Proponía Woody Allen en su genial "Match Point" dos tesis que no hay que subestimar: tener suerte para todo en la vida, hasta para la coartada de un improbable homicidio acaecido en una especie de callejón sin salida y, en segundo lugar, tener habilidad para formular mentiras piadosas, sin que eso llegue a suponer un serio quebranto de cierta mala conciencia (mucho mejor que otras que van de buenas.)
Pues bien, vamos a dejar para otro día el tema de la mentira, del que nuestro "Gobierno de España" es, sin duda, gran especialista. En cuanto a la suerte se refiere, el causante de la inercia en la que nos encontramos como por arte de birlibirloque, la tiene a raudales hasta para que sople el viento de levante más que nunca. Y de esa guisa, los molinillos de su despropósito eólico, encuentren la mejor coartada para justificar el despilfarro de miles de millones de euros en subvenciones y convertir así el paisaje en un fantasmagórico escenario de aspas amenazantes con cepillarse a cuanto quijote o bicho viviente ose desafiarlas.
Es la misma suerte de Mr. Magoo, aquel entrañable personaje de dibujos animados, llevado a la pantalla grande por Stanley Tong que, aunque andara medio cegato o despistado por el borde de un precipicio, nunca se caía. Hasta para no tener algo parecido a Gallardón como líder de la oposición, tiene suerte el grotesco y caricaturesco personaje, al que le fueron otorgadas las riendas del poder por simple agravio comparativo, que la gente entendió sin pararse a valorar sus incontenibles intereses partidarios.
Desde marzo de 2.004 estamos sabiendo lo que es tener una inmensa suerte por parte de uno que no hace más que dar palos de ciego y que no sabe hacer otra cosa que marear la perdiz. Su manera de invocar a la "inteligencia", entonces, como ahora, consiste simplemente en hacer notar que, aunque el Sevilla se enfrente al Atlético de Madrid en Barcelona, nadie de "terra lliure" o de cualquier otra secta segregacionista, se va a oponer a que ondeen banderas españolas en el feudo del Bulli. Y que, por lo tanto, dicte lo que dicte un Tribunal Constitucional que no se encuentre secuestrado por sus propios miedos, a la postre no pasará nada... hasta que pase, cuando ya pasen muchos años de chupar del bote.
A la tunantería de Zapatero y de la pléyade de mediocres de la que se ha hecho rodear para evitar la mínima oposición interna, se viene a unir siempre esa suerte inconsciente (e inmerecida) que tienen los tontos o bobos de atar que, para colmo, van de optimistas por la vida, porque no se sabe qué es antes, si el huevo o la gallina, si el sino o la perseverante actitud de panoli.
Que hay que meter marcha atrás en la política económica de paños calientes que mantenían, básicamente de emancipaciones de becarios y engorde de Bancos que sufragan campañas "gratis total", pues no hay problema. Vuelta a invocar su inteligencia emocional de pega para ponernos a todos contentos contemplando las maravillosas imágenes en todos los Telediarios de gente en las playas, viajando, consumiendo a tope en los bares, llenando los campos de fútbol, abarrotando los conciertos rockeros o simplemente deambulando por las calles con la sonrisa puesta, como si aquí no pasara nada.
Y es que, realmente, cuando la manipulación televisiva y mediática está tan alambicada como en estos tiempos de narcotización colectiva y el terreno abonado durante muchos años ya ha dado sus primeros inconsistentes y apáticos frutos transgénicos, cualquier acontecimiento, por desagradable y funesto que sea, se torna en feliz pretexto para que la "inteligencia" del tunante alcance cotas insospechadas de retorcimiento y maldad.
Como dicen en mi pueblo por Semana Santa: "mirad al nazareno, cómo se gusta en su penitencia." (La de tener que mofarse de todos nosotros durante tanto tiempo, obviamente.)
lunes, 24 de mayo de 2010
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19 comentarios:
tener suerte para todo en la vida, hasta para la coartada de un improbable homicidio acaecido en una especie de callejón sin salida;
Mr JuanTe; he leído esto y no puedo evitar cuestionarme en qué tipo de andanzas se mete alguien que necesite suerte en su coartada para justificar su no implicación en un asesinato.
Aprovechando la corriente del tema Camps y recordando las palabras del Presidente Zapatero(nota al pie) ayer diciendo que no daba bandazos he de decir que las justificaciones ocupan el número 2 en el Top10 de los actos de cobardía. El primero, claro, es huir. No digo con esto que no nos justifiquemos o no huyamos, que siempre hay oportunidad, pero una cosa es huir de un lugar conflictivo, y así no tener que justificarte con una coartada, y otro es creer que eres más listo que nadie y luego tener que salir por piernas y justificar tu huida disfrazándola de "lo mejor para el bien común" (bien común nunca debería ir acompañado de mejor, sino de óptimo. Ya saben, Paretto...)
nota al pie a los lectores de la Zodiac. Soy el primero que ha llamado a José Luís R. Zapatero por apodos. Mi favorito es El eZtadista, dada su querencia por las grandes oratorias, el discurso de grandeza progresista propio de Enver Hoxha y la más que evidente, al menos para mí, ambición de llegar a ser Secretario General de la ONU o presidente de alguno de sus organismos.
Ahora; creo que sería bueno mostrar respeto por el cargo. Nos guste el inquilino o no, el cargo está reconocido por la Constitución y elegido, nos guste el sistema de elección o no, mediante unas reglas aceptadas. Evidentemente cuesta mostrar respeto por una persona que ha sedado a la sociedad de la manera que lo ha hecho y ahora, cuando no queda otro remedio, justifica su giro como "lo que había que hacer" cuando había que haberlo hecho antes. Cuesta ante un gráfico que muestra caos, irresponsabilidad y hambre electoralista por la que se ha sacrificado la tranquilidad de aquellos que quieren educar a sus hijos o hacer feliz a sus familias.
Me pasa lo que el otro día le comenté a Mayone (otrora discrepante audaz que está pasando a troll común en la Argos) que la mayor parte de los dirigentes extranjeros nos gustan porque no son nacionales; la distancia hiere menos y al no sufrirlos día a día envidiamos sus victorias y compadecemos sus fracasos. Con los propios somos mucho más críticos y menos románticos. A mí sólo me entusiasma Suárez por lo que supuso y consiguió junto con el Rey (y qué ingratitud tan grande interpreto que es salir con banderas republicanas, aunque queda por encima la libertad de expresión) y ellos también en esa época tuvieron que aguantar críticas, desprecio y mofa de diversos ámbitos. Claro, yo era un crío y lo veo todo desde los documentales, aunque le recuerdo en la TV renunciando al cargo.
Pero fuera de Suárez y de la no percepción de C-S no tengo conciencia ni recuerdo gratos de ninguno. Del actual menos, claro.
Pero el cargo es nuestro, forma parte de un criterio que nos ordena y bastante tenemos con que alguien así lo empañe. Deberíamos llamar a José Luís "Presidente Zapatero", aunque eso le engole más y no sea capaz de reconocer que mientras nosotros hacemos honor al puesto, él, a través del uso viciado que él le ha dado para su propio beneficio, es el responsable de denigrarlo.
No sé si me siguen.
No cabe duda, D. NRQ que Allen lleva a cabo una extrapolación muy osada, chocante, pero al mismo tiempo, altamente peliculera. Parece una broma pesada del subconsciente, que se antoja "plot point" o guiño intelectual inconfesable de alguien conocido por ser tan autobiográfico en su obra. (Casi todos los son.)
Desde ese punto de vista, me tomo el crimen de la película como hiperbólico y extremo en ese contexto, pero la enseñanza final, de que un mendigo fuera encontrado muerto con el anillo que Jude Law había extraído del dedo de la víctima anciana (ajena a la historia principal, e ideal para sostener la coartada), porque al arrojarlo al río, rebotara en un tubo metálico, es cabal en cuanto a lo que persigue: desearnos a todos un buen golpe de suerte, antes que someternos a las consecuencias de las causas y efectos preestablecidos.
Allen habla, por otro lado, de que el ser humano queda bloqueado, atenazado, al tener que tomar una decisión entre dos opciones. Y entonces, ¡que decida la suerte es lo mejor! Algo así como lo que le pasa a Zapatero, con sus admiradores/as, guardando las distancias.
Buena semana a todos, de nuevos mareos de perdices.
D. Nrq. Hay veces en que la mejor forma de mostrar respeto por el cargo es ciscarse en quién lo ocupa.
Por supuesto que todos debemos mostrar respeto por las instituciones, pero antes que nadie quienes circunstancialmente las encarnan.
Llámese Rodríguez, Bono o Camps.
Mr Churruca, lo más triste es tener tantos ejemplos a los que acudir
Pues sí. He dicho sólo tres, pero los hay a cientos.
En mi opinión, la mayor muestra de respesto hacia las instituciones es la persecución implacable de los responsables que las deshonran. Esa es una asignatura pendiente de la opinión pública, y publicada, española.
He leído la entrada del Patrón de ayer, y sinceramente, la foto de Camps partiéndose la caja es para partirle la caja.
Mr JuanTe,
yo creo que lo que ha ocurrido con este gobierno tan personalista no tiene que ver con la suerte. Tiene que ver con la mala administración de un rédito que no se ha ganado y un escaparate justiciero-victimista insostenible, precisamente, por su falta de honestidad. Al final todo cuerpo con más aire que materia flota.
El insólito caso de la nación arrastrada al fondo por un Presidente insumergible.
Estoy convencido de que el personaje en cuestión acaricia la idea de que le den el nobel de la paZ el día menos pensado.
Modestia aparte, recuerdo haber hecho este comentario, en una comida de curre, en el verano de 2.004: "Este tipo no me gusta ni un pelo, no me fío de sus intenciones". Alguno asintió, los demás callaron.
Por aquí -supongo que en todas partes también- tenemos una palabra para definir al Presidente enrocado: "marrullero".
Y, por supuesto que sí, D. NRQ, se trata de un individuo lábil y trepador, inasequible al desaliento. Pero estoy de acuerdo con D. Churruca. Su suerte es la suerte de los tontos: tener a la parroquia obnubilada.
Suárez fue un gran Presidente. Y Aznar tomó una decisión difícilmente asumible en este país: copiar a los americanos en no renovar cargo a los ocho años de mandato. Sólo ese gesto le honró como Presidente y como persona.
Pero es que lo de ahora me preocupa personalmente. Estamos llegando a tan altas cotas de complejidad en el proyecto de ingeniería social del PSOE, que dudo cada vez más de la capacidad de respuesta de la gente.
Por más que las consecuencias de su incompetencia sean devastadores, que sin duda la son, José Luís Rodríguez Zapatero es sólo el síntoma de una grave enfermedad que aqueja a toda la política española: el fallo estructural de los partidos políticos.
Los ciudadanos delegamos en los partidos políticos la responsabilidad de seleccionar a nuestros representantes, y es evidente que los mecanismos a través de los cuales se realiza esta selección están viciados hasta extremos insoportables. José Luís Rodríguez Zapatero es, quizá, el mayor exponente del problema; pero no es menos preocupante, por ejemplo, el vergonzoso trato que el PP ha dispensado a D. Manuel Pizarro. Los partidos repelen la excelencia como un cuerpo extraño, y encumbran a charlatanes de feria, a mediocres y serviles.
Y a los ciudadanos no nos queda otra que elegir entre susto o muerte.
Suerte y cintura para meter goles. El eZtadista, como gusta llamar NRQ, construye hábilmente enitemas falsos, que coloca con facilidad entre los borregos.
Ya saben, se trata de expresar como argumentación una aserción apoyada con algún tipo de "evidencia" que no está conectada de forma racional con la aserción, aunque la estructura es apartentemente racional.
No hay demostración, pero lo parece. Falta la pieza que proporciona la conexión lógica entre los datos y la reivindicación final.
Una de las fórmulas más sencillas y eficaces para colar un enitema falso es la generalización total a partir de un solo acontecimiento.
El Prestige = PP desastre en gestión
Bush denuncia la contaminación del puerto de Boston = Dukakis degrada el medio ambiente
Otra buena fórmula es utilizar la posición y la gestión para inferir valores y valencias.
Ejemplo
Deducir que estar contra la pena de muerte (posición) significa ser tolerante con el crimen (valencia)
Deducir que estar contra el aborto (posición) significa ser un retrógrado en materia de sexualidad
Uyyyy
ustedes me disculpen, menudo columpiazo "mhe pegao"
no es enitema (en qué estaría pensando)
es entimema falso
Mi querida Tasmania: estás "sembrada" hoy y todos los días.
Pues sí. Soy de los que piensan que un telediario dominguero en la uno, a las tres -aunque coja a la gente en el chiringuito hinchándose a sardinas- tiene más poder de irradiación que diez bombas atómicas.
En el fondo y en la superficie, lo único que ha triunfado (y en lo que se fijan los políticos para sus estrategias) es el "Gran Hermano". Gran Escarnio el que tenemos.
Pues lo de la tele si que tiene tela Juante. Un día, si quieres, hablamos de eso.
¿Sabías que en TV el mensaje "entra" literalmente en el receptor en un 89% a través de la comunicación no verbal?
Menudo temazo, mi querida Tasmania. Vale, podemos hablar de eso el día que quieras, que hay donde escarbar.
Un cariñoso saludo.
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