Los medios de comunicación españoles tienen miedo. Hablan de las redes sociales en sus noticias como si éstas fueran aliados, herramientas, igual que las agencias. Y son las agencias, pero las agencias metidas en la casa de cada uno de sus lectores, con lo que dejan de ser sus lectores para pasar a ser los lectores de las redes sociales.
Hablan de las redes sociales como si el hecho de nombrarlas ya les hicieran estar, como dicen los sajones, "in the loop", cuando en realidad no hacen más que ganarles la mano una y otra vez. A los medios de comunicación les queda entonces poner orden en el maremagnum de cosas que implican todos los tweets, o los posts, o los muros de 200.000 asociaciones y no llegan a todas. Los ciudadanos sí, atendiendo a pocas, pero si los medios se limitaran a hacer lo que hacen los ciudadanos, definitivamente habrían perdido su valor.
Así que se dedican a recopilar todo lo que pueden tan rápido como pueden y se van corriendo allí dónde esa recopilación les indica y, entonces, entran de forma desordenada con entrevistas en directo en las que te puede tocar tanto un exaltado, como un borracho como un implicado seriamente. Es un tiro con posta y pegan 100. "Algo sacaremos", parecen pensar.
Y con este despliegue nombran las redes sociales cada 3 minutos para seguir dando la impresión de que se está en lo último, lo que le da más eco a los movimientos, más relevancia, más volumen, quitándoselo a los medios. Y esto hace que la gente acuda a las fuentes originales, cada una con su parcialidad, cada una con su peculiaridad, y el efecto se expande.
Han perdido una iniciativa que antes les daban las maquinas que se escondían en un cuartito, las cuentas de pago de las agencias y se ven degradadas, porque ya no llegan antes o no se limita todo a tener una acreditación para entrar en una rueda de prensa. Ahora hay miles de agencias y miles de ruedas de prensa que dan de forma continua respuestas a no-preguntas. Ahora hay decenas de miles de comentarios, filtraciones, columnas, opiniones… y algunas de ellas han conseguido en dos años tener más relevancia a nivel mundial que un medio tradicional en 100, y si no miren Huffington Post.
Ha llegado el momento de dar una vuelta al modelo.
4 comentarios:
"Ha llegado el momento de dar una vuelta al modelo"
Sin duda Mr NRQ, pero no sólo al modelo informativo. Digo esto aún a riesgo de que Ms Tasmania y Ms Louella me extirpen algún apéndice.
Cuando a lo largo de estos días atrás manifestaba mis dudas, una parte de ellas iba por ahí. Uno lee informaciones manipuladas en las redes, pero ¿dónde está la prensa virgen y pura?
No cabe duda que se nos viene más trabajo encima. Conocemos las líneas editoriales de los dos o tres periódicos que consultamos y extraemos el tuétano fácilmente; con las redes sociales habrá que devanarse más "the brain".
Uff! Qué pereza, ya estoy un poco mayor.
Es interesante reflexión pero tampoco ahora es que tengamos mucha prensa virgen y pura. Cogemos un poco de aquí y de allí y nos creamos nuestra opinión, muchas veces ya formada de antemano.
Será más trabajo para los periodistas que para los lectores.
The Toxic...si somos buenísimas.
La prensa "virgen y pura" no existe. Y, probablemente, ni falta que hace. Hay que admitir que existe, junto con la prensa, el derecho de mantener una línea editorial. Y, sin falsear datos, ofrecer lecturas acordes con esa línea... a partir de lo cual, como dice D. Toxic (que entre apéndices y tuétanos estaba pelín salvaje en el día de hoy... bueno, ayer... que ya ven a qué horas escribo...) extraemos nuestras conclusiones, pasadas por nuestro tamiz, haciendo un poco de "fine tune".
Tan sólo Arcadi Epada y algún otro, creen fervientemente en la narración objetiva de los hechos. Se trata, creo yo, de buscar un equilibrio entre lo fidedigno y la coherencia.
Como bien dice Louella, nos vamos apañando tomando un poco de aquí y de allí. Pero se echa muchísímo de menos otro periodismo, y los esfuerzos de Arcadi por seguir intentándolo, se agradecen mucho.
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