Tengo un sobre de la Agencia
Tributaria encima de la mesa de la cocina de mi casa al que ayer le pregunté “¿qué
quieres ahora?” Y seguí con cierta rabia contenida y cuya contención era
incapaz de ocultar la frustración; “he estado medio año fuera de España, sin
ingresos, viviendo de mis ahorros y cuando vuelvo me dices que te debo 700€… No
entiendo de qué, pero no quiero que la multa los convierta en el doble. Porque
además tienes la potestad de meterte en mi nómina y cogerlos cuando quieras. He
quedado contigo en pagarlo en dos plazos. Entonces, ¿qué quieres ahora?”
Entiendo que debo pagar impuestos.
Como decía Wendell Holmes “es el precio a pagar por vivir en una sociedad
civilizada”. Pero que simplemente subir los impuestos sea el recurso del que no
sabe administrar... No creo a priori en la competencia del que dice “Subamos los
impuestos. Recaudemos. Ejecutemos” como primer y último recurso, ni creo que
realmente estén pensando en soluciones. Simplemente “el dinero está ahí. Vamos
a cogerlo”.
Y que tenga que abrirle la puerta
cada vez que llame, porque no es mi invitado y no quiero recibirle, pero aún
así tengo que abrir, hace que mi intimidad tenga una herida después de sacar un
cuchillo no necesariamente bueno ni especialmente afilado. Más o menos como a
Prometeo, pero yo no he robado el fuego de nadie.
Y ya no quiero ni pensar en los
gastos que se utilizan como argumentos para encarar a los políticos; coches,
viajes, salidas de dinero por el cajón que no es, EREs, facturas… porque, de
expresar esa rabia, sólo me queda pegarle fuego al sobre. Y creo que no es
excusa en un recurso decir “lo recibí, pero lo quemé. Entiéndalo señor
mediador; cada vez que lo pienso me duele hasta su propio sueldo”.
Y como no tengo una pregunta más
inteligente, tendré que ir a casa y encararme a él de nuevo para, probablemente
gritarle “¿¿¿qué coj*** quieres ahora???” y abrirlo.
P.D.: El otro día en Twitter alguien muy habilmente publicó más o menos lo siguiente: "El otro día mi hijo me preguntó qué eran los impuestos y me comí el 37% de sus gominolas. Se quedó llorando. Está preparado para el futuro"
P.D.: El otro día en Twitter alguien muy habilmente publicó más o menos lo siguiente: "El otro día mi hijo me preguntó qué eran los impuestos y me comí el 37% de sus gominolas. Se quedó llorando. Está preparado para el futuro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario