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martes, 7 de junio de 2011

anchorman

Katie Couric, la periodista que ha puesto en más de un apuro a Sarah Palin, deja Evening News en la CBS y se marcha a la ABC. El lugar de Couric lo ocupa, anoche fue su estreno, Scott Pelley. Pelley ha sido el jefe de corresponsales de la CBS en la Casa Blanca (sí, de esos que tienen un asiento en la sala de prensa con una placa en la que se puede leer el nombre de su cadena. Si eres vulgo, te pones de pie en los laterales), luego llevó 60 Minutes II y 60 Minutes


Gran trayectoria, no exenta de ciertas controversias, pero no es que esto sea malo, menos cuando una de ellas fue por mostrarse excesivamente combativo al entrevistar a Ahmadineyad. Aquí voy a hacer una aparte ya que, si los periodistas que se entrevistan con los electos de Bildu fueran como Pelley, sus respuestas de "eso no se discute aquí" iban a quedar un poco descoloridas.


Pues bien, Pelley ayer se estrena en  medio de una vorágine de escándalos sexuales y lo que hace es mantenerse en su área. El área que él cree que define el periodismo y mientras todo el mundo habla de DSK o de Weiner (otro congresista, recuerde a Chris Lee, que enviaba fotos por internet… que yo no veo que esté mal, pero seguro que el ADSL lo paga el Congreso y hacer uso personal de un recurso facilitado por tu cargo de representante…), él no dijo ni media palabra hasta la tercera parte de las noticias y, cuando lo hizo, lo hizo de forma breve y visiblemente a disgusto. Acto seguido explicó que él no es un periodista vacío y preguntó "¿Y si pudieran tener el estilo de periodismo que hemos desplegado en 60 Minutes cada noche? Bien, ahora pueden" 


Pues qué puedo decirles yo; en un país en el que el periodismo dice encontrar watergates en fotos de gente sacando bolsas de documentos destruídos por la puerta de detrás, sin probar (ni poder probar debido a su condición de "destruidos") qué son y en el que la hábil respuesta es "son documentos personales de los que trabajan en la Consejería", cuando yo mismo destruyo todo mi papel ya no útil porque me debo a cierta confidencialidad y porque sé que va directo a reciclaje. En un escenario de noticias, las de los telediarios porque de las otras ni hablamos, en las que se habla constantemente de Lady Gaga o de mujeres asesinadas y en el que gustan más los ídolos que se derrumban (se llamen DSK u Ortega Cano), en definitiva, en un escenario con tan poco nivel, todos los que nos dan las noticias no dejan de ser unos flojos de los que actitudes como las de Pelley se quieren desmarcar. ¡Cómo me gusta que lleguen las 8 de la tarde para escuchar a Alsina!

5 comentarios:

Artanis dijo...

La mítica periodística norteamericana nos ha implantado la idea de que, de ocurrir lo de las sacas de basura de CLM en los USA, Woodward y Bernstein se meterían en el vertedero a recoger las tiras de papel y recomponerlas.
No serían pruebas válidas, pero hay un par de periódicos (en España, digo) que le darían portada en caso de merecerlo.
Por otra parte, una entrevista como la realizada ayer a LlámamePepe Bono en Onda Cero, sólo puede ser tomada como parte de un espectáculo del Club de la Comedia.

Nrq dijo...

Ya, pero porque nos prestamos a ello. Decimos que en España no nos importa que un político tenga un lío extramatrimonial, que eso es cosa de los americanos, pero apuesto a que si en la portada del Cuore salen fotos de Rubalcaba cogiendo la mano amorosamente, entre otras actitudes, a Chacón, la edición se agota y los telediarios y periódicos abren portadas al día siguiente

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Estados Unidos, como país democrático, nos lleva una ventaja de muchos años; por eso ha tenido tiempo de corregir, legislando, todas estas lacras tan lamentables que padece nuestra joven democracia. Confiemos en que nuestros partidos políticos se avengan a corregir nuestras deficiencias, con unas leyes acertadas de riguroso cumplimiento.

Louella Parsons dijo...

Me pregunto si nuestros periodistas-entrevistadores no tienen ni idea de entrevistar, temen ser políticamente incorrectos o es que se deben a sus jefes. En cualquier caso, un desastre.
No hay nada más aburrido en este país que una entrevista a un político.

Tasmania dijo...

Cierto Ms. Parsons...con lo divertido que podría ser... Benvido Tío Chinto...