
Con el transcurrir de los testimonios, y según lo narra el Times, las audiencias están recogiendo distintos enfoques de la consideración existente acerca del islamismo americano; "uno como personas respetuosas de la ley que han sido declaradas injustamente objetos de sospecha. El otro como una comunidad que mira hacia otro lado respecto a la existencia de radicalización dentro de su comunidad y que no hace frente a lo que un testigo llamó a el cáncer interior".
Recapitulemos:
- Audiencias promovidas por los republicanos para evaluar la amenaza del islamismo radical en el propio país acogiéndose a que la corrección política no aplica
- Demócratas que acuden a una imagen como la caza de brujas para criticarlas pero con un trasfondo de "¿por qué cuestionar a los musulmanes? Persigamos a los radicales"
- Musulmanes que quieren vivir su vida y su religión, pero que admiten que el problema del radicalismo existe
¿Lo peor? Instigación, presión, medios de comunicación y es que evitar la radicalización no nace en una sala en un congreso. Es más, como bien sabemos aquí, la existencia de cámaras de representación representan un poder establecido y alimenta el comportamiento de cualquier descerebrado que quiera ser héroe o mártir. Pero la realidad es esta y yo no podría dar la espalda a alguien que quiere poner algo en la mesa y hablar de ello. Aunque me duela.
4 comentarios:
Creo que la religión hoy reaparece en forma preilustrada y en forma posilustrada. La primera dirigida a la sociedad y la segunda dirigida a la persona.
La una aliada con el poder y dispuesta a codirigir la historia. La otra dispuesta a frenar los dislates del poder económico y político.
Uno de los valores de la democracia es la posibilidad de poder debatir y manejar de forma transparente temas moralmente arriesgados con posibilidad de revisión permanente.
En el caso que nos plantea Mr NRQ, encontrar la forma de luchar contra el islamismo radical sin conculcar derechos civiles fundamentales es algo tan complejo, que desde el 11-S el debate sigue presente en la sociedad.
Pero más allá de lo que deliberen los políticos en la Cámara, son también los propios musulmanes los que tienen que luchar contra el radicalismo que tienen en su “casa” y, de hecho, creo que uno de los factores de la existencia e incremento del islamismo radical ha sido precisamente la ausencia de una condena rotunda y contundente de las voces autorizadas del Islam ante los actos terroristas.
"...la ausencia de una condena rotunda y contundente de las voces autorizadas del Islam ante los actos terroristas."
Esa es la cuestión, Louella. Firmo su post entero.
ojalá fuera posible. Las voces autorizadas del Islám resuenan poco en términos de paz. No hay un sumo sacerdote por encima de otros clérigos y los clérigos que hablan de yihad tienen más micrófonos atentos que los que hablan a sus feligreses de atender a sus familias.
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