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domingo, 5 de junio de 2011

Manning

No entiendo el revuelo desarrollado en torno a la figura del militar americano Bradley Manning. Era un efectivo del ejército dentro de una asignación de inteligencia. Cogió documentos confidenciales y altamente sensibles a la defensa de su país, los pasó a Wikileaks, estos lo publicaron, un hacker en quién se apoyó, Adrian Lamo, le denunció y Manning fue detenido por un delito contra la seguridad nacional.

Si les cae bien Manning dirán que ha sido un baluarte de la la lucha por la transparencia gubernamental. Aducirán una infancia difícil, una vida llena de rechazos por su condición homosexual y un espíritu comprometido hasta el punto de haber arriesgado su libertad por denunciar las atrocidades cometidas en Irak por parte del ejército americano.
Pero es que Manning era militar. Tenía acceso a información sensible y la robó, la filtró y favoreció, de esta manera que se publicara. Y esto es delito de traición. Imagínense por un momento,  siguiendo con la trayectoria Manning, que una persona con la que tienen una relación, coge sus fotos, íntimas, sus cartas, sus correos y las publica en Facebook. ¿qué sentirían? ¿qué tipo de persona considerarían que es alguien que, por muy mal que haya acabado una relación, sea capaz de exponer así a otra persona? Y no hablo de casos en los que quién se expone es uno, la TV española está plagada de gente así. Cada uno vende su vida como quiere ("vende" y no "se gana", no confundamos).

Manning no es ninguna víctima, no es alguien de quién sentir lástima. Estuvo buscando llamar la atención con distintos posicionamientos durante años y, al final, como si la vedette mayor fuera, se ha despedido del escenario con un gran número lleno de luces, cámaras e historias de superación.

¿Están de broma? Es un chaval inestable que ha buscado la vía fácil de llamar una atención que nunca tuvo y reclamó a voces. ¿Un hacker? Por favor... tampoco es un hacker el que te manda por correo un virus, aunque él crea que sí. Ser un pirata requiere algo más que coger un CD con miles de documentos y pasarlos a Assange a través de una fuente que, infeliz, nunca te encargaste de asegurar.

4 comentarios:

Artanis dijo...

Desde la Guerra Fría, la propaganda y la subversión (la ejecución de los Rosenberg por espionaje, la Caza de Brujas, la posición interna contra Vietnam, parte de la Contracultura...) ha potenciado y ennoblecido la figura del espía/doble agente/traidor. No solo en los USA, también en Gran Bretaña (¿recuerdan un film muy célebre, premiado y ciertamente bueno, de los 80 titulado "Another Country" (Otro País)? En el se "explicaba" la traición de Guy Burgess, buscando la raíz en su juventud etoniana y su persecución por homosexual, como en una parte de la historia que nos trae D. NRQ.)
No estoy diciendo la obviedad de que no todo es blanco ni negro. Pero la propaganda sigue ahí. Y que se continúe hablando de Wikileaks, cuando muy pocas de sus revelaciones son de importancia, lo demuestra.

Tasmania dijo...

Hombre N, no es lo mismo... A mi me gusta que alguien o algo como Wikileaks me cuente cosas que de otro modo no alcanzaría a conocer jamás, aunque sean pequeñeces. ¿motivos para la traición? Bufff, hay tantos...

Nrq dijo...

era un soldado. Extrajo de forma ilegal información sensible para la defensa y la entregó. Es un soldado que ha cometido un delito de traición

Tasmania dijo...

Señor,sí señor...