
Respecto a sus relaciones con los humanos es preciso decir que, en general, acostumbra a aparecerse imponentemente trajeado y hablando perfecto español, aunque es un consumado políglota, hasta el extremo de asegurarse que domina la totalidad de las lenguas conocidas.
Lo más gracioso es que muchas veces lleva barba postiza, hecho que se detecta por dejar al descubierto las cintas que la sostienen, lo que, junto con otras características, lo convierte en un ser casi humano, con sus descuidos y sus actitudes, a veces, ridículas.
Un pacto con el diablo, vender tu alma... una idea que en la cultura occidental encontramos datada desde San Agustín y que cristaliza en obras como Fausto. Pero el diablo también es engañado con lo que el pacto se considera disuelto... dicen que un campesino francés engañó al diablo.
1 comentario:
Crece en mí la sensación de que el Diablo huelga manifestarse. Sabe que tan solo ha de sentarse y mirar mientras nuestros ataúdes -de sus enemigos, y sin embargo, asociados- vamos desfilando ante él.
Mirar es su nuevo negociado. El Diablo es un voyeur. Nos contempla robar, traicionar, asesinar, levantar falso testimonio o sepultar en cimientos el válido; nos mira cuando eyaculamos en receptáculo ajeno a nuestra propiedad y cuando domesticamos serpientes indomesticables...
De ahí que se aburra y algún día, por ello, acometerá la atrocidad mayor.
¿Será coincidencia que Daniel Deföe, autor de "Robinson Crusoe", historia de un hombre en soledad*, o sea, encerrado con su propia maldad y bondad, escribiera una didáctica "Historia del Diablo"...?
* Viernes, no cuenta; es negro. Y no es un comentario racista. Es el espíritu de la obra. Tras los años de convivencia en la isla (spoiler) Viernes muere en un combate contra piratas (creo recordar que eran piratas). Su muerte no ocupa ni el suspiro ni la lágrima del blanco inglés...
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