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lunes, 12 de agosto de 2013

La carta


Comprenderás que tu carta es absurda e no tiene ningún sentido. Además, me retrotrae a un pasado doloroso. Ahora mi vida está moldeada en el presente y en el futuro y nada quiere saber de ese pasado de amor y confusión. Así que te ruego que no me vuelvas a escribir nunca más. Nada quiero saber de ti. En primer lugar porque tú (y lamento ser tan dura y sincera) eres un fantasma de un pasado desafortunado. En segundo lugar, porque mi vida durante todos estos años se ha edificado en la solidez del tiempo. Además, maldito amor, no quiero que tu fantasma me vuelva a perseguir por las noches ni que las heridas cerradas de nuestro amor se abran súbitamente, pues ya las noto supurar con la palabras endemoniadas de tu carta.

Olvídate de mí para siempre, vive intensamente tu vida en el país donde ahora resides y, por favor, no resucites el incontrolable dolor de tu ausencia.

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