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lunes, 21 de noviembre de 2011

hoy


Hoy todo el mundo hablará de lo que ocurrió ayer; de la campaña de Rubalcaba buscando golpearse a sí mismo por la izquierda a sabiendas de que no iba a ganar, pero intentando establecer una base que le diera tranquilidad por su lado ideológicamente más natural para, en cuatro años, buscar a los desancantados de hoy que, presumiblemente, estarán desencantados dentro de cuatro años. De la victoria de Rajoy, de los ministrables y de cómo encarar la cuerda floja de la deuda y la financiación que ya ha retirado del gobierno a dos figuras electas en Grecia e Italia.


Pero esta mañana estaba pensando en cómo se enfrenta una situación como ésta. Bueno, cómo se ha afrontado con anterioridad, porque la tarea de Rajoy es difícil y se puede afrontar a través de dos vías; perfil alto y perfil bajo. La segunda, obviamente, es seguir indicaciones de fuera y dejar la responsabilidad de la decisión y la actuación a un ente superior al que uno se somete debido a su descomunal fuerza y empuje.


¿Y la primera? Miren, nunca he pensado de los españoles que seamos gente a la que nos hayan gustado las personas con agallas. Cuando vemos a alguien valiente, osado, con ganas, tendemos a menospreciarle porque se sale del redil, como esos niños del colegio que se ríen del raro si pararse a distinguir si esa "rareza" le hace mejor. En mi colegio tenía un compañero, pongamos Carlos, que jugaba volley y, por aquel entonces, el colegio no competía en este deporte, así que mi compañero estaba federado pero en un club perteneciente a otro colegio. Un año el colegio decide entrar en la competición de volley y llamaron a Carlos para que formara parte del equipo. Carlos dijo que no principalmente porque estaba a otro nivel que el colegio no le iba a dar. Pues bien, después de haber sido criticado por sus compañeros por no jugar a fútbol o basket (con hockey creo que se acababa el espectro) sino a otro deporte. Luego le tacharon poco menos que de traidor y el colegio intentó acudir a no-sé.qué órgano que le prohibiera jugar con otro colegio si el suyo tenía un equipo activo. A mí todo me sonaba raro, especialmente la actitud del colegio que buscaba bloquearlo antes que dejarle desarrollar su nivel, acudiendo incluso a buscar una regla que, como la mayor parte de las reglas, le impiediera seguir. Básicamente era como si tienes a un español que puede ser astronauta y te lo traes de la NASA para que trabaje en Maspalomas orientando antenas simplemente porque es español y aquí hay "tecnología espacial".


¿qué hará Rajoy? No lo sé y no es momento para ser ligero con las medidas a aplicar. Volviendo a lo que pensaba esta mañana busqué un paralelismo en los presidentes USA y me acordé de Carter y Reagan. Reagan, vista la situación que se encontró, basó su política en cuatro pilares:
   1.- Reducir el gasto del gobierno
   2.- Reducir los impuestos referidos a actividad y capital
   3.- Reducir la regulación
   4.- Controlar la generación de dinero para reducir la inflación


Salvo el 4º, creo todos los pilares necesarios, especialmente el 3º y debe ser aplicado no sólo en los textos legales.

7 comentarios:

Noumenadas dijo...

Aunque no soy nada nacionalista, mi enhorabuena a los gallegos. Hasta Fernando Ónega, el que cena centolla, creo que se ha alegrado. Era necesario alguien con temple y buen humor, que lo ha conseguido a la de tres.

Saludos.

José Antonio del Pozo dijo...

pues me parecen muy pertinentes esas tres lineas maestras que señalas
saludos blogueros

Nrq dijo...

Mr del Pozo... si es que no queda otra.

Sostrato de Cnido dijo...

Reducir el gasto del gobierno: sin dudas. Reducir impuestos, sobre todo en la linea indicada, y cotizaciones, que favorezcan la contratación: no tengo dudas. Controlar la generación del dinero: esta fuera de nuestro alcance. Pero desregular?

Desregular los mercados tiene que ir acompañado de grandes medidas en favor del control de las reglas de juego, y del dictado de unas reglas de juego básicas, claras y que permitan alejar del juego a los que intentan sacar ventaja de el. Esto a la vez que se desregula es ampliamente complicado. Sin esto la desregulación se convierte en la jungla, como ha pasado con los productos financieros derivados.

Un abrazo

Nrq dijo...

No se trataría tanto de desregular las acciones mercantiles, sino rebajar la presión regulatoria a la hora de, por ejemplo, invertir, crear empresas, financiar proyectos, contratación, despido... Lo que es un delito debe seguir siéndolo claro, pero estamos sobrerregulados. Un ejemplo reciente ¿qué sentido real, práctico, tiene no poder publicar encuestas electorales en la última semana antes de las elecciones? ¿por qué una jornada de reflexión? o, en el sentido más mercantilista ¿por qué tanto trámite para crear una empresa?

Louella Parsons dijo...

Sí, es urgente tomar determinadas medidas para recuperar el crecimiento económico pero además, España acaba de entrar en una era en la que los ciudadanos hemos interiorizado que con esfuerzo y unidad un país sale adelante, que el estado del bienestar no es gratis, que la picaresca del "escaqueo" en el trabajo termina perjudicándonos, que los incapaces no deben llegar al poder, que hacer política para medrar se ha terminado y que Zapatero ha liquidado esa forma de estética llamada "progresismo".

Espero que Rajoy y su equipo tengan claro, además, que el cambio que anunciaban implica poner en práctica los valores que sitúan al ciudadano como eje principal a la hora de legislar, por encima de ideologías, poder, lenguas y territorios.
Y para esto también hay que tener agallas y, en esto, soy bastante escéptica.

Tasmania dijo...

Estoy con Ms. Parsons, el Estado del Bienestar se ha convertido en el Estado bobalicón que parte y reparte sin mirar a quien lo hace

Hay que asegurarse que cuando pagas con el dinero de todos un desempleo, por ejemplo, esa persona no trabaja porque no encuentra trabajo, no porque no quiera trabajar... que hay muchos.