Me habrán leído en alguna ocasión la frase que la sobrelegislación, lejos de hacernos más libres, nos limita como personas y, no digamos, como ciudadanos.
Esto nos lleva a que si no se decide penar un acto, no hay delito.
Por una cuestión de ahorro dentro de seis días será delito ya ir a 120 km/h mientras que en Francia no lo es si no vas a 130 y en Alemania no hay límite; se confía en el juicio del ciudadano. En España nos enfrentamos a un gobierno que, y siento si suena demagogo, no sabiendo gestionar las cosas, se ve en la necesidad de controlarlas y, viendo que se le van de control, sobreControlarlas. Los brotes verdes quedaron enterrados bajo mantos de nieve (la primera es una metáfora y, pese a que el invierno que estamos pasando haya sido frío, lo de la nieve también es una metáfora). Ahora nos vemos pidiendo 3.000 millones a Qatar sin preguntar por la igualdad de sus mujeres y volviendo nuestro Presidente como un héroe, cuando lo que tenemos es más deuda con un país que, ni siquiera, comparte nuestra cultura. Reduciendo las luces de la carretera al 50% y penalizando la conducción por n-sima vez. Nada ha funcionado. No se recupera la economía española mientras vemos que nuestro entorno mejora. Y en vez de dar alas a las empresas y a los empresarios, se sigue gravando como si esto fuera el condado de Nottingham, pero sin nadie con mallas verdes.
Mi querida West Wing tiene un capítulo en la primera temporada en la que Donna, la asistente de Josh Lyman, le pide a este que haga algo para que el gobierno le devuelva dinero de los impuestos. Josh le dice que no porque, como gobierno, no sabe si lo va a emplear bien. Donna le contesta que lo que quiere es comprarse un reproductor de DVD. Él le dice que probablemente se lo compre coreano o japonés y que eso no favorece nuestra economía a lo que Donna le contesta que promete comprarlo americano. Josh, entonces, sentencia "somos demócratas; no nos fiamos de la gente". Gran despliegue de ironía de lo que es un gobierno progresista (ya querría yo el progresismo USA) demasiado defensor de la presencia del estado. Y… finalmente, el dinero de los impuestos no compra reproductores de DVD, lo que penaliza a los fabricantes.
Tengan en cuenta que sus impuestos, incluidos los que no bajan en el precio de la gasolina, con acuerdos salvadores como el de Qatar, van dirigidos no a la protección del ciudadano, sino a pagar intereses; porque los qataríes no son mi primo que me deja 100€ que espera que se los devuelva, sino que dejan dinero porque reciben más dinero. Mi sueldo también paga intereses, pero al menos disfruto de mi Home Cinema.
martes, 1 de marzo de 2011
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6 comentarios:
Se le olvida, Mr. NRQ, que tenemos en Apañá una de las conexiones a Interné más lentas de todo el globo (y más caras, por toda la cara de las gallinitas de los huevos de oro). Ya no es que estos iluminados de pacotilla nos quieran cercenar las descargas; es que sencillamente se hace penosa la tarea de descargar, como la de conducir un flamante coche.
Estamos viviendo en España unas horas muy patéticas. Como siempre en este país de países.
¿Y dónde me deja el canon de los de la ceja?
A saber cuánto pagaremos por lo que arrancó ayer ZP en Qtar para las cajas, 300 millones, cuando hacen falta 50.000
Y así nos va... a medio gas, a media luz.
... y lo peor es que es para reflotar cajas que el BCE recomienda privatizar. Absurdo.
La bola de nieve financiera.
Más impuestos y más crédito para pagar los intereses de la deuda.
¿Que hay que inventarse delitos? Pues se hace. Y mejor aquellos que se cometerán con facilidad.
No sé hasta dónde nos puede llevar este bucle en el que nos encontramos.
¿Cómo salimos de él?
Seguro que un cambio de gobierno empezaría a generar algo de movimiento.
De todas formas, la apatía del ciudadano frente a la poca transparencia que hay sobre la utilización de sus impuestos es notable, por no hablar de la nefasta actuación del Tribunal de Cuentas de este país.
Lo peor de todo es que hay más gente de la que nos creemos que le dora la píldora a zapaterito remendón, a sus sebastianes, a sus chaconas, a sus zerolos y a sus bernardinos.
Parécele al moi -modestia aparte- que la extraña societá apañola está ya muy escorada hacia la estulticia zapatera. ¿Que cómo se ha operado el milagro? No me pregunten: sólo constato (como diría el del "Valle Abraham" y las próximas pamemas de las urnas nos lo demostrarán).
Releo mi post y sólo quería aclarar que más que delito, lo de tráfico es infracción (por si hay algún purista por ahí suelto).
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