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viernes, 6 de mayo de 2011

financiación

sobre el tema del día, que pasa por ser la resolución del Constitucional sobre la participación de Bildu en las elecciones del próximo mayo; hay que cambiar los mecanismos electorales.

No sólo lo que ya venía diciendo respecto al sistema electoral y hacerlo a ganador o perdedor y candidatos por circunscripción en vez de listas impuestas por los partidos, a fin de cuentas se hace para el Senado, así que sí se puede extender.

Me refiero a frenar el rollo éste de que los partidos políticos se financien exclusivamente del Presupuesto liberado cada año por el Gobierno y hacerlo a través de donaciones. Ya sabemos cómo venían funcionando las donaciones de ETA, pero parece que ya se están retractando... parece. El caso es que si los partidos funcionaran a base de donaciones primero cada partido tendría que trabajarse su financiación con una ley concreta, robusta y acciones transparentes necesariamente auditables.

En segundo lugar yo no tendría la sospecha (¿?) de que parte de la pasta que me pide este año Hacienda, no es mucha pero me gusta más lo de que me devuelvan y pagar más me gusta menos, pueda ir a financiar a Bildu. Reforzando este punto, además, he de confesar que reconozco cierto punto de proximidad con los abertzales, porque yo también quiero más autogobierno para mis representaciones locales y autonómicas. Yo hoy quiero que mis impuestos vayan mayoritariamente a financiar temas propios de mi Comunidad Autónoma y que, entre otras cosas, vaya a parar a financiar exclusivamente a aquellas candidaturas que se presentan por mi área de empadronamiento.
Y sí, sé que es egoísta si considero que hay gente en Navarra y Euskadi que cree que es aberrante que Bildu, mecanismo coordinado con EA e Iniciativa para que los satélites (y no tan satélites) de ETA se presenten a las elecciones y logren más financiación si logran representación en ayuntamientos, pero al menos el gobierno foral y el autonómico de las regiones citadas tendrían que verse en la tesitura de quitar de alguna partida destinada a pesca, por ejemplo, para poner en financiación a los partidos, entre los que se encontraría Bildu.
Además yo dormiría más tranquilo sabiendo que mi dinero no va para ellos y no en esta incertidumbre que nadie me aclara

2 comentarios:

Louella Parsons dijo...

Pero como, de momento, lo de la financiación de los partidos no va a cambiar, y como sé que el nacionalismo todo entero (PNV, Aralar, Bildu....) va a arrasar estas municipales, yo por de pronto, me voy a empadronar fuera del País Vasco. Será el último año que vote allí porque creo que ya la esperanza no nacionalistas está completamente perdida pero será el último que pague mis impuestos allí.
Que luego estén esos impuestos que vayan a financiar a los partidos...qué se le va a hacer. Contra esos, todavía no se puede hacer nada.

Noumenadas dijo...

Una pregunta que no es capciosa: ¿tengo yo que pagar 178 euros al ayuntamiento, por tener un coche y destrozarlo poco a poco con los badenes y el adoquinado repugnante del sitio donde me quieren robar esa cantidad?, ¿tengo que pagar impuestos para que cuarenta golfos y degenerados -con su recua de dóciles secretarias- organicen al año un certamen de cortometrajes estalinistas, cobrando 8.000 euros al mes?

Creo que la izquierda tiene secuestrada en Estocolmo a muchos parias de la derecha. No estamos aquí como en Francia o Inglaterra, no hay alternancia política; lo único que hay es un inmenso sustrato perrofláutico que coincide con la idiosincracia cachonda y negra del apañol promedio.

Aquellos polvos no cesan de traer estos lodos. Al loro.

Lo de Bildu es una pantomima socialista vergonzosa y delirante. Pero no lo es más que la del claustro (¡ironía cruel!) de donde yo trabajo, donde las perraflautas y sus babosos acomplejados son todas de la única opción posible en Apaña: la troskysta.

Lamento todo lo que está pasando y celebro actitudes como la de Louella, única posible.

Respecto a la LIBERTAD y aunque sea con efecto retroactivo: no hay LIBERTAD donde hay totalitarismo intervencionista. Y en este desdichado país de locos y chiflados vivimos bajo la tutela siniestra de toda una secta intervencionista que se cree iluminada. Los pusilánimes que le doran la píldora, incluso sin manifestar quererlo, llevan la penitencia en el pecado.