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lunes, 26 de noviembre de 2012

Un tiro en el pie

Curiosamente las elecciones celebradas ayer en Cataluña se planteaban del siguiente modo: la gobernabiliad es mucho menos relevante que el -sin constituir la finalidad de la consulta-  hipotético objetivo; la independencia.

Pero el día después ha llegado y hay que seguir gobernando. El visionario debe bajar al ruedo y seguir -o no- con los recortes, seguir negociando los fondos del FLA, seguir abriendo embajadas catalanas aquí y acullá...

Lo esencial no era si Mas alcanzaba la mayoría absoluta, ni el peso relativo del PSC o del PP... no, lo que ayer parecía decidirse era la fuerza real de los partidos que apoyan la independencia.

El día después CIU está en manos de ERC, a quien le hizo la campaña electoral.

Era un truco, una burda y malintencionada propuesta pero en éstas llegaron los votantes y lo pusieron todo patas arriba. No, no comulgan con  ruedas de molino. El electorado independentista siempre preferirá votar al original, o sea, a ERC.

El resultado final de lo que comenzó como una locura es una Cataluña ingobernable: CIU no puede gobernar con ERC, ni con el PSC, ni con el PP.. cualquiera de esas coaliciones sería un suicidio.

Es hora de que Mas ponga los pies en el suelo. ¿Será capaz o se revolverá como una fiera?

3 comentarios:

Louella Parsons dijo...

Un análisis exacto de la realidad del día después, querida Tasmana.

Dificilísima gobernabilidad que no sé cómo resolverán aunque recuerde que en Bélgica estuvieron 540 días sin gobierno y el país siguió funcinando.
No creo que esto sea posible en Cataluña porque la autonomía está quebrada económicamente y urge tomar medidas.

Y es cierto que CiU le hizo la campaña a ERC. Ocurrió lo mismo en el País Vasco. En ese caso fue el PSE quién se la hizo a Bildu y el PNV, más intelegente, se replegó y moderó su discurso. Y ganó de calle.

Tasmania dijo...

Y cuatro días después todo sigue igual, es decir, peor que antes de las elecciones

juan dijo...

A mi me gusta un escenario tan radicalmente distinto al bipartidismo.
En realidad todo ha quedado igual, igual peso independentista y que a CiU le falta ERC, PSC o PP, exactamente igual que antes, lo que pasa es que antes por si solos tenían más escaños, pero en la práctica, igual.
Eso sí, pensar que por apuntarse a un movimiento que no creó él y además tratar de apropiarselo la gente olvidaría corrupción y recortes ha sido un tanto whishful thinking, y vamos la realidad ha sido tozuda.