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sábado, 22 de mayo de 2010

Sábado

Primero y principal, salgan a la calle. Hace un día excepcional. Es sábado, el cielo está azul, la contaminación aún no lo ha teñido con el borde gris y las nubes que pueda haber ya no amenazan lluvia, sino que completan la mañana trayendo, a mí me los trae, recuerdos de infancia buscando formas en los cúmulos con la despreocupación absoluta de estar tirado en la hierba. Salgan ahora. Acuérdense de la época de estudiantes en la que en estos días la mesa estaba llena de apuntes y mirábamos por la ventana, veíamos a la gente en la calle o escuchábamos entrar por la puerta a alguien de la familia y no veíamos el momento de poder salir con total libertad. Tomen por tanto justa venganza y disfruten del día.
Queden con amigos y/o salgan con sus parejas (bajo la forma jurídica en la que se hallen comprometidos) o con sus familias. Aprovechen si hubo algo hace días con alguien a quién aprecian que no les dejara muy tranquilos e invítenle a salir. Un día así lo arregla todo.
Si les gusta pasear con música recuperen esas canciones que suenan a días como los de hoy y que nos han dado la vida. Eviten un poco las calles estrechas a modo de rentabilizar cada minuto fuera. Si entran a un bar con sus amigos busquen cerca de la puerta, pidan una botella de vino y dejen que los 75 cl vayan hablando. Acérquense a la salida de vez en cuando para no perder el contacto con el sol y no coman mucho, sólo lo justo, porque hablamos de disfrutar, no de comportarnos como goliardos.


Es un día para abandonarse al ritmo real de las piernas. Un día para dejar que la cabeza se desatasque sola. Un día para que el organismo se oxigene y el oxígeno no es sólo respirar profundamente por una arboleda. Tradiciones orientales hablan de encontrar la paz mirando un cuenco de agua. Si esto les parece demasiado complejo aprovechen a ir a ver una construcción histórica que tengan cerca y no la miren como cuando pasan por delante. Párense a cierta distancia y vayan mirando los detalles; las figuras de los pórticos; su expresión, a quién representan y por qué están ahí. Las formas de las fachadas; si son meramente decorativas o el arquitecto buscó dar una salida estética a una solución estructural.
Hagan como Velázquez y dejen las Meninas para otro día. Hoy toca pintar los jardines de Villa Medici.


Yo les dejo, mis padres acaban de llamar. Están cerca de mi casa y vamos a dar una vuelta, a ver si solucionamos los males del mundo.


Un abrazo

5 comentarios:

Tasmania dijo...

Mi adorado NRQ

Diría que todos los que nos paseamos en esta zódiac, del primero al último, cumplimos fielmente tu propuesta para un hermoso sábado como el pasado.

Interpreté ese fabuloso día como un día para comérmelo de cabo a rabo. Y así lo hice. Engullí cada rayo de sol, cada gota de agua, cada pedazo de cielo azul... y no dejé ni las migas.

Tenía que decirtelo.

Jujope dijo...

¡Pues anda que servidor de ustedes! Que estuvo todo el día con su primer mac, como cuando los Reyes Magos le trajeron el "castillitos de Apaña", con sólo cinco añitos. (Lo adquiero antes de que suba el iva, ¿eh?)

Tampoco quería decirlo, pero ya puestos...

Nrq dijo...

El mayor éxito de este post sólo podía ser ése, que una vez leído todos salieran a la calle.

JuanTe, bienvenido al Mac way of life

Jujope dijo...

Gracias, amigo NRQ. Estoy alucinando en colores. Nada que ver con los peces en el río.

Es un macbook pro de 13, pero es la pera limonera. Gracias.

Nrq dijo...

JuanTe, te va a ir del tres. llegara un momento que con cualquier ordenador que uses repetirás gestos del Mac. Es todo la simple y natural...