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lunes, 6 de febrero de 2012

ONU

Tengo la impresión de que hemos fracasado.

Verán, tenemos un mundo globalizado a nivel económico en el que la política tiene un papel casi ridículo comparado con el permanente tsunami de las subidas y bajadas de la Bolsa.

La mejor forma de constatar este fracaso es comprobar el patético papel que hoy cumple en el mundo la Asamblea General de las Naciones Unidas. Tenemos ahí una asamblea constituida por interlocutores de todos los países que supuestamente se han puesto de acuerdo en una lista de derechos que se deben tener independientemente de cualquier consideración nacional, racial, política... y que están decididos a discutir a partir de ese acuerdo fundamental. Ahí es donde deberíamos poder localizar ese lugar vacío en el que cualquiera pudiera reivindicar sus derechos en tanto que ciudadano. Ahora bien, la ONU apenas tiene ningún poder en el mundo actual y la Declaración de los Derechos Humanos, a partir de la cual la ONU debería estar enderezando el curso político del planeta, no es más que un papel mojado que unas cuantas ONG se dedican a pasear por aquí y por allá.

6 comentarios:

Unknown dijo...

La ONU nunca fue un organismo muy válido por haber estado siempre manejada por los más poderosos; la democracia ha brillado por su ausencia desde su fundación y nunca ha resuelto conflictos.
Los políticos, en tiempos pretéritos, han pertenecido a la nobleza o a la Iglesia, hasta la revolución industrial, con la aparición de una nueva clase, la burguesía (los Sine Nobilitate,Snob),que tenía riqueza y después poder. Riqueza y poder son dos términos de una misma ecuación en la cual la riqueza prima sobre el poder político en las democracias actuales, y el poder político está siendo fagocitado por los poderes económicos y convertido en testaferros de sus negocios. Al final de la cadena estamos los ciudadanos, doblemente sometidos al poder de nuestros políticos y a la tiranía de los mercados.
Y la ONU no es más que un reflejo de todo este tinglado.
Saludos.

Olivia dijo...

Aunque no soy creyente, colaboro (no lo suficiente) con una ONG católica, por ser transparente y muy eficaz. Y porque veo una actitud ejemplar en el ínfimo coste que las actividades y gestiones de sus colaboradores a una organización. Y eso anima y convence, claro.
Por poner un ejemplo: cuando hay que viajar a Madrid desde pronvicias para las habituales reuniones de coordinación -creo que una vez al mes- las personas que conozco viajan en autocar, y una vez allí, en la capital, el que no va a casa de un familiar o amigo, duerme en colegios, conventos, en lo que se pueda.

Oyendo a esta admirable gente, y sobre todo a los misioneros y voluntarios que están sobre el terreno, te enteras que la confianza de los más desfavorecidos en los Cascos Azules, es muy pequeña. El caso de Haiti fue especialmente duro, pues se recogió mucho, pero que mucho dinero para ayudar a ese desgraciado pais. Pues bien, no era posible traducir esa ayuda en nada, por la ineficacia de NU y sus C.A. Sólo la llegada de las fuerzas americanas consiguió desbloquear la situación.

Francamente, corrupción aparte, no creo que la ONU sirva para nada, excepto para los habituales chistes neoyorkinos. Aunque no deja de ser un sitio de reunión, con todo lo bueno que tiene intercambiar palabras, que a veces, pocas, da buen resultado.

Nrq dijo...

La ONU es una paradoja hecha cuerpo; nadie la ve útil, pero no puedes hacer nada sin una resolución. Si no hay resolución es un acto "ilegal". Pero luego se denuncia lo que ocurre en Cuba o Sahara y cada uno se acoge al lado más cubierto, bien sea ONU, Derechos Humanos o Libertad del pueblo.
Y lo más paradójico es que no tomo a casi ninguno de los delegados como bobas marionetas. Deben tener un nivel de frustración enorme muchas veces.

Louella Parsons dijo...

Todos estamos viendo con horror lo que está ocurriendo en Siria y, sin embargo, China y Rusia vetan la condena del Consejo de Seguridad de la ONU. Han esgrimido no sé qué razones. El caso es que Siria se dirige sin remedio hacia una guerra civil.
Hasta ahora, no sé si la ONU ha resuelto algún conflicto pero la sensación desde fuera es que el miedo a tomar decisiones demasiado inntervencionistas o políticamente incorrectas les lleva a fracasar continuamente.

Como los miembros de la ONU sean como los observadores-pacificadores que vienen por nuestro país a decirnos cómo actuar con nuestro terrorismo, vamos listos.

Tasmania dijo...

Cierto, Siria al borde de la guerra civil y los rusos diciendo que los europeos somos una pandilla de histéricas.

Claro, eso lo dicen en la sede de la ONU, no me lo dicen a mí en la calle.

Olivia dijo...

EFE/GINEBRA
La relatora especial de la ONU para la independencia de jueces y abogados, Gabriela Knaul, ha señalado que la condena impuesta al juez Baltasar Garzón por las escuchas del caso Gürtel "parece una venganza" y consideró que puede responder al deseo del Tribunal Supremo de no pronunciarse en el caso de la memoria histórica.

"Otros jueces e instancias judiciales españolas, incluidas la Fiscalía, avalaron la actuación de Garzón en relación con las escuchas, pero sólo él ha sido castigado. Parece una venganza", dijo Knaul a Efe en una entrevista telefónica desde Brasil.

La juez brasileña, con una larga experiencia en la administración de los sistemas judiciales nacionales e internacionales, afirmó: "mi principal preocupación es que (Garzón) tiene tres investigaciones diferentes. Temo que estén utilizando esta primera para castigarle y que al final no le juzguen y sentencien por las otros dos".

"Como ha perdido el cargo a raíz de esta sentencia (11 años de inhabilitación en la carrera judicial), el Tribunal Supremo español podría decir ahora que los otros dos procesos ya no tienen sentido, porque la persona imputada ya no es un juez", explicó.

"La condena permite al Supremo escapar de la necesidad de emitir un veredicto sobre los otros dos casos, especialmente en el relacionado con la memoria histórica", agregó Knaul en relación a la acusación de prevaricación contra Garzón por declararse competente para investigar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo.

La relatora especial afirmó no tener razones para ver "una motivación política" tras la condena de Garzón por las escuchas, pero expresó "la profunda preocupación que me produce el impacto que la sentencia tendrá en la independencia judicial en España".

"Mi temor también es que lo ocurrido pueda ser utilizado como una manera de intimidación contra otros jueces y tribunales en España", indicó Knaul, que definió a Garzón como "una persona competente, que conoce bien las leyes y que sabía que hacía una excepción cuando ordenó interceptar comunicaciones entre imputados y sus abogados".

La juez brasileña señaló que "es importante recordar que todo el mundo debe rendir cuentas ante la justicia", pero insistió en que "Garzón es un juez cualificado y muy respetable, que debería ser respetado en lo que se refiere a la independencia de sus actos".

"El veredicto final es desproporcionado en relación con el caso, porque, aunque existe un derecho de confidencialidad entre abogado y cliente, no se aplica en absoluto si se tiene evidencia de que se está cometiendo un delito", argumentó la jurista.

El miércoles pasado, la relatora especial ya declaró en un comunicado que "los supuestos errores en las decisiones judiciales no deberían ser una razón para la expulsión de un juez y, mucho menos, para la puesta en marcha de un proceso penal". EFE