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martes, 27 de abril de 2010

Estabilidad y Revolución. Vanidad y Soberbia

De acuerdo NRQ.

Hablemos de estabilidad y de revolución. Hablemos de Maquiavelo y de Napoleón.

Los príncipes que reciben un estado comprándolo o haciéndolo dar en favor no tienen más fundamento que la voluntad o fortuna de los hombres que los exaltaron, variables éstas ausentes de la estabilidad necesaria (sistema electoral) y del apego de una tropa fiel (la madera).

Las ciudades griegas de Iona y Helesponto, son buen ejemplo de lo anterior. En ellas, Darío, nombró varios principes que debían tenerlas y mantenerlas para su propia gloria -como también para su propia seguridad- También encontramos ejemplos entre los romanos, particulares, que se hacían elevar al imperio por medio de la corrupción de los soldados...

No, no pueden ser esos verdaderos príncipes... Falta lo principal: raíces (memoria protohistórica) adherencias (¿intelectuales? sindicatos) obviedades (miedo) maniqueismo (doctrina de Manes: los buenos y los malos) valor (entendido como el que profesa el ignorante) y superior talento (para el pastoreo)

¿En manos de quién estamos? preguntaba mi admirado N
Y yo repregunto ¿Estamos haciendo una revolución... o nos la están haciendo?

Vayamos pues a Napoleón, gran admirador donde los haya de Nicolò -aunque he de advertir que a Napoleón le debemos una entrada propia. Y arrojo el guante ¿algún paseante de esta humilde zódica se anima?-

Me recuerda a veces Napoleón en su vanidad y su soberbia al propio José Bono, tan de actualidad -inmobiliaria- últimamente. Comenta Carlos Luis Napoleón Bonaparte sobre el texto de Nicolò Maquiavelli siguiente

De los que llegaron al principado por medio de maldades

...El primer ejemplo es del siciliano Agatocles, quien, habiendo nacido en una condición no solamente ordinaria, sino también baja y vil, llegó a empuñar, sin embargo, el cetro de Siracusa. Hijo de un alfarero.....

El comentario de Bonaparte al párrafo anterior es el que sigue.

Éste, vecino mío, como Hierón, y de una era más cercana que la de él, estará más seguramente también en la genealogía de mis ascendientes.

Savanarola cavó su propia tumba a base de paladas se vanidad y soberbia. Otros muchos cayeron también por idénticos motivos. ¿Qué hace caer a un muñeco tentetieso?

1 comentario:

Mesala Gongo dijo...

Me parece oportuna la mención a Maquiavelo y Napoleón, así como el papel y concepto de los Lobbys.

Como decía Rotatouille," uncocinero puede ser de cualquier parte, pero no cualquiera puede ser cocinero".

Se le encomienda a una persona que haga un trabajo y lo hace bien.
Se asume y pensando que todo lo puede hacer bien sube al segundo escalón, y así a un tercero y posteriormente a un cuarto.

Cuando nos damos cuenta que no consigue realizarlas con la eficiencia que nos gustaría.
A partir de ese instante es un incompetente, nos ha defraudado.

Sería un error. Simplemente ha llegado " Al límite de su Incompetencia "

Reconocamos el trabajo bien hecho. pero tengamos en cuenta el "Límite de la incompetencia".

Los caciques antes, al igual que los Lobbys de hoy, fueron aquellos y son los de hoy, Personas(Médicos,Maestros,Notarios,Curas, empresarios), a los que analfabetos e incultos, recurrían y parece que hoy a través de los lobbys tamabien, para aclarar cuítas, leer cartas de parientes emigrados etc.etc.

Tal situación, es la que los analfabetos e incultos, le llaman poder, cuando en realidad lo que les piden es ayuda.

Zapatero no es Napoleón.
Blanco no es Maquiavelo.
Los Sindicatos no son un Lobby.

Zapatero no es un incompetente, ha llegado al "LIMITE DE LA INCOMPETENCIA"