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jueves, 19 de enero de 2012

verticalidad


Somos un país vertical. Entiendo que es por el tipo de cultura latina, que no mediterránea, ya que Italia o Francia se disponen igual. Me refiero al hecho de que las órdenes van de arriba abajo, las inciativas de abajo a arriba y nunca arrancan si mueren por el camino. Si llegan arriba la iniciativa se convierte en orden que, volviendo a la premisa anterior, va de arriba abajo.
Consecuencia de esto es que somos, además, un país clasista en el que un sujeto no quiere nunca ser confundido, ni siquiera, con su prójimo más inmediato. Miren a Garzón el martes; se puso la toga para diferenciarse del acusado medio, para elevarse sobre el fiscal y para aproximarse a sus pares, los jueces. Y tuvo efecto su acción de imagen, porque las mayor parte de las fotos de ese día fueron de Garzón con la toga. Cuando todo esto pase, muy pocos podrán diferenciar al togado del acusado, porque ya se está encargando él de que eso no ocurra. Entiendo que está permitido que un juez acusado puede llevar toga, al menos que no exista una regulación concreta, y eso le ha permitido el golpe de efecto.


Javier Oliván
El mundo sajón es distinto. Existe la horizontalidad y ninguna idea es lo suficientemente estúpida como para no ser escuchada. Y el modelo es bueno, porque los españoles nos adaptamos. Hace poco hablaba con mi hermano de Javier Oliván, un oriundo de Jaca que es ahora vicepresidente de Facebook en el Valle. Oliván, como el comportamiento generalizado por allí, atiende atodo el que le viene con una idea, aunque sea en plan "vente, que tengo 15 minutos de camino al Starbucks", porque nunca se perdonaría haber perdido la posibilidad de escuchar una buena idea o de que esa idea le hubiera llevado a otra. No hay clases a la hora de lanzarse. El modelo extremo es la actutud israelí de la Chutzpah, por la que uno está siempre desafiando a su superior. Algo así "¿por qué él es jefe y no lo soy yo?" que sigue a un lógico "¿por qué no soy jefe?"


Mientras tanto, volviendo a Garzón, fuera de la audiencia los adeptos a su(s) causa(s), le muestran apoyo. En su mayoría gente de firmes convicciones progresistas, gente que cree en la igualdad entre personas y que critican a las grandes corporaciones por abundar en la diferencia.

11 comentarios:

Sostrato de Cnido dijo...

Tampoco es un país este que premie las ideas, con lo que la transmisión de estas no parece primordial. Es una cultura triste para los emprendedores, para la gente con ambiciones, a las que incluso se les desprecia.

Un abrazo

Nrq dijo...

Pues mire que, en esa misma conversación que le refiero, estuvimos hablando de cómo aquí las cosas no salen porque no se comparten, porque no se oxigenan

Anónimo dijo...

CONSTITUCION ESPAÑOLA
CAPÍTULO II - Derechos y libertades
Artículo 14 - Igualdad ante la ley

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna
por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social."

Precisamente por eso, D. Nrq, y no por ser "gente de firmes convicciones progresistas, gente que cree en la igualdad entre personas" es por lo que podemos ver a un Juez como el Sr. Baltasar Garzón sentado en el banquillo de los acusados, por haber cometido -presuntamente- una acción ilegal como la que se recoge en el sumario correspondiente.

De acuerdo, eso sí, en el manejo que ha hecho el Sr. Garzón durante el juicio de su propia imagen, sabedor como es que con el paso del tiempo lo único que queda en la memoria colectiva es, con suerte, simplemente eso: una imagen.

Y en cuanto a las "firmes convicciones progresistas", permítame que lo dude, caballero. Lo de firmes, sobre todo. Si algo ha demostrado el anterior equipo de Gobierno (alguno de cuyos miembros se ha manifestado abiertamente en favor del Sr. Garzón ¡y en pleno proceso!) y buena parte de sus votantes es, precisamente, que la firmeza se la lleva el viento.

Nrq dijo...

Mr Anónimo;

culpa mía por no meter un identificador de sarcasmo (los autores ingléses, ¡qué bien lo manejaban!)
Evidentemente no creo que esas "firmes convicciones" sean otra cosa que clasismo en el mejor de los casos, segregación en un escenario peor o una necesidad imperiosa de hacerse notar sólo por cómo a uno le perciban.
Decía Morris West por boca de Kiril Pavlovich Lakota que no hay que dejarse engañar, porque el comunismo en Rusia siempre ha sido muy conservador.

Anónimo dijo...

Creo que es todo mucho más sencillo, D. Nrq.

Parten de la "firme convicción" (esa sí) socialdemócrata de que "nosotros somos los buenos". Moralmente hablando, claro.

Como si estuviéramos en disposición de ponernos 'ideológicos', con la que está cayendo.

Nrq dijo...

claro que a nivel de premisa es sencillo, pero ¿de dónde sale ese posicionamiento de superioridad?

Tasmania dijo...

Ciertamente Garzón consiguió su golpe de efecto en las portadas de los diarios. Sin embargo, la imagen de Garzón despojándose de la toga fue, simplemente, patética.

Louella Parsons dijo...

Consecuencia de esto es…….que un sujeto no quiere nunca ser confundido, ni siquiera, con su prójimo más inmediato.

Y además, el sujeto no suele fiarse del criterio de otro (orgullo, prejuicios, inseguridad….) y no atiende a otros puntos de vista.
No sólo hay que atender iniciativas o escuchar ideas (y elegir las buenas, que ésa es otra), sino que desde arriba, además de órdenes debe llegar motivación, sensación de equipo, unidad, gratificación, reconocimiento del trabajo….

Y hablando de “firmes convicciones”, superioridad moral, los “buenos”…. hay un autor inglés (ya que mencionan su excelente manejo del sarcasmo) y cuyo nombre no recuerdo en este momento que en una de sus novelas, el protagonista, un aristócrata, decía de un politiquillo:

”La gente sencilla como nuestro amigo Tulliver pueden envolver sentimientos intachables en ideas erróneas”.

Nrq dijo...

George Eliot, The Mill on the Floss; Simple people, like our friend Mr. Tulliver, are apt to
clothe unimpeachable feelings in erroneous ideas

Louella Parsons dijo...

¡Gracias! creía que era de Middlemarch.

Nrq dijo...

... aunque yo, a los que protestan en la puerta del Supremo a defender la justicia, creo que les aplica la frase al revés; ideas intachables en sentimientos erróneos porque creen que la justicia es suya y alguien está violando su propiedad (con lo que volvemos a lo del conservadurismo)