsedad y la mentira

¿Eres ingeniero, médico o arquitecto y te parece absurdo, disparatado o irrealizable mi propósito? ¿Eres escritor, periodista, político o comentarista y te parece ridículo, estúpido o inalcanzable mi objetivo?

Pues tómate la molestia de demostrarlo, no en obsequio mío, sino en bien de la sociedad de que la formas parte, con lo que me reducirás a voluntario y perpetuo silencio y acrecentarás el crédito de que gozas entre tus clientes si a todos nos convences con tus bien concertadas razones. Y se te equivocas y erras, darás muerte a tu fama y vida a la mía.

Lo que no me parece bien es que, presentándome yo en medio de la plaza pública, a mediodía, retando cortésmente a quien quiera contender conmigo, aguardes a que vengan las sombras de la noche y la soledad para herirme a traición, con navaja trapera y por la espalda, que a esto equivale el aconsejar en voz baja a las gentes que no me ayuden en mi empresa, porque es desatinada, o muy grande y de realización imposible o ajena.

¿Desea tu patriotismo que los inventores españoles eclipsen con sus prodigios a los extranjeros? Déjate de grandezas, huye de la conclusiones epilépticas de las borracheras científico-patrióticas; repara en que estudiamos poco y trabajamos menos, y conténtate con el escaso fruto que algunos, como yo, te ofrecen.

Y si al terminar la discusión no estás satisfecho, descansaremos faltos de materiales que arrojarnos a la cara, tú sin piedras y yo sin margaritas.

sábado, 18 de septiembre de 2010

magia

Conozco gente a la que le gusta la cocina, conozco gente a la que le gusta cocinar y conozco gente que sabe cocinar. Yo siempre quise creer que sabiendo leer, se sabe cocinar y la experiencia (proveniente de otros, claro, porque cuando yo me pongo...) me ha demostrado que de querer cocinar a obtener resultados hay un intrincado mundo de mejora como el que pueda tener un velocista; pequeñas diferencias que distinguen a atletas de grandes atletas. Me explico; en dos segundos yo puedo haber escrito cuatro palabras de este artículo, pero el que entra dos segundos detrás de Usain Bolt no clasifica para una final. Lo mismo no clasifica ni para las olimpiadas. Pues en la cocina es lo mismo; pequeñas diferencias en los ingredientes, la cocción o el tiempo, hacen que una mano sea técnicamente correcta y otra tenga magia.
esto de la magia se lo comentaba yo a una amiga, que cocina con magia y que me dijo que porque no lo reflexionaba aquí, hablando de la cocina de un tercero. Yo le decía que podía tener todos los cuchillos, espumaderas, vitrocerámicas y batidoras del mundo, pero que le faltaba algo. Le faltaba que su comida supiera a algo más. Que los sabores que merecen la pena ser intensos, sean intensos y que los que necesitan de una leve apreciación se apreciaran levemente, pero estuvieran ahí.

Un día hablaba con un amigo y le decía que iba a ir a cenar a un restaurante de Madrid que me encanta y que es dónde celebramos mis padres, mi hermano y yo el cumpleaños de cada uno, El Landó. JuanJo, mi amigo, me decía que sí, pero que el secreto de este sitio es que si pedías merluza te traía la mejor merluza del mercado y te la ponía en el plato. Yo, claro, le contesté, "JuanJo, entonces es que no has probado las coquinas". Yo he probado las coquinas de El Landó y, parafraseando a Julian Barnes en el último capítulo de Una Historia del Mundo en Diez Capítulos y Medio, "todos los demás platos de coquinas estaban persiguiendo ser así algún día y nunca lo iban a conseguir". Esto es cocinar con magia; que las coquinas se conviertan en pipas no queriendo dejar de comerlas una tras otra porque te inundan la boca de algo que, no lo sabes, pero que tu paladar reclamaba como el cuerpo puede reclamar agua. O que una hamburguesa (ya ven ustedes, en aparaciencia la comida más común del universo), tenga la carne suficientemente jugosa como para apreciar el tostado de fuera y el condimento de dentro. O que el queso aparezca siempre en el primer toque del bocado y luego vaya dejando fundir su sabor con el la carne y los pepinillos (que no deben ser muchos). O que el pan esté tierno, pero que ni esté pasado ni sea demasiado denso para no darte nunca la sensación de estar atiborrándote.
Una de las cosas más fabulosas de este mundo es descubrir tú las cosas sin haberlas leído en ningún suplemento. Eso me pasa con los restaurantes; lo divertido es encontrarlos o que un amigo te los descubra, no descubrirlos al mismo tiempo que 4 millones más de personas. Pues bien, aquí, en la Capital del Universo, que como todo el mundo sabe es el Barrio de Retiro y no Bilbao (esos... ¿de qué vacilan?) hay sitios increíbles dónde hacen magia; Casa Portal, La Castela, La Montería... tenemos toda una columna vertebral de cultura culinaria. Y, además, en los alrededores, hay tres sitios que tienen eso, que los hemos ido descubriendo; uno es La Renta, en Majadahonda. Otro es "Tres Lunas", en Eduardo Dato y el tercero es Metro Bistro, en Argüelles, Evaristo San Miguel. Cada uno, a su manera y en su estilo despliegan magia a niveles por encima de lo normal, incluso de lo esperado. Los tres tienen, y se percibe, mucho esfuerzo, muchas ganas y eso que se ve tan poco y que es tan poco agradecido, pero que te sitúa siempre muy a la derecha en la campana de Gauss; ensayo / error hasta ponerte en la mesa el plato realmente afinado y el vino que mejor le acompaña o que mejor es para que le acompañe a uno. Y he dicho "realmente" porque esa noche o a la mañana siguiente estarán buscándole pegas o vías de darle una nueva vuelta de tuerca, con lo que, además, nunca te vas a aburrir de ir. Bueno, de los Gin Tonics ya ni hablamos. Yo compro las mismas botellas, lo pongo todo en un vaso y no me sabe tan rico.

Por supuesto, como en casa de mi mamá no se come en ningún sitio.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Shostakovich

Animada por Tasmania a dedicar una entrada a Shostakovich y con el permiso de NRQ, que le tocaba publicar a él, hoy lo hago yo.

Hablar de Shostakovich es hablar de un genio, de una música innovadora, de una Revolución….y de una tragedia.

Dmitir Shostakovich ”Mitya” empezó a estudiar piano a los nueve años y a los dieciocho compuso su primera sinfonía dejando impresionados a músicos y a aficionados por la madurez y originalidad de su obra. Tanto Bruno Walter como Stokovski estrenaron la obra en sus respectivas orquestas.

En aquella época ya había llegado Lenin al poder y toda la actividad artística y literaria era supervisada con decretos, reglas, permisos para tocar determinados programas musicales, permisos para ir de gira…..El ambiente de control y opresión se hizo tan insoportable que músicos y escritores empezaron a emigrar.

Se trataba de imponer la ideología del Partido en la literatura y la música.
En el campo de la música se creó la Asociación Rusa de Músicos Proletarios cuyo fin era la simplificación de la música para que ésta fuera entendible por las grandes masas proletarias y esto implicaba la creación de canciones, coros, oratorios, óperas…que ensalzara la construcción del socialismo.

Shostakovich, todavía inseguro sobre su capacidad para componer e influenciado por otros músicos, empezó a componer algunas sonatas y una ópera intentando meter contenido ideológico en algunas de estas obras pero su precaria situación económica le obligó a aceptar el encargo de componer una obra para conmemorar el décimo aniversario de la Revolución.
Según los estudiosos de la obra del músico, en sus siguientes obras, de intenso contenido político, se refleja las intensas búsquedas del autor en pos de un estilo nuevo, acorde con los complejos y turbulentos tiempos nuevos en que vivía

¿Realmente eran sus convicciones políticas lo que le llevaba a escribir esta música?

Es difícil responder. Por un lado, Shostakovich sólo tenía 20 años y a esa edad, tener encargos del Estado era sentirse halagado. Por otro, ya empezaba a vislumbrarse la era del Terror.
En 1929, con Stalin en el poder, la colectivización de las tierras fue brutal, los presos inundaban los territorios del Gulag y los fusilamientos eran una constante.
Las Artes también sufrieron una represión fanática. En los conservatorios fueron expulsados alumnos con antecedentes burgueses y fueron retirados los retratos de los músicos considerados enemigos de la Revolución.

Cuando Shostakovich estrenó su ópera Macbeth, Stalin asistió al teatro y al término del concierto, salió enfurecido porque entendió críticas a sus campañas de terror en aquella obra y, seguramente no le gustó la música.
Al día siguiente, se publicó en Pravda un editorial titulado ”Caos en vez de música”:

”….seguir esta música es difícil, recordarla, imposible….Esta música está construida sobre el principio de la negación de la ópera….estos juegos incomprensibles pueden terminar muy mal.

Shostakovich contó que cuando leyó el editorial su existencia cambió completamente porque al publicarse sin firma, era la opinión del Partido, o sea, de Stalin.
Durante este periodo, Mitya estaba componiendo su cuarta sinfonía. Lleno de inquietudes, dudas y miedo, después de muchos ensayos, decidió guardarla en un cajón y no estrenarla por ser una música demasiado atrevida. Allí se quedó hasta que fue recuperada y estrenada muchos años más tarde, después de la muerte del compositor.

Con la quinta sinfonía consiguió un triunfo espectacular y recuperó su lugar como músico reconocido. Los críticos de música consideran su Finale algo artificial y menos convincente que el resto de la sinfonía. Tiene un porqué que el propio Shostakovich explicó en su día:

”Creo que está claro lo que ocurre con el Finale de la quinta sinfonía. La alegría es forzada, creada bajo amenazas….es como si alguien te estuviera golpeando con un palo diciendo: “tienes que estar alegre, tienes que estar alegre” y te levantas, tembloroso y te vas a paso de marcha musitando “tengo que estar alegre”…..

Toda su obra, todas sus sinfonías, sus cuartetos, conciertos…. fueron una de cal y otra de arena en cuanto a contenido de la Revolución, es decir, por un lado componía obras para el Estado y por otro, obras para si mismo.

Le obligaron a adherirse al Partido lo que constituyó, según sus amigos, una humillación. Otras veces, tuvo que apoyar públicamente al Partido.

Se le criticó mucho por no luchar públicamente contra el comunismo pero él había decidido hacerlo a través de su música.
De hecho, tanto sus amigos compositores, como los críticos o como sus biógrafos coinciden en señalar que la música de Shostakovich lleva implícito un mensaje absolutamente anticomunista y que es un error interpretar al pie de la letras sus declaraciones de adhesión al Partido.

¿Hasta qué punto su creatividad estuvo influenciada por el control, por el miedo y por las circunstancias que le tocaron vivir?

En este sentido, también los expertos coinciden en que su música es profundamente personal y su creatividad es tan genial que difícilmente se puede trazar una línea divisoria entre lo que componía para el Partido y para si mismo.

Galina Vishnevskaya, mujer de Rostropovich, dijo que Shostakovich había convocado a todos con su música a protestar contra el aplastamiento del individuo y que su música era el alma del pueblo ruso del siglo XX.

jueves, 16 de septiembre de 2010

De la naturaleza y su revelación


Ayer me envió un buen amigo este fotomontaje en el que se reúnen, de manera onírica, las imágenes de la ciudad en la que vivo. Esa fantasía extraordinaria, ese ensueño me revolvió y esos objetos que jalonan la naturaleza urbana me llevó al origen, al principio de todos los principios.

Cuando se priva a la filosofía del principio dialéctico, del entendimiento que singulariza y que, así, ordena y conforma -y no tiene dentro de sí ni medida ni regla- entonces, no le queda más remedio que intentar orientarse históricamente, tomando la tradición como fuente y pauta de conducta. Entonces, al igual que en nuestro país se pensó poder fundamentar la poesía sobre el conocimiento de los poemas de todas las naciones, habría también llegado la hora de buscar para la filosofía una norma y una base históricas.

Mi mayor respeto a las investigaciones históricas, me sumo a la opinión, casi universal, según la cual el hombre sólo se habría elevado desde la insensibilidad del instinto animal a la razón de modo paulatino. Sin embargo, creo que la verdad se encuentra muy próxima y que debemos buscar la solución a esos problemas que se han reanimado en nuestro tiempo, en primer lugar entre nosotros y en nuestro suelo, antes de encaminarnos hacia fuentes tan lejanas.

La época de la fe meramente histórica ya pasó, una vez que se ha dado la posibilidad de un conocimiento inmediato. Poseemos una revelación más antigua que ninguna de las escritas: la naturaleza. Ésta contiene figuras que nadie ha descifrado todavía, mientras que las de la revelación escrita han alcanzado su consumación y su interpretación desde hace tiempo.

Si pudiéramos encontrar la llave que abriera la comprensión de esta revelación no escrita, el único verdadero sistema de la religión y de la ciencia no aparecería en el vacío de unos pocos conceptos filosóficos y críticos trabajosamente reunidos. Al contrario, se nos mostraría a un tiempo en todo el esplendor de la verdad y la naturaleza.

No es ésta la hora de volver a despertar las viejas oposiciones dialécticas, sino de buscar lo que yace más allá y fuera de toda oposición.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

felicidades

Hoy quiero felicitar en su cumpleaños a una persona a la que debo mucho. Para ello le he pedido permiso a Tasmania para ocupar su espacio de hoy, lo que le agradezco muchísimo.


No sé si es una experiencia al uso el reconocer (a nivel de identificar, porque de decirlo abiertamente nunca tuve problema) en la vida de uno la llegada y la permanencia de alguien que te ha marcado. A mí me llegó cuando tenía 21 años, una época en la que andaba más perdido que lo que pueda andar ahora con la diferencia que ahora me divierte encontrarme y a los 21 me producía angustia no saber dónde estaba. Conocer a esta persona y que participara en mi vida supuso perder el miedo a muchas cosas, tanto porque me enseñaba a tener valor, como porque me enseñó que el miedo, en muchas ocasiones, era infundado. Por muy cursi que pueda ser la expresión, se convirtió en aire de libertad porque me hizo ver que las fronteras que me / se me habían impuesto eran totalmente traspasables. Llegar a aprender todo eso no sólo estaba basado en una comunicación real y sin medias verdades, no sólo era a través de darme su opinión, sino que también era a través del ejemplo, de cómo se comportaba ante las adversidades, los desafíos, los esfuerzos y las alegrías. Era, y es, una persona valiente, llena de vida y de ganas por vivirla. En absoluto como los iconos juveniles de "vivir la vida intensamente", sino que siempre ha vivido la vida con intensidad. Hubo un momento en que sus expectativas se vinieron abajo. Se esforzó mucho por conseguir entrar en la Escuela Oficial de Restauración e, incomprensiblemente, no entró. Creo que fue el único momento en que vi cierta flaqueza, pero eso no impidió que siguiera adelante y estoy convencido que ese giro ha sido uno de los reveses más provechosos, porque se deshizo de lo malo y siguió luchando.
Al tiempo nuestras vidas de distanciaron, evolucionar es lo que tiene, pero cada vez que tengo algo entre manos y quiero enfocarlo de forma adecuada siempre me pregunto "¿Cómo lo hubiera hecho Carmen?". Si tengo muchas dudas (me esfuerzo en buscar soluciones), entonces, llamo.


Felicidades. Siempre he dicho que la única pega que tienes es que naciste el día en el que empezaba el colegio.

martes, 14 de septiembre de 2010

reacciones

En la más absurda de las contradicciones se mueve el mundo islámico. Sobre el Corán son gente de fe que respeta a la gente de fe y sus símbolos. Clérigos cristianos que comparten territorio con musulmanes hablan de un respeto y un trato excelentes. Otra cosa es la destrucción de símbolos políticos, como quemar banderas (cosa que ya hacían los manifestantes americanos contra la guerra de Vietnam), o fotos de políticos o fotos de políticos pegadas a muñecos con una soga al cuello, o… ya saben la imaginación y creatividad es amplia. Estos actos son tomados como actos normales y permitidos (a fin de cuentas es libertad de expresión). Esas demostraciones me recuerdan a mi idolatrada "Uno, Dos, Tres" de Wilder, en la escena en la que Cagney, en off, comenta que mientras los alemanes del oeste estaban ocupados en reconstruir el país los del este estaban preocupados en desfilar. Pues lo dicho, la destrucción de símbolos políticos es un acto normal y permitido,  así que cuando el pastor Terry Jones decide quemar coranes, pues cae regular porque es la afrenta a un símbolo religioso.


¿Lo del tema del humorista danés? Pues puede que vaya por el mismo camino. Mahoma es El Profeta. Pero… ¿Que lo tengan que hacer todo amenazando? ¿y normalmente amenazando de muerte? Olvidemos la parte luctuosa por un momento, al menos por este escrito. 11 de septiembre del 2001, las Torres Gemelas caen destruidas matando a más 2.700 personas (dato que se nos olvida con mucha facilidad), siendo algunas de ellas los que se metieron en los edificios para intentar salvar a los atrapados. Fue un acto terrorista perpetrado por una organización de carácter religioso que basa su filosofía en combatir al infiel, cualquiera que esté ese día en la lista.
En 2010 se plantea la posibilidad de construir una mezquita en Park Place 51, muy cerca de la Zona Cero, mezquita comúnmente llamada Park51 y oficialmente llamada "Cordoba House"; yo no sé ustedes pero me planteo por qué aquí nadie la llama así y si no les da que pensar respecto a la intencionalidad del nombre. En cualquier caso el 80% de la población de NY se opone a su construcción en ese emplazamiento por motivos fácilmente entendibles. La ciudad para los ciudadanos. Pues bien, el imán Feisal Abdul Rauf, clérigo sufí encargado del proyecto, va y dice que si no se permite su construcción habrá grandes consecuencias. Dos preguntas: la primera, insisto, ¿Es que esta gente tiene que hacerlo todo amenazando? Y la segunda, con algo más de fondo ¿Esto es una cuestión política, la oposición de la ciudadanía, o una cuestión religiosa, impedir la construcción de una mezquita? Para responder a las dos tengo otra pregunta ¿Eleva el Vaticano o cualquier iglesia Cristiana alguna amenaza al gobierno saudí por no permitir construir una iglesia en su territorio?


Pero lo malo es que en occidente nos entra el miedo, y no lo digo por lo del pastor de Florida; lo que quería hacer es grave, tan grave como quemar una Biblia, saquear una iglesia, quemar sus imágenes, o lo mismo que hacían los nazis con las sinagogas. Para mí las manifestaciones contra la guerra de Irak fueron eso, una demostración de miedo. 7 años más tarde se anuncia su fin, pero en España dejó de haber conflicto en 2004, cuando se abandonó el país. Parece ser que a partir de ese momento ya no hubo muertos ni bombas. Respecto a lo de Afghanistán… había un chiste en el que un americano decía "América nunca ha perdido una guerra" y otro le contestaba "¿y Vietnam?" a lo que el primero, rápidamente, replicaba "Eso fue una pacificación".

lunes, 13 de septiembre de 2010

La familia imposible

En plena crisis económica, social e institucional nos encontramos sumidos en un mercado laboral en el que cualquier joven se enfrenta a la precariedad y la ausencia total de interés por su méritoo su esfuerzo individual.

Este joven, que forma parte de ese 40% de jóvenes en paro que conforman una masa desmotivada ingente en España, puede que encuentre un trabajo temporal, cobrando una miseria, en Vallecas. Luego, quizá, le contrate una semana, pero esta vez en Asturias. Siempre podrá encontrar un trabajo por temporada de tres meses, pero en un invernadero de Almería. Puede, también, trabajar como teleoperador, tres días aquí y tres allá y luego un día sí y otro no en otra compañía telefónica. Luego, seguramente, tendrá que alternar con unos meses de paro.

Mientras tanto, habrá cobrado un sueldo insultante que le habrá permitido subsistir, pero en un piso compartido o, como suele ocurrir, en casa de sus padres pese a contar ya con 25, con 30, con 35 años. ¿Este sujeto tiene muchas posibilidades de fundar una familia, de tener dos o tres hijos, de instalarse siquiera en algún sitio?

Compárese la situación de este soltero inevitable, de este nómada del mercado de trabajo, de este condenado a la minoría de edad que vivirá siempre en casa de sus padres o en pisos compartidos con estudiantes, con la vida familiar de un indígena dogón, que puede recitarte siempre una lista de trescientos primos, decenas de tíos, sobrinos, abuelos y tatarabuelos.

La movilidad y la flexibilidad vital que exige más y más el mercado laboral hace ya mucho que hizo imposible la familia extensa; pero, cada vez más, incluso la familia más restringida se vuelve imposible. Volviendo al asunto del otro día; la gente se sorprende al ver que cuando están operando a un gitano en el hospital, la sala de espera suele estar llena de familiares, abuelas, tíos, sobrinos, primos, hijos, nietos... treinta o cuarenta personas, tal vez más.

Teresa San Román, una antropóloga española estudiosa del tema explica muy bien que si los gitanos han logrado mantener una vida familiar muy densa y extensa, lo han hecho a fuerza de especializarse en parasitar ciertos intersticios del mercado de trabajo, sin lograr o querer jamás integrarse en él.

Uno no viaja por el mercado laboral llevando trescientos primos en la maleta. Uno no alega en una entrevista de trabajo que el puesto está muy lejos de la casa de sus padres, y de sus hermanos, o del cementerio en el que descansan sus ancestros. En una entrevista de trabajo la ley es que o lo tomas o lo dejas, Y si tienes o no familia, es tu problema.

domingo, 12 de septiembre de 2010

9

¿Han oído hablar de los 9 de Little Rock, Arkansas? En 1957 nueve chavales afroAmericanos quisieron entrar en su instituto y no les dejaron. Obviamente esto no fue tan sencillo como "¿Nos nos dejan?, pues nos damos la vuelta", sino que hay que añadirle protesta, protesta en contra y conato de lichamiento por parte de una masa "un poco alborotada". 
Tres años antes el Tribunal Supremo había declarado inconstitucional la segregación racial en las instituciones educativas y esa sentencia obligaba a abandonar la segregación en todos los colegios, institutos, escuelas y universidades del país. En Little Rock, capital de Arkansas, la Junta Educativa del Estado aprobó un proyecto de integración gradual que debía dar comienzo en 1957, con lo que la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, NAACP (Los americanos han avanzado mucho desde entonces en nombres y siglas), registró a nueve chavales para acudir a un instituto llamado Little Rock Central High, muy, muy selectivo a nivel de notas y expedientes.

Pues bien, el primer día de clase el gobernador de Arkansas, Orval Faubus, mandó a la Guardia Nacional para que no les dejara entrar. Les explico; Un Gobernador de un estado de la Unión tiene, entre sus atribuciones, la posibilidad de movilizar un contingente militar dentro de las fronteras del estado. Este contingente, la Guardia Nacional, está mayoritariamente formado por reservistas que se enrolan a cambio de facilidades universitarias. Tienen una fomación de campamento y cuartel de unos meses y, posteriormente, de unas semanas al año. La Guardia Nacional está controlada finalmente por la Secretaría de Defensa, y por tanto por el Presidente, con lo que si este quiere movilizarla, puede hacerlo sobre la autoridad del Gobernador, pero esta es una decisión política muy delicada en un país en la que el federalismo es un elemento crucial. Paradójicamente dicho federalismo no interfiere con un profundo sentimiento nacional, pero éste es otro cantar.
Pues Faubus moviliza la Guardia Nacional para incumplir explícitamente una resolución judicial. La masa que quería linchar a los nueve estaba compuesta por ciudadanos y estudiantes, hombres y mujeres que llegaban a lanzar puños o a escupir a los estudiantes negros en su camino de salida. Para que vean cómo es la circunstancia política y cómo se manejaron los hechos, fue el alcalde de Little Rock quién pide a Eisenhower protección federal para los chicos. Protección federal y no mandar una orden de proteger y no obstaculizar a la Guardia Nacional. Pues bien, Ike esperaba esta llamada (yo creo que fue él quién primero llamó al alcalde) y lo que hace en respuesta es desplegar la 101 división aerotransportada para que proteja la entrada al insitituto. Insisto, no contraviniendo una autoridad estatal, Eisenhower, que de tonto no tenía un pelo, despliega una fuerza mayor y mucho más reconocida que un puñado de reservistas. Para que se hagan una idea la 101 había combatido en el Día-D, en la Batalla de las Ardenas, en Market-Garden y posteriormente irían a Vietnam. No eran aficionados y la gente de Arkansas lo sabía. EL resto del año no fue más tranquilo para los Nueve, pero ya estaban dentro.

Como epílogo déjenme que les cuente que Faubus había llegado a su sillón de gobernador dos años antes y se fue 10 años más tarde y... era demócrata. Su sucesor, Winthrop Rockefeller era republicano, al igual que Eisenhower, y fue quién culminó pacíficamente la integración en las escuelas.
Si me han leído con anterioridad saben que económicamente escoro hacia los republicanos, pero tengo grandes admirados en las filas demócratas, con lo que no estoy diciendo que esto nos enseña que los del burro son malos y los del elefante buenos. Primero es una reflexión sobre un hecho ocurrido hace 50 años y que la normalidad no llegó hasta hace 40. La segunda reflexión es cómo la inteligencia de dos políticos consiguió desautorizar a un Gobernador. Dos políticos que sabían que, por encima de los populismos, se encontraba el respeto a una decisión judicial.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Romaníes

Francia ha iniciado un peligroso camino con la expulsión de cientos de miles de romaníes, es decir, de gitanos rumanos. Se dice que esos mismos cientos de miles cruzan, estos días, la frontera española de La Junquera.

Aquí ya han tenido sus propios problemas. Mientras la comunidad gitana española ha cambiado extraordinariamente en las últimas décadas el resto de la sociedad española no lo ha hecho. Tampoco es justo que se ignoren sus esfuerzos por la promoción individual, por incorporarse plenamente en la sociedad, por buscar una vida mejor para ellos y para sus familias.

El artículo 14 de la Constitución Española establece que los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Sin embargo, la comunidad gitana sufre como ninguna otra minoría una fuerte discriminación que se alimenta de una imagen social negativa, la se produce en numerosos ámbitos como el acceso al empleo, la educación, la vivienda y a otros servicios tanto de carácter público como privado.

Precisamente en estas circunstancias recuerdo hoy a aquellos que durante la larga historia de la etnia gitana sufrieron persecuciones y violencia y rememoro ahora el enorme valor de tantas costumbres de estos hombres y mujeres. Valores que otras culturas hemos perdido o abandonado y que resultan necesarias en una sociedad individualista y tremendamente competitiva como es la nuestra.

Me refiero al reconocimiento de su identidad cultural, al honor de la palabra empeñada, a la solidaridad entre los miembros de su comunidad, al profundo respeto a sus mayores, reconocidos como la memoria viva y la transmisión de la experiencia.

Y estos valores han influido notablemente en nuestra cultura. La poesía de Lorca, la música de Falla, la pintura de Picasso... muestran la evidente aportación de los gitanos al patrimonio común que constituye la cultura que hoy nos define.



viernes, 10 de septiembre de 2010

épica

Ayer se jugó un partido de cuartos del mundial que ha enfrentado a Rusia y Estados Unidos en el que han ganado los americanos por 89-79. Durant, descomunal, quién a decir de muchos será el nuevo Jordan. Dejemos claro en este punto que no va a haber otro Jordan. Bryant no lo ha sido y es que no va a haber otro Jordan. Igual que los Oscars son los Oscars y los Emmy no son los Oscars de la tele, que todos los años es la misma matraca. Que si alguien no se ha enterado de qué es, pues que haga zapping o cambie de página. Es más ¿Por qué nadie dice que los premios Príncipe de Asturias son los Nobel de España?
En fin, que me despisto; Durant genial y sólo hay un Jordan. Pero la gracia de tosos esto es que hace 38 años, hoy se jugaba el partido de la final de los JJOO de Munich que enfrentaba a la Unión Soviética contra los USA, cuando los jugadores americanos eran universitarios que se merendaban a los veteranos europeos y  Rusia era un país enorme que no distinguía Ukrania de Lituania. Pues bien, ese partido ha sido uno de los más demoledores referentes de lo que es una final de infarto. Para los que les guste categorizar (políticos, periodistas y freaks de la tecnología), fue "La Final del Milenio". Entre los rusos estaba Alexander Belov, un pivot no muy alto, quién lo que perdía en altura lo ganaba en picardía. Murió joven, a los 27, de un sarcoma cardiaco. Tres o cinco años más jugando y ahora sería una leyenda.
Pues bien, esta final, pese a que no soy comentarista deportivo, creo que podemos resumirla en:


   * Tiros libres para Doug Collins a tres segundos del final y tras personal por robar un balón a los rusos. Marcador: 49-48 para la URSS.
   * en el segundo lanzamiento suena la bocina de la mesa. El árbitro se gira. Collins ni se inmuta (anda, que el que pierda la concentración sea el árbitro...), tira y encesta. Marcador 49-50 USA
   * el segundo entrenador ruso se gira a la mesa y dice que han pedido tiempo muerto, pero en esa época sacar después de un tiro libre no era pausa de juego, con lo que habría que esperar que la pelota muriera en alguna de las bandas. No lo conceden.
   *  Los rusos, sin haber planificado jugada, sacan y avanzan en el campo. Mientras se desencadena un tumulto en la mesa con los rusos protestando. La mesa decide parar el juego a falta de un segundo.
   * Vuelve la pelota al juego y alguien se percata de que el reloj de la mesa no se ha movido de tres segundos.
   * El reloj se ajusta a 50 segundos (???), los rusos lo juegan, intentan un pase largo y al segundo suena la bocina.


   * Éxtasis americano / protesta rusa: se ha de jugar ese segundo de nuevo
   * En todo este tiempo los soviéticos ya han podido hablar mucho.


   * McMillen protege el saque de Edeshko. Edeshko, mientras el árbitro señala algo a McMillen, le gana una distancia suficiente como para lanzar un pase claro (puede que pisando la línea).
   * Edeshko lanza a Belov quién salta junto a Joyce y Forbes. Un americano pierde el equilibrio, el otro pisa línea y, surge la intimidad entre Belov y el aro


   * Éxtasis soviético / protesta americana / Medalla de oro para la URSS


Es bonito recordar estos enfrentamientos, dan para valorar mucho nuestra historia y civilización, porque desde que me he despertado hoy, quería hablar del 11 de septiembre. Pero ya saben cómo soy y lo que pienso de los gudaris y mártires, de cómo emplean sus vidas y sus muertes.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Mussolini y Malaparte II



Era el primer día de la insurrección. El curso de los acontecimientos parecía obedecer a una lógica que no era la del gobierno. Israel Zangwill no quería creer que estuviese ya en plena revolución.

-En París en 1789 -decía él- la revolución no estaba solamente en los espíritus: estaba también en la calle.

A decir verdad, el aspecto de Florencia no era el de París de 1789. En la calle, la gente tenía un aspecto tranquilo, indiferente y todas las caras estaban iluminadas con aquella vieja sonrisa florentina, irónica y cortés. En Petrogrado, en 1917, el día en que Trotsky dio la señal de la insurrección, nadie podía darse cuenta de lo que estaba pasando; que los teatros, los cines, los restaurantes, los cafés estaban abiertos y que la técnica del golpe de Estado había hecho grandes progresos en los tiempos modernos.

Y tanto, tampoco en Nueva York o en Madrid o en Londres... la gente sabía lo que estaba a punto de ocurrir un 11S un 11M un 7J... la gente se movía por las ciudades, conducía sus coches, bajaba al metro, cogía el bus, subía en ascensores... La técnica del golpe de Estado ha seguido progresando.
- La revolución de Mussolini -exclamaba Zangwill- no es una revolución: es una comedia.

Como muchos liberales y demócratas italianos creía en un compromiso entre el Rey y Mussolini; la insurrección no era más que un aparato escénico destinado a ocultar el juego de la monarquía.La opinión de Zangwill, aunque falsa, era altamente respetable, como todas las respetables opiniones inglesas. Sin embargo, se basaba en la convicción de que los acontecimientos de aquellas jornadas eran el resultado de un juego político, cuyos factores principales no eran la violencia ni el espíritu revolucionario, sino la astucia y el cálculo.

Mussolini, a los ojos de Israel Zangwill, era más bien discípulo de Maquiavelo que de Catilina. En el fondo esta opinión del escritor inglés estaba entonces y está aún extraordinariamente difundida por Europa. Desde el comienzo del siglo pasado se ha tenido siempre en Europa la costumbre de considerar a los hombres y a los acontecimientos de Italia como productos de una lógica y de una estética antiguas. Esta manera de considerar la historia de la Italia moderna debe ser imputada, en gran parte, a la afición natural de los italianos por la retórica, la elocuencia y la literatura, defecto que no todos los italianos tienen, pero del cual muchos no se curarán jamás. Aunque se juzgue más bien a un pueblo por sus defectos que por sus cualidades, creo que nada podría justificar la opinión de los extranjeros sobre la Italia moderna, aunque suceda que retórica, elocuencia y literatura falseen los acontecimientos hasta el punto de que la historia parezca un comedia, los héroes unos comediantes y el pueblo una multitud de comparsas y de espectadores.

Para comprender bien la Italia de nuestros días hay que considerarla objetivamente, es decir, olvidarse de que ha habido romanos e italianos del Renacimiento.

-No hay nada antiguo en Mussolini. Es siempre, y a pesar suyo algunas veces, un hombre moderno. [...] su concepto del golpe de Estado no tiene nada de común con el de Sila o con el de Julio César. [...] Era muy curioso ver de cerca la máquina insurreccional fascista, porque Zangwill no llegaba a comprender cómo puede hacerse una revolución sin barricadas, sin combates en las calles, sin cadáveres en las aceras.

-Todo se desarrollaba en medio de un orden perfecto -exclamaba el inglés- ¡Es una comedia; no puede ser más que una comedia!

miércoles, 8 de septiembre de 2010

David

En la fecha de hoy, en 1504, se descubre el David de Miguel Ángel. 3 años de trabajo para dar forma a una piedra, llamada "El Gigante" y que ya había intentado ser labrada antes. 5,17 metros de altura que representan la concentración antes de la tarea. La interiorización del objetivo. El estudio de cómo alcabzar el objetivo principal. Una obra dirigida a ser una más de las que coronaran los contrafuertes de Santa Maria del Fiore pero que fue concebida y realizada para ser única. Concebida como la representación de la propia república de Florencia. Un pequeño estado que había resistido los embates exteriores e interiores, porque todo el mundo quería tener a Florencia bajo su corona. 


Tanta determinación muestra David en su mirada como determinación tuvo Miguel Ángel para esculpirla. Buonarotti no debió ser un carácter fácil. Una persona tan imposible como amplia la sombra de su talento. Un inconformista real nacido en un estado incorformista. Un artista que esculpió a un rey que salió de ciudar ovejas. Un rey representado en una piedra, con unas manos tan despropocionadas como envidiables. Tan capaces a la vista de matar un gigante como de proporcionar caricias.
David es hoy el objetivo de muchos peregrinajes. La mayor parte de ellos por cumplir con la visita. David ha sido también el pedestal dónde las restauradoras que trabajaban en su limpieza colocaron una corona para celebrar el "Día de la Mujer Trabajadora". Pero David ha mantenido siempre esa mirada con la que da a entender que nada importa, que todos son apenas moscas, salvo el objetivo que me he fijado.

martes, 7 de septiembre de 2010

Mussolini y el golpe de estado fascista


Israel Zangwill el escritor inglés que no ha querido nunca olvidar, ni en sus obras ni en su vida, sus ideas liberales y sus prejuicios democráticos. A su llegada a Florencia fue detenido, al salir de la estación, por algunos camisas negras, a quienes se negó a enseñar sus papeles de identidad. Zangwill, enemigo jurado de la violencia y de la ilegalidad, pertenecía en Inglaterra a la Unión of Democratic Control (UDC). Ahora bien; los hombres armados que ocupaban la estación, no eran ni “carabinieri” ni soldados, ni agentes de policía; eran camisas negras, es decir, individuos que no tenían en modo alguno, según él, derecho a ocupar la estación y a pedirle sus documentos de identidad.

Conducido al Fascio, en la plaza Mentana, cerca del Arno, en el edificio donde estaba antes el domicilio de la Federación Italiana de Obreros Metalúrgicos, organización sindical socialista que los fascistas habían disuelto por la violencia, el escritor inglés había sido llevado a presencia del general cónsul Tamburini, entonces general de los camisas negras de Florencia. El cónsul Tamburini me hizo llamar para servirle de intérprete, y cual no fue mi sorpresa al encontrarme en presencia de Israel Zangwill, que representaba a la perfección su papel de miembro de la UDC, víctima de una revolución que no era ni inglesa, ni liberal, ni democrática.

Estaba furioso. Expresaba en un inglés de lo más correcto opiniones muy poco correctas sobre las revoluciones en general y sobre el fascismo en particular. Su cara estaba roja de cólera y sus ojos fulminaban sin piedad al pobre comandante general Tamburini, que no sabía inglés y que no hubiera comprendido una sola palabra de aquel lenguaje liberal y democrático, aunque el desconocido se hubiera expresado en italiano. Hice lo que pude por traducir en expresiones corteses un lenguaje tan duro para unos oídos fascistas. Creo haber hecho un buen servicio a Zangwill, porque durante aquellas jornadas, el cónsul Tamburini no era ni un personaje de Teócrito ni un miembro de la Fabian Society, tanto más cuanto que ignoraba la existencia de Israel Zangwill y no parecía creer que se trataba de un escritor inglés célebre.

No entiendo una palabra de inglés -dijo el comandante general- y no creo que haya traducido fielmente lo que él ha dicho; el inglés es una lengua
contrarrevolucionaria. Diríase que su sintaxis misma es liberal. Sea lo que fuere, llévate a este señor contigo y procura hacerle olvidar este incidente desagradable.

Salí pues, con Zangwill para acompañarle a su hotel, y pasé unas horas con él discutiendo sobre Mussolini, sobre la situación política y sobre la lucha que acababa de entablarse para la conquista del Estado.

Texto extraído del capítulo VII de la obra de Curzio Malaparte "Técnica del golpe de estado"
Traducción de Julio Gómez de la Serna (Plaza& Janés 1960)

lunes, 6 de septiembre de 2010

desconfianza

Y el tema de hoy es el comunicado de ayer de ETA, terorristas con antifaces de seda, como si los zulos los hubieran cubierto con mármol y espejos en el techo. Y por ser el tema de hoy lo voy a intentar explicar brevemente y así poder pasar a otros temas: No me lo creo. No me lo creo porque no es la primera vez. Un nuevo Pedro y el Lobo que, tras una sucesión de detenciones, suena más a balón de oxígeno. Tiendo a pensar que si esto fuera en serio, si no tuvieran intención de rearmarse, no habrían perdido la oportunidad de haber salido como héroes, haber realizado una puesta en escena más impactante que la del IRA ("que para eso somos de Euska Herria, coño") y haber dicho que hacían todo esto por la paz en la tierra… Perdón la Tierra, que como todos sabemos es la Tierra Vasca.
Y no es que no me lo crea por no querer ver una victoria del Gobierno. Pese a todo lo que el Gobierno haya querido negociar, no ha cejado en detener, en perseguir, en investigar y para mí eso basta. Aunque hayan querido o quieran negociar, no han consentido en dejar mucha gente fuera y meter a alguien así entre rejas es el principio de un largo caminar hasta volver a la libertad. Me da igual quién se lleve la victoria política del fin de las armas. Ganamos los que paseamos por la calle. 


Pero el motivo principal por el que no me fío es porque el terrorismo, ETA, IRA o Al Qaeda, no sólo es la lucha de quién sea por lo que sea, sino porque es una forma de vida. Leía ayer, creo que el suplemento de El País, contar a un legionario que el terrorismo en las guerras de Oriente Medio también lo ejecutaban recolectores de pistachos. Un talibán llega, les da 100 veces más de lo que ganan recolectando frutos secos, ponen la bomba, cobran y vuelven a las plantaciones. Y aunque se presta a chistes fáciles, lo preocupante es que mientras hay financiación hay terrorismo y, sobre todo, que no están controladas las fuentes de ingresos. En el terrorismo de ETA no hay recolectores de pistachos, sino gente que no conoce otra forma de vida desde que tiene 17 años. Atrás quedaron los "romáticos" finales de los 60 y 70, em el que la inspiración de los Panteras Negras, Chacal y la OLP, mezclado con tradición e historia de resistencia a romanos y árabes, hicieron que jóvenes universitarios y políticos se alistaran a la lucha contra la dictadura y demás patrañas. La forma de encontrar adeptos pasó de espíritus convencidos a desocupados que pasaron de tener un spray de pintura a una automática. Con un sueldo, viviendo en una pseudo-clandestinidad y arropados con mantos de héores por la gente de las localidades dónde iban de vinos, el ser gudari se convierte en algo más que una profesión. Los arropadores hablan de los chavales, orgullosos de codearse con ellos y los chavales puede que no paguen en ningún bar. ¿En serio tenemos la certeza de que se puede acabar con eso a través de una tregua?


Yo no me fío y no estaré tranquilo hasta que, o bien el gobierno consiga cerrar el grifo, o hasta que los socios capitalistas de los etarras pierdan la ilusión por poner pasta ahí. Todo esto sin contar que el primer paso no es salir por la tele con máscaras de seda haciendo anuncios ambiguos, sino dejar de enviar cartas de extorsión.

domingo, 5 de septiembre de 2010

La conjura de las ciudades


Hoy es domingo. Como dice Nrq, todos merecemos una entrada breve, tranquila, nada de barrenes que me muerden la cabeza y no me dejan disfrutar de un buen libro, de los mimos de mi perra, del aire libre -aunque la niebla no me deje ver más allá de mis narices, sé que saldrá el sol-

Tengo ante mí 24 horas de disposición a la serenidad, lo que no quiere decir que lo consiga, ni mucho menos, pero quizá el hecho de que no se presente el día preñado de infinitos horrores, como decía Ignatius Reilly, anime.

He pensado en el mercado y la ciudad. Muy propio. Me gusta reflexionar sobre ciudad y ciudadanía y a N le gusta hacerlo sobre el mercado y sus leyes. Repito, muy propio.

Bien, pues ahí voy.

Creo que la ciudad no puede ser reducida a valores de cambio, y el mercado es incapaz de resolver por sí solo -con su oferta y demanda- los grandes temas urbanos. Muchos liberales rechazan la idea de tener un plan para la ciudad por su directa oposición al mercado.

Veamos, el premio Nobel de economía, Hayeck, al que hemos echado mano a veces en esta zódiac como padre del pensamiento liberal actual, asegura que la única racionalidad efectiva es la que resulta del equilibrio de las acciones individuales y que no hay ninguna racionalidad superior a la de los individuos. Sin embargo, la realidad es tozuda y demuestra una y otra vez en diversas ciudades del mundo que el mercado es incapaz de resolver los conflictos urbanos.

Por su parte, otro Nobel de economía, Keynes, gurú del intervencionismo estatal en las leyes del mercado, dice que el futuro no se prevé sino que se inventa. Bien, además de ser una frase hermosa, redonda y... vacía, me resulta bastante evidente que una planificación coherente no puede hacerse de espaldas al mercado por la simple razón de que trabaja en el mismo contexto.

La transformación de las ciudades no puede quedar, a mi juicio, en un mero proceso descriptivo, reducido a su lógica. Supongo -no voy a contradecir a dos grandes, aunque opuestos, economistas, Dios me libre- que ambas reflexiones son formas de aproximarse a la ciudad de manera imprescindible pero insuficiente. La ciudad no será una mera extrapolación de tendencias históricas, si no que va a ser, en mi humilde opinión, el resultado de la capacidad creativa de cada generación.

Control normativo, sí, pero también innovación, creatividad, imaginación, funcionalidad... no me veo vagando por la ciudad y que el olor a salchichas me obligue -como a Reilly- a detenerme ante una fábrica que se llama "Vendedores Paraíso, Incorporated"