"Uno puede jugar a inventar significados"
John Berger. Otra manera de contar
El cielo, a esa hora imprecisa de la mañana, tenía el color gris de los espejos gastados. Hacía frío. Se había pasado toda la noche bebiendo ginebra y, cuando salió a la calle, sintió en el aire el tacto y el olor de peces muertos. Le dolía el estómago. Le dolía el hígado y tenía hambre. Comería lo que fuese, rosas enteras llenas de espinas, pero necesitaba, sobre todo, que le naciese una goiaba dulce en el fondo de la garganta, en el fondo de la amargura. Algo que le permitiese soportar los próximos e inevitables besos aceitosos del camarero de primera clase que le escribía una sola carta en cada travesía para anunciarle el día justo de su llegada, para atraparla con la promesa del suave polvo blanco que la convertía en hielo cada vez que lo aspiraba. Y corría tras él. Ya no le importaban los jabones olorosos ni las cajas de dulces que le regalaba en los primeros viajes, cuando aparecía todo preparado y pulcro en la puerta de la casa. Le gustaban esos regalos al principio, cuando aún no se pasaba las noches bebiendo, bailando y buscando clientes en los locales más lujosos de la ciudad.
Siguió al transatlántico que la arrastraba, sin remedio, hacia el muelle. En la cabeza le resonaban las palabras del camarero la primera vez que se acostaron:
Meninha, sábesme doce como me saben as goiabas.
lunes, 30 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
Brown
Pues ayer, después de 12 horas de viaje, aterricé en Boston. Fui a conocer las oficinas y de ahí a echarme una siesta que, como no podía ser de otra manera, no pude dormir hasta bien entrada la noche. A cambio me he despertado esta mañana a las 0430h hora local y, viendo que daba vueltas en la cama, me he puesto a estudiar al candidato para el que colaboro y a su rival.
Scott Brown es el Senador por Massachussetts que ganó el asiento tras la muerte de Ted Kennedy hace dos años. Las legislaturas para los Senadores es de seis años, pero el congreso se divide en tres clases que abarcan cada una un tercio del total. Cada clase se renueva, por tanto, cada seis años, con dos de diferencia entre una y otra. Como el Senador Brown pertenece a la clase A, este año le toca renovar, ya que la elección que le dio acceso al Senado fue una elección extraordinaria.
Fue la primera victoria republicana tras la llegada de Obama a la Casa Blanca y justo en el momento en que más intenso era el debate para aprobar el Healthcare, lo que se tomó como un signo de rebelión del electorado, especialmente en Massachussetts, tierra de los Kennedy y muy liberal, que este año le da en las presidenciales el Estado a Obama de nuevo.
Pero Brown no habla sólo para los republicanos, sino que su principal foco son los votantes independientes, los que no se sienten especialmente representados por ningún partido y el mensaje es claro; empleo, crecimiento y una América donde se vuelva a vivir de forma tranquila.
Les seguiré contando.
Scott Brown es el Senador por Massachussetts que ganó el asiento tras la muerte de Ted Kennedy hace dos años. Las legislaturas para los Senadores es de seis años, pero el congreso se divide en tres clases que abarcan cada una un tercio del total. Cada clase se renueva, por tanto, cada seis años, con dos de diferencia entre una y otra. Como el Senador Brown pertenece a la clase A, este año le toca renovar, ya que la elección que le dio acceso al Senado fue una elección extraordinaria.
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Scott Brown |
Fue la primera victoria republicana tras la llegada de Obama a la Casa Blanca y justo en el momento en que más intenso era el debate para aprobar el Healthcare, lo que se tomó como un signo de rebelión del electorado, especialmente en Massachussetts, tierra de los Kennedy y muy liberal, que este año le da en las presidenciales el Estado a Obama de nuevo.
Pero Brown no habla sólo para los republicanos, sino que su principal foco son los votantes independientes, los que no se sienten especialmente representados por ningún partido y el mensaje es claro; empleo, crecimiento y una América donde se vuelva a vivir de forma tranquila.
Les seguiré contando.
lunes, 23 de julio de 2012
Política, crisis y juego de tronos
Los columnistas se han puesto solemnes hoy, pendientes de que la Bolsa baje de los 6.000 puntos del IBEX. La prima se situaba esta mañana por encima de los 630 y pareciera que todo el mundo se prepara para recibir a los hombres de negro; una locura.
Algunos llaman a gritos a Aznar, otros nos recuerdan la Alemania de 1930, con el nazismo en alza, y los más insisten en que vivimos la España de 1950.
Lo cierto es que todos tenemos un amargo sabor en la boca. Ayer, Feijóo, Presidente de la Xunta de Galicia, aseguró en una entrevista concedida a La Voz de Galicia que está en disposición de bajar el número de diputados de la Cámara gallega de 75 a 60. Hoy he tenido el placer de leer en ese mismo periódico que, of course, PSOE y BNG se oponen. Aseguran que ese hecho socava la representatividad de los grupos. El PSOE interpreta el anuncio como una maniobra para "tapar una nefasta gestión en términos económicos" y el BNG encuentra "otra evidencia de que el PP lo que busca con la disculpa de la crisis es romper los más elementales derechos democráticos"
A la espera de crónicas políticas desde EEUU más edificantes yo me pido ser Jon Nieve, vigilar el muro y decirme una y otra vez que esta guerra no va conmigo.
Algunos llaman a gritos a Aznar, otros nos recuerdan la Alemania de 1930, con el nazismo en alza, y los más insisten en que vivimos la España de 1950.
Lo cierto es que todos tenemos un amargo sabor en la boca. Ayer, Feijóo, Presidente de la Xunta de Galicia, aseguró en una entrevista concedida a La Voz de Galicia que está en disposición de bajar el número de diputados de la Cámara gallega de 75 a 60. Hoy he tenido el placer de leer en ese mismo periódico que, of course, PSOE y BNG se oponen. Aseguran que ese hecho socava la representatividad de los grupos. El PSOE interpreta el anuncio como una maniobra para "tapar una nefasta gestión en términos económicos" y el BNG encuentra "otra evidencia de que el PP lo que busca con la disculpa de la crisis es romper los más elementales derechos democráticos"
A la espera de crónicas políticas desde EEUU más edificantes yo me pido ser Jon Nieve, vigilar el muro y decirme una y otra vez que esta guerra no va conmigo.
jueves, 19 de julio de 2012
aventura
Buenos días;
Tan sólo comunicarles que hoy es el último día (por una
temporada) en que les escribiré de forma regular cada jueves. Espero poder
hacerlo más a menudo que sólo una vez a la semana y contarles mis peripecias,
que para eso esto es una bitácora, dentro de una campaña al Senado de los Estados
Unidos.
Es una aventura y, como tal, emociona y asusta al mismo
tiempo, pero sé que voy a sacar de ella todo lo que se pueda exprimir, tanto la
campaña, como mi capacidad.
Salgo para Estados Unidos la próxima semana y, a partir de
entonces, les contaré cómo se mueven las cosas por allí, cómo se realizan las
acciones de comunicación, las relaciones con la prensa, el contacto con los
ciudadanos, debates… y cómo se vive una campaña electoral desde dentro, siempre
y cuando se puedan contar.
Pues lo dicho, que ahora me echarán no de menos, sino que posiblemente
de más.
lunes, 16 de julio de 2012
Releyendo a Moravia
Releer libros viejos es un placer del que disfruto a menudo... Mientras leo una novela actual -o no- acostumbro a revisar en la biblioteca antiguos títulos, a veces encuentro algo, a veces no. Este fin de semana me encontré con "El Desprecio" de Moravia. No, en realidad me encontró él a mí, por el modo en el que se me echó a los ojos...
"Durante los primeros dos años de matrimonio, mis relaciones con mi esposa fueron -hoy puedo decirlo- perfectas. Quiero decir que, en aquellos dos años, el acuerdo de los sentidos, completo y profundo, iba acompañado por ese oscurecimiento o, si es preferible, por ese silencio de la mente que, en semejante circunstancia, suspende todo juicio y se remite sólo al amor para cualquier valoración de la persona amada. En resumidas cuentas, Emilia me parecía carente por completo de defectos, y lo mismo creo que aparecería yo ante sus ojos. O tal vez veía sus defectos y ella veía los míos, pero, por una misteriosa transmutación producida por el sentimiento del amor, se nos mostraban ambos no sólo perdonables, sino incluso amables, como si, en vez de defectos, hubiesen sido cualidades, aunque de un género muy particular. Sea como fuere, no nos juzgábamos; simplemente nos amábamos."
La historia de Penélope y Ulises remite a la historia de Ricardo y Emilia. Ricardo dice hacia el final de la novela: "Como en las cajas chinas, cada una de las cuales contiene en su interior otra más pequeña, la realidad parecía contener un sueño que a su vez contenía otro sueño, y así hasta el infinito"
El Desprecio es, a mi juicio, un texto que analiza otros textos, los literarios y los cinematográficos.
"Durante los primeros dos años de matrimonio, mis relaciones con mi esposa fueron -hoy puedo decirlo- perfectas. Quiero decir que, en aquellos dos años, el acuerdo de los sentidos, completo y profundo, iba acompañado por ese oscurecimiento o, si es preferible, por ese silencio de la mente que, en semejante circunstancia, suspende todo juicio y se remite sólo al amor para cualquier valoración de la persona amada. En resumidas cuentas, Emilia me parecía carente por completo de defectos, y lo mismo creo que aparecería yo ante sus ojos. O tal vez veía sus defectos y ella veía los míos, pero, por una misteriosa transmutación producida por el sentimiento del amor, se nos mostraban ambos no sólo perdonables, sino incluso amables, como si, en vez de defectos, hubiesen sido cualidades, aunque de un género muy particular. Sea como fuere, no nos juzgábamos; simplemente nos amábamos."
La historia de Penélope y Ulises remite a la historia de Ricardo y Emilia. Ricardo dice hacia el final de la novela: "Como en las cajas chinas, cada una de las cuales contiene en su interior otra más pequeña, la realidad parecía contener un sueño que a su vez contenía otro sueño, y así hasta el infinito"
El Desprecio es, a mi juicio, un texto que analiza otros textos, los literarios y los cinematográficos.
jueves, 12 de julio de 2012
Angela
La portada de la revista Time de esta semana
trae un primer plano de la Canciller Alemana junto al titular “Porque a todos
les encanta odiar a Angela Merkel” y, en un tipo más pequeño, justo debajo “y
por qué todos están equivocados”.
No he leído el artículo, pero le pienso dedicar
el tiempo necesario este fin de semana. Ahora, el titular es suficientemente
llamativo como para desbocar la mente a pensar por qué, no sólo se odia a
Angela Merkel, sino que gusta odiarla y, me atrevería a decir, incluso prodigar
ese odio.

Algela Merkel nació en Hamburgo, pero creció y
estudió en Alemania Oriental. Alemania era un país devastado en el año 1945 y, de
hecho, Alemania Oriental fue un país devastado durante mucho más tiempo que
Alemania Occidental. Alemania Occidental se reconstruyó. Muchos dirán que
gracias al dinero americano, pero a esta gente habrá que recordarle que,
después de la Guerra Mundial, después de los bombardeos, durante una ocupación y pagando sanciones de dos guerras, los
alemanes salían de trabajar y retiraban cascotes y escombros de las calles,
acelerando así su reconstrucción hasta convertirse en la primera potencia de
Europa, desbancando a países que la ocuparon tras la SGM como Francia y Gran
Bretaña.
Y al cabo de los años cae el muro, Honecker no
es fusilado (puede parecer un dato obvio, pero no lo es) y a Alemania
Occidental le toca asumir la unificación. Pese a los pesimismos, no sólo se
hizo de forma rápida y no traumática, sino que se reafirmó como la primera
potencia de Europa. Y si no pregunten por ahí quién no quiere un Audi, un
Mercedes o un BMW.
Ahora les planteo yo esta situación. Imaginen
que ustedes salen de la pobreza y trabajando se hacen con un negocio, una casa,
coche, luego otra casa, más coches y acaban pudiendo mandar a sus hijos a
Harvard. ¿qué le pedirían a un primo que ha estado sobreviviendo vendiendo
corbatas y luego montando fiestas en Ibiza que llama a su puerta porque se lo
ha gastado todo, tiene deudas de negocios fracasados y les propone meter pasta
en un negocio “que no puede fallar”?
A mí quién me cae mal es el primo.
lunes, 9 de julio de 2012
jueves, 5 de julio de 2012
disciplina (¿?)
Juan
Morano ha sido apartado de la disciplina del Partido Popular por no respetar
la, también, disciplina de voto en el Senado al votar a favor de un cierto
número de enmiendas del PSOE a una ley de regulación de la minería. El PP pretende
abrirle un expediente por deslealtad.
Varias
cosas me vienen a la mente a este respecto.
La primera,
de nuevo, es la inutilidad de un sistema en la que un diputado o senador por
Andalucía ha de votar en el mismo sentido que uno de Asturias. Aunque al de
Andalucía le importe mucho el tema que se vota, y al de Asturias poco, el voto a
favor o en contra tiene la misma intensidad y participación en ambos. Segundo
que lo que es bueno para Andalucía puede no serlo para Asturias y, aun así, la
disciplina de voto obliga a dos personas a votar lo mismo y, ya digo, con la misma
pasión.
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Juan Morano. Senador (grupo mixto, parece). |
Morano
hablaba de “el deber hacia sus electores” y, efectivamente, eso es lo que debe
primar. Los intereses de quién te elige. La política parlamentaria debería ser
independiente del poder ejecutivo y exento de disciplina de voto.
En relación
al primer punto, si el Gobierno detenta la mayoría parlamentaria, decir que hay
separación de poderes es un absurdo. Como ya hemos hablado aquí, ustedes con
su voto, eligen al Congreso a un grupo de gente a la que el partido ha puesto
ahí. ¿Cuántos de ustedes conocen al cabeza de lista?. Incluso siendo de Madrid
o Barcelona (más mediáticos), alguno dudará. Ni hablemos del segundo, tercero o cuarto de esa relación.
Sus votos en las elecciones se suman por provincia y, tantos votos, tantos
candidatos pasan el corte. Pero ustedes seguirán sin saber quién entra en esa lista.
Si ustedes no los eligen y no saben cuántos ni quiénes van… ¿para qué ni
siquiera elegirlos por provincias? ¿para qué elegir tanta gente? Con que haya
uno por partido con una ponderación de voto bastaría. Las comisiones
parlamentarias, dirá alguno. Eso se soluciona con un grupo de abogados y
economistas que trabajen los informes y las propuestas.
Pero
esta gente, estos parlamentarios, se sientan en su escaño, votan y eligen a un Presidente del Gobierno.
Lo eligen ellos, no usted (aunque usted crea que lo elige porque él sale mucho por
TV y se pelea con el que tiene enfrente). Con lo que de una tacada en la que
usted ha hecho bien poco, ya tiene a 400 personas en el centro de Madrid y a un
equipo de Gobierno al lado de la A-6.
Y
resulta que sale un Senador (que sí ha sido elegido al marcar su nombre en una
papeleta, pero admítanlo; de los tres que tacharon la mayoría de ustedes no
sabe ni su nombre ni ha visto su cara por su barrio) decide que debe lealtad a quién
le eligió y esto entra en conflicto con que todo miembro electo del Parlamento
debe votar en el mismo sentido que el resto de la gente que ha sido elegida por
el mismo partido.
Esto, que está permitido en España, genera un conflicto
interno en el partido y le abren un expediente por deslealtad. Absurdo en una
democracia, pero tiene sentido si el sistema es el que acabo de describir; “nosotros
te ponemos ahí, nos debes lealtad”. Esto tiene un nombre y fue magníficamente
interpretado por Joe Pesci.
Por
supuesto, añadir que el PSOE se frota las manos al ver la que se ha liado, pero
haría lo mismo si pasara en su organismo.
Tenemos
un sistema de asustados y de gente de bajo perfil a la hora de legislar y
negociar. Por eso interesa que persista la disciplina de voto y las listas
cerradas. Pero es que la no competencia y la no dificultad sólo genera débiles.
lunes, 2 de julio de 2012
Mi medio
Me puse en pie, como un nuevo ser enteramente, tendí los brazos para abrazar el mundo. Nada había cambiado; era el mundo que siempre había conocido. Pero ahora lo veía con otros ojos. Ya no intentaba escapar de él, evitar sus males o modificarlo en el menor sentido. Era por completo de él y estaba unida a él. Había atravesado el valle de la sombra de la muerte; ya no me avergonzaba de ser humana, demasiado humana... incluso.
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