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lunes, 28 de noviembre de 2011

Shopping for love

Por arte de birlebirloque llegó ayer a mis manos una revista de arte. Anoche estuve hojeándola.

Fe es una revista de arte si entendemos que la mirada constructora que podemos ejercer sobre las cosas y los espacios es cosa de todos, si pensamos que el arte es una práctica diaria, un compromiso, una estrategia no única y no esencial, una forma activa de estar en el mundo y, por lo tanto, una forma de vivir.

Fe es una revista de arte si entendemos que el arte desborda las jerarquías institucionales, las legitimaciones corporativas, el negocio de la excentricidad y el mercado de valores.

Porque existen muchas circunstancias en que ser un artista y hablar de arte no tiene nada que ver con el ejercicio de esa mirada resistente y crítica que escudriña y repiensa la realidad. Tal vez, entonces, FE no sea una revista de arte.

Pero barrenaba yo sobre esto... pequeños pasos, miradas serenas, posiciones más firmes... cuando me digo que he de ser sincera. Lo que en verdad me ronda la cabeza desde hace días son algunas frases:

Los tiempos son tan duros que nadie piensa en el amor.
Los tiempos son tan duros que nos conformamos con la compañía.
Los tiempos son tan duros que los únicos que quieren amar están solos...
Nadie espera un amor real. Nadie podría soportarlo.

Y como nada tiene que ver con lo que parece ser tampoco este enlace es a Fe

6 comentarios:

Noumenadas dijo...

Me vienen a la mente dos películas: "La posesión", de Andrzej Zulawski y "Anticristo", de Lars von Trier. Angélica Liddell, en una de las reseñas que nos ofreces, expresa:

"...La frustración que te provoca la desproporción que existe entre la palabra y la acción”. La decepción viene de “haber conocido a un montón de gente con discurso, incapaz de ser buena”.

Gran evidencia. La "fobia social" termina siendo nuestro refugio, al menos el de quienes terminamos comprobando en cuerpo y alma que la miseria de la comunicación entre humanoides es "total". Lo que pasa es que siempre -indefectiblemente- tiene que haber un o una "hijo/adelagranputa" que te jode la fiesta en "lo mejor del querer", como diría mi padre. Y entonces te vuelves a quedar a cuadros pensando que porqué, como dice (Alice) Liddell, la gente está hecha de tanta y tanta mierda. Y no se llega a ninguna conclusión. ¿Psicópatas, egoístas, maliciosos sin causa...? Alguna vez hemos hablado del asunto ¡Qué más dará! Llueve sobre mojado. También Jesucristo gritó a Dios: "¿por qué me has abandonado?".

Albatros dijo...

Ah, la realidad... esa vibración esquiva para el ojo que la mira...

Miraré con detenimiento la revista. Tiene buena pinta.
*

Artanis dijo...

Hablar de lo que es y lo que parece en asuntos tan volátiles y resbaladizos como el amor, la pasión, la Fe (¿en el otro?) es como pretender jugar al baloncesto, sujetando una probeta de nitroglicerina entre los dientes...

Y aún así...

Mucha gente lo hace. Cada día...

Mucha gente lo busca. No lo encuentra. Desespera. Languidece.

Mucha gente lo comparte. De la Fe al proselitismo. O al reconocimiento de los otros miembros de una Tribu, corporeamente mística.

Y, cuando dos acordes suenan, descubriendo que se gestaron en la misma partitura, las cosas no parecen tan resbaladizas, los vientos parecen no poder arrasar lo volátil y lo explosivo... lo explosivo es una chispa, de mera y sincera calidez, para que los habitantes de esa Tribu calienten su cueva, que ha estado, solitaria y desatendida, con un ajado cartel de "se alquila", en el exterior.

Tasmania dijo...

Cierto, la realidad es resbaladiza, esquiva... No obstante, quiero pensar que somos capaces de filtrarla nosotros mismos, que somos capaces de superar esa maldita manía de los MMCC de convertirla en espectáculo, obligándonos a vivirla como actores y a los turistas y lectores a ejercer de espectadores.

Noumenadas dijo...

Considero que hay actualmente dos grandes males endémicos, quizás acrecentados por la falta de "filtros" de Internet (perfectamente premeditada por la CÍA):
a) La consagración de la "usura" como modus operandi de quienes realmente tienen "poder". Impuestos e intereses, al alimón, son dos de las más aborrecibles degeneraciones del ser humano. Pero hoy en día, tanto derecha como izquierda lo asumen como normal y "social".
b) "Los tiempos son tan duros que los únicos que quieren amar están solos..." dice la entrada de Taz. Sobran palabras: en el fondo esa tautología siniestra de nuestros "tiempos" es consecuencia de la usura, aunque sería prolijo desarrollarlo. Una pista: si "usura" es esa "res frugífera" de los calvinistas, la consecuencia más directa es arrimarse, con ella, todo lo inmoral y contra natura que se pueda.

Tasmania dijo...

Interesante reflexión querido Juante...

De cómo el valor de las cosas es transformado en precio, una abstracción que varía en función de intereses de mercado. Una degradación de la riqueza natural que sitúa la especulación por encima de la realidad, generando desigualdades y miseria.