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jueves, 27 de junio de 2013

la Sanidad como institución

Gallup sacó el martes los resultados de una encuesta en la cual se muestra la bajada de confianza del pueblo americano en el sistema médico. La pregunta se realizó de forma muy inteligente. Le voy a nombrar una serie de instituciones y dígame si tiene mucha confianza en ella o poca. Entre las instituciones se incluyeron el ejército, la policía, la Presidencia del país, Iglesia (cualquier Fe, no piensen con referente español), la Corte Suprema... 

Un punto a tener en cuenta de inicio es no pensar en plan “claro, es que los americanos y su seguridad social, los seguros privados y lo caros que son…” No, es simplemente la confianza en el entorno médico

Digo que la pregunta era inteligente porque si me preguntan qué confianza tengo en una institución y sólo me dan la opción de elegir entre mucha o bastante y poca o ninguna puedo leer la confianza en esa institución por dos vías; una la respuesta directa a la pregunta: o mucha o poca
Y resulta que un 36% de los americanos piensan que el sistema sanitario les da confianza y un 26% piensa que no les da confianza ninguna.
La otra vía es comparar con la respuesta del año anterior. Si bien la de poca confianza se mantiene en el mismo valor, la alta confianza baja en 2013 nada menos que 6 puntos hasta los citados 36.

¿Puede ser el Obamacare? Puede ser
Pero el año pasado el 49% de los republicanos confiaban mucho en la Sanidad por el 34% de los demócratas. Sería lógico pensar que, tras las intenciones de reforma del Presidente, la confianza republicana iba a caer, como así ha sido, y en 7 puntos. ¿Y los del parido del Presidente Obama? Sería lógico pensar que ha aumentado, claro. Pues no, se ha desplomado casi tanto; hasta el 28%; 6 puntos.

Ahora, España. Según el CIS la de médico es la profesión mejor valorada con una nota de 8,52 (siendo la peor valorada la de juez con un 6,31) y la Sanidad pasa del 6 de nota. Parece que el problema no está en el profesional, sino en el sistema. Entiendo, y aún no tengo datos, que con la marea blanca y demás movimientos, el que la sanidad pública haya sido víctima de los recortes habrá elevado la valoración ante el público, pero no deja de ser curiosa la disparidad entre ambos países.

Lo achaco principalmente a la diferencia de modelos. Aquí está planteándose un cambio de modelo hacia uno más eficiente y menos costoso para las arcas públicas, mientras allí se está planteando un modelo dirigido a una mayor atención y cobertura. Aquí hay incertidumbre, porque nadie se ha parado a explicar cómo va a ser, dónde va a estar el dinero ni cómo va a ser la atención. Allí la valoración es más a cómo funciona el sistema en sí. Aquí los médicos cometen los mismos errores que allí, lo que ocurre es que en Estados Unidos los médicos son más susceptibles de ser encausados, esto sale en la prensa, genera mucho ruido, mala fama y golpea a la profesión. Aquí los casos son muy puntuales y no hay cultura (en ocasiones ni eficacia) en la demanda, con lo que el ruido no se expande en exceso. En definitiva, aún haciendo las mismas preguntas, no estamos valorando lo mismo y aquí está el demonio de la estadística. Un número no vale nada sin el entorno.

martes, 25 de junio de 2013

Malas relaciones

Dahl tenía razón: "Si la razón principal para tener partidos políticos es que éstos faciliten la democracia en el Gobierno del país, ¿acaso los partidos internamente oligárquicos no podrían servir tan bien, o quizá mejor, a ese propósito que los que son más o menos democráticos?"

Los votantes suelen preferir la unidad del partido a los debates internos. Esto sucede porque tienden a interpretar que tales debates no son muestra de democracia sino de faccionalismo oportunista y de débil capacidad política, o que constituyen señales de que algo va mal. Y como se suele castigar a los partidos divididos, los gobernantes, sus herederos políticos, y la mayoría de los militantes que los apoyan introducirán medidas de disciplina. Entonces, si se percibe que el partido está unido, aumentará el apoyo electoral. Si con el fin de fomentar la disciplina, operan listas cerradas, los partidos se mantendrán más tiempo en el poder y los primeros ministros tendrán un futuro más predecible. En consecuencia, los votantes pueden rechazar a "buenos" agentes con partidos en los que se utiliza activamente la voz, y recompensar a "malos" agentes que tengan un partido disciplinado.

Las víctimas de esta situación son los activistas críticos. Puede que sólo consigan generar incentivos para que el Gobierno sea un buen agente si su amenaza de escisión interna es creíble y tal escisión supone un grave riesgo electoral.

En resumen, la fórmula según la cual un partido facilita el control democrático de su Gobierno es probable que conduzca a su derrota electoral. O lo que es lo mismo: el que se mueva no sale en la foto.

lunes, 17 de junio de 2013

Una guía para el pensamiento

Comentaba ayer con un grupo de amigos entre prados verdes (lujazo) cuánto me gusta releer, y cómo, cuando años y años después, cae de nuevo un libro ya leído entre mis manos, se me alborontan los recuerdos, qué relectura, qué placer....

Hace poco tiempo me ocurrió con un título, de pocas páginas, que se titulaba El signo de los cuatro. Golosamente encerrada en mi cuarto, pasé la tarde feliz en modo relectura, disfrutando como otros muchos con los que comparto admiración por Arthur Conan Doyle... me refiero a una de las novelas que narran las aventuras de Sherlock Holmes.

Hubo un hecho en esa lectura, además de la intriga y las personalidades del famoso detective y su colega, que hace ahora que, tantos años después, aún me acuerde de las horas que pasé atrapada por la fascinación en mí ejercieron algunos pasajes de esa historia. Al fin y al cabo no siempre es Shakespeare quien modela nuestras almas.

Aquella tarde de la que les hablo volví a leer esos párrafos en los que el héroe de Baker Street le habla a su amigo de los libros
que escribió: uno sobre la diferencia de las cenizas de las distintas clases de tabaco y otro sobre la influencia de los oficios en la forma de las manos. Cuando Watson le dice a Holmes que éste tiene un talento extraordinario para las pequeñeces, sentí, quizá de forma inconsciente, que aquello era una guía para el pensamiento.

Desde entonces amo los detalles y aborrezco las vaguedades... ah! y desconfío de los pesados.

jueves, 13 de junio de 2013

Investigaciones Preventivas

Si a ustedes les dijeran que el CNI espía sus comunicaciones no porque sean ustedes, sino por detectar señales potencialmente peligrosas, ¿lo entenderían como una medida preventiva de seguridad o como una intromisión en la privacidad?
Si preguntan en su entorno ¿su entorno tendría la misma respuesta que ustedes?

Claro que esta respuesta tiene ciertos componentes, uno de ellos la sensación de amenaza. Según el barómetro del CIS del mes de marzo el terrorismo no es de ni de lejos el principal problema y sólo le preocupa a un 0,4% de los españoles. Si echamos la vista atrás en el mismo mes año tras año vemos que ha ido perdiendo fuerza pero, lógicamente, en marzo del 2004 marcaba un más 70% y era principal preocupación para los españoles. ¿nuestra respuesta a la vigilancia del CNI hubiera sido la misma que hoy? Entiendo que no.

Todo esto viene porque Pew Research ha publicado una encuesta en la que el 56% de la población americana ve razonable la investigación de las comunicaciones con una orden judicial pedida en secreto frente a un 41% que piensa que es una injerencia en la vida privada.
Curiosidad 1; si no hay orden judicial el porcentaje de la gente que aún lo ve razonable es 5 puntos más bajo, 51%
Curiosidad 2; un 45%, incluso, cree que sería razonable entrar en el correo de la gente frente a un 52% que cree que ya sería excesivo.

Piensen en sus convicciones políticas; ¿quiénes creen que apoyan más esas investigaciones: demócratas o republicanos? Un 52% de los republicanos piensan que es aceptable frente a un 64% de los demócratas y un 53% de los independientes (45%, 53%, 38% con los eMails). Los números son claros en un país que sigue considerándose (por propios y ajenos) objetivo central de ataques terroristas, organizados o no.

¿Y España? Bueno; el CIS sacará en el barómetro de mayo un estudio en el que se habla de privacidad ante una sociedad supercomunicada. Taimados para temas que desconocemos (internet no tiene tanta penetración en España como en Estados Unidos) nos encontramos en una situación muy dispersa de opinión en la disyuntiva información vs seguridad. El porcentaje mayor es un 20%, sin diferenciación ideológica, en el que el acceso a la información es tan importante como la seguridad de dicha información.

¿Conclusión? En España las libertades civiles y la presencia del gobierno no tienen un marcado componente político. Ya que estamos especialmente condicionados por el día a día y hoy la amenaza terrorista no es evidente, consideramos que podría ser escandaloso (y sólo podría serlo porque la opinión es muy taimada) que el gobierno nos incluyera aleatoriamente en sus investigaciones sin que haya diferencia en esta opinión entre progresistas y conservadores.

Tampoco creo que algo como los impuestos tenga aún un marcado componente ideológico, aunque habría que investigar en profundidad. Ahora, algo debe estar cambiando cuando Aznar sale al foro político pidiendo bajar los impuestos. Entiendo que una necesidad de creación de empleo se empieza a entender como origen en la creación de empresas y que la responsabilidad del gobierno está en crear un entorno fiscal y legal favorable. No se cambian percepciones en dos días, pero el equipo de Aznar debe estar viendo una tendencia en la que ponerse al frente. Pero esto ya es para otro día

lunes, 10 de junio de 2013

La pizza de Pavolv

¿Se han preguntado alguna vez por qué siente un deseo incontrolable de comer pizza cada vez que escucha el timbre de su casa? Si no se han hecho esta pregunta, entonces una gran cadena de pizzerías ha gastado sumas ingentes de dinero en campañas publicitarias que no  están dando resultado. ¿Por qué habría de sentir un deseo incontenible de comer pizza cuando suena el timbre de mi casa? Un anuncio de televisión de esa cadena de pizzerías muestra una pizza cubierta de queso fundido y otros exquisitos ingredientes. Eso debería despertarme el apetito, un poco al menos. A continuación, en el anuncio suena el timbre de una casa y, en ese momento, aparece el repartidor entregando la apetitosa pizza. Lo que buscan los dueños de esa cadena de pizzerías es que nosotros, como televidentes, pensemos en su producto cada vez que suena el timbre de casa. ¿Por qué creen que eso es posible?

Dejemos de un lado la pizza y pensemos durante un momento en la filosofía, que podría revelarnos en qué radica la genialidad de los dueños de la pizzería en cuestión. Hace más de cien años, un grupo de filósofos ingleses intentaron descubrir la naturaleza del pensamiento. Llegaron a la conclusión de que el pensamiento es una sucesión de ideas que se integran por medio de la experiencia. Postularon que dos experiencias sensoriales que se presentan simultáneamente quedan asociadas. Cuando una se presenta, la otra hace su aparición automáticamente.

Esos filósofos ingleses llamaron aprendizaje asociativo a ese proceso porque los hechos o experiencias se asocian debido a que ocurren al mismo tiempo: Timbre/Pizza   Autopista/Tráfico de vehículos. En efecto, dos son las condiciones que han de tener lugar para conseguir una asociación: Contigüidad y frecuencia. Es decir, que ocurran al mismo tiempo y cuanto mayor frecuencia más sólida será la asociación.




jueves, 6 de junio de 2013

Tiempo de Legado

Es tiempo de legado. Un Presidente americano tiene un tope de dos mandatos, ocho años. El primer mandato gira siempre en torno a la situación nacional: seguridad, bienestar, acción económica… y una cadena tensa en cuestiones internacionales. Un primer mandato no permite creatividad ni pasos en falso, si lo que persigues es llegar a ganar el segundo.

Pero el segundo mandato es el que buscan los Presidentes para dejar recuerdo, memoria, legado en definitiva.

Nixon fue tan efectivo en su primer mandato que ganó en 49 de los 50 estados en la relección. El segundo quedará como Watergate. Reagan en el primero impuso mano dura en la huelga de controladores, aplicó la política económica conocida como Reaganomics basada en un liberalismo casi de libro y bajada de impuestos. Intervino en Granada y se anduvo con mucho ojo a la hora de eternizarse en una lucha en el Líbano. Su segundo mandato quedó marcado por el fin de la guerra fría, el bombardeo de Libia y, sin que le marcase excesivamente, Iran – Contra, pero si acabas con el comunismo, luchas contra el crack y consigues la auto-inmolación de un oficial de los Marines… bueno, ya tienes un legado.
Y… bueno, Clinton es un caso aparte.

Si lo piensan Kennedy es más mito que hechos, Carter o Bush padre no pasaron el examen del primer mandato, lo que suena a fracaso, y Bush hijo dejó muy marcado un legado. Yes que lo que intentas hacer en el segundo mandato te puede salir bien o muy mal (muy bien es raro).

Obama lleva meses haciendo movimientos para centrar su segundo mandato en la orientación que le lleve a la posteridad. Durante sus dos primeros años intentó mantener una línea firme, casi inexpugnable. Pero si los dos primeros años tuvieron un efecto no deseado y esto le obligó a ser más conciliador, este segundo mandato, dado que ya no tendrá que ser elegido de nuevo, le abre un campo enorme; control de armas (sólo hablan de restricciones aquellos que no tienen ninguna elección que perder), seguridad social, inmigración, orden mundial… agenda demócrata en estado puro.

A la sustitución de Geithner por Lew, de Clinton por Kerry y de Panetta por Hagel les ha seguido la dimisión de Donilon y ha puesto a la hasta ahora Embajadora ante Naciones Unidas, Susan Rice, como Asesora de Seguridad Nacional y, en su sustitución en la ONU, a Samantha Power.
El ASN es quién recoge la información militar y de inteligencia y asesora al Presidente en los pasos a dar ante una situación que afecte a la seguridad nacional. El puesto lo han tenido Kissinger, Pointdexter, Carlucci, Powell, otra Rice, Condoleezza o el general Jones. Nombrar a Rice y Power en ambos cargos implica buscar rebajar la tensión, como si ahora quisiera mostrar por qué hace cuatro años le dieron el Nobel de la Paz.



Pero Rice fue la embajadora ante las Naciones Unidas que actuó poco menos que como Ángel Acebes (otro legado a estudiar) ante los ataques en Benghazi que costaron la vida al embajador americano en Libia Christopher Stevens, a un oficial de información y a dos Navy Seals. No sé si lo hizo por falta de información, por disponer de información poco veraz o por no soliviantar la situación. Si es cualquiera de los dos primeros, regular, porque te muestras o ignorante o incauta. Si es por lo segundo, peor, porque muestras flanco a alguien que te va a volver a atacar. Cualquiera de las tres, demasiado locuaz. Esto, presumiblemente, le costó la Secretaría de Estado. No voy a cuestionar su capacidad, porque el cargo tiene aspectos que me quedan muy lejos, pero sí sé que el cargo requiere cautela, discreción, párrafo corto y mucha, mucha capacidad de evaluación. Si Obama la ha elegido es porque vale y porque cree firmemente que responderá a las expectativas que requiere su legado.

lunes, 3 de junio de 2013

El encanto de lo oriental

A ver si me explico. Schopenhauer partía de la hipótesis de que el ser es la fuente del dolor y del mal; y la única forma de evitarlo es impedir su desarrollo. En Occidente, según Schopenhauer, sólo algunos grandes literatos del Barroco español habían captado lo fundamental de esta filosofía. Su cumbre lo representa, para él, La vida es sueño, de Calderón de la Barca, donde Segismundo proclama que :

"el delito mayor
del hombre es haber nacido"

Simplificando al extremo esta primera pero fecunda interpretación, la cultura occidental buscaría el bien y la felicidad en un pleno de "más ser", lo que implica el desarrollo histórico hacia la búsqueda de lo absoluto, mientras que en la cultura oriental sería una cultura no histórica, para la que la salvación residiría en una vuelta del hombre al cosmos.

Así, la cultura oriental busca la perfección por abajo, en la disolución del sujeto en el cosmos del que proviene, renunciando a una construcción histórica que es la fuente de todas las calmidades. La perfección para el occidental está en la suma de todas las determinaciones, es decir, en el pleno, mientras que para el oriental estaría en el rechazo de las mismas, es decir, en el vacío.

Dos respuestas contrapuestas ante el hecho de la finitud.

Supongo que la respuesta está en el camino que se decida caminar... al fin y al cabo como Hegel advierte en el inicio de su Lógica, el ser absoluto y la nada absoluta son la misma cosa.