Buscar en este blog

jueves, 29 de diciembre de 2011

Calvin



   - El mundo no es justo, Calvin
   - Ya, papá, ¿pero no podría ser injusto a mi favor?

Calvin y Hobbes son personajes creados por Bill Watterson bajo publicación de Andrews McMeel Publishing y Universal Press Syndicate

7 comentarios:

José Ruiz DelAmor dijo...

Hola, soy Pepe, de Tebeos de Factura Hispana. Los envíos que nos ofreces nos los puedes mandar como archivo adjunto a mi correo electrónico
jrdamor@gmail.com
si este método te parece bien.
De cualquier modo, mándame un e-mail y hablamos.
Sucede que yo no puedo realizar comentarios en mi propio blog (Dios sabrá por qué...) aunque al menos me dejan hacerlos en los de otros.
Ya tienes otro seguidor. Salud y saludo.

Nrq dijo...

Pepe;

encantados de tener un seguidor más. No realizamos envíos, tan sólo publicamos una vez a la semana en el blog y sobre distintas temáticas (si echas un ojo a la entradas en archivo verás que nos cortamos poco con los temas y tenemos desde sociología a rugby). Soy muy fan de Calvin y no podía despedir el año sin un comentario mordaz, muy aplicable al otro lado de la batalla del caso Urdangarín, Camps... ya sabes, actualidad.

Tasmania dijo...

Querido N, publicamos dos veces a la semana, los lunes y los jueves, y mantenemos abierto el acceso a comentarios, ampliaciones, actualizaciones... siempre, anda que... te lo tenga que recordar yo... ya te llega.

Bienvenido al mundo de los cartoons querido !!!

Alejandro Pérez García dijo...

Buen blog, amigo. Me gusta. Desde hoy tendrás un seguidor más.

Interesante el mensaje de la justicia, que es, muchas veces como una cuesta arriba: nunca falta la cuesta abajo. La Justicia siempre es injusta para los mismos, para los débiles que no tienen dinero para pagar la factura de los abogados.

Feliz 2012

Louella Parsons dijo...

Es imperdonable quejarse cuando uno está en el lado afortunado de lo injusto.

Y no se trata de equilibrar el mundo sino de acercar a los otros a este lado bueno de la injusticia.

Don Alejandro, hay una frase que me gusta mucho:

"Hacer justicia es fácil. Hacer lo justo, no".

Bienvenido al blog y a José Ruíz DelAmor también.

¡Feliz 2012!

Nrq dijo...

Tampoco creo que haga falta llegar a los abogados.

La justicia primera, la más inmediata, radica en nuestra concepción ética a través de la cuál identificamos si nuestro comportamiento está siendo correcto (que no adecuado.
Sin querer caer en el abrazo del relativismo supongamos que correcto es todo resultado que no produce voluntariamente el mal ni personal ni ajeno. Castigar es una acción correcta si es en respuesta a una mala acción previa. Sobre medidas preventivas... ya hemos hablado en alguna ocasión)

A justo podemos aproximarnos de forma similar pero necesariamente posicionándonos como evaluadores o dictaminadores.

Pero la justicia la hacen los hombres. La justicia es el resultado de interpretar y aplicar la ley. Y la ley está escrita y firmada por legisladores, bien sean justos o arbitrarios, bien hagan lo correcto o busquen su propio beneficio. Una vez sancionada la población debe someterse a ella frente a la posibilidad de intervención de las fuerzas de seguridad. Pero esa ley y la justicia que se encarga de guardarla no están necesariamente ligadas a una premisa moral. Pueden vivir en el mismo portal sin cruzarse en el ascensor.

Yo, como buen liberal (entendido dentro de la tradición europea, en USA es libertario... aunque me considero mucho menos radical que Ron Paul) creo que la necesidad de sobrelegislar es nociva principalmente porque impide o anestesia, en el mejor de los casos, a uno mismo la posibilidad de forjarse una sólida ética personal.

Sin leyes no hay castigo para los delincuentes, cierto, pero el exceso de legislación no crea personas, tan sólo ciudadanos.
No he hecho lo correcto siempre y, en algún caso, muchas de esas acciones me visitan cuándo más indefenso está mi consciente. No hace falta ser un iluminado para adivinar que no hice bien, en alguna ocasión fatal, pero hago por mejorar. La ley nunca conseguiría que tomara conciencia de mis errores.

Louella Parsons dijo...

Muy bien traído el tema de la “sobrelegislación”, Mr NRQ.
El exceso normativo puede provocar inseguridad jurídica en la medida que supone un límite al ejercicio de la autonomia de la voluntad, que es precisamente lo que tiene que garantizar el Derecho, es decir, el ejercicio de las libertades individuales.
Más educar en valores y menos legislar. Más libertad y menos totalitarismo legislativo.

Y ya sería entrar en otro tema pero ¿qué me dicen del miedo a la libertad? ¿cuánta gente prefiere que le den el código hecho para no tener que formarse una opinión o un sistema de valores, para no tener que asumir responsabilidades ¿miedo, comodidad….?

Feliz Año, otra vez!