Hoy es jueves, en Madrid es festivo, me he despertado a las 1000h después de haber soñado cosas agradables y algo reveladoras. Esas cosas que mi preconsciente no deja empapar al consciente y que sólo descubro, a modo de epifanía, con dos copas o durmiendo. De tal forma que el despertar me ha traído multitud de pensamientos fugaces, de conceptos e imágenes, para las que he necesitado un terrible esfuerzo de consciencia repentina en la que siempre hay víctimas, pero de la que he rescatado sujetando apenas por los dedos a algún náufrago. ¿Han pensado en la etimología de náufrago?; Navis; nave, de dónde viene nao, náutico. Y Frangere, romper. Naufragio; nave que se rompe. Náufrago, el que sale de una nave rota. Al final el que naufraga sale de un desastre, pero sale vivo. De tal forma que su condición de náufrago se da por su condición de ser viviente bajo una circunstancia concreta. En caso contrario sería víctima, ahogado, fallecido, o cualquier otro sustantivo que se asocie a una lista remitida como letanía en las páginas de un periódico que llena espacios en blanco explotando un acto trágico.
Pero a fin de cuentas explotar situaciones es lo que mejor se le da a mucha gente. Tanto el logro con el "mira que bien me ha quedado", como niños llegando a casa con la cartulina llena de macarrones pegados formando un paisaje (yo soy más bien al contrario, nunca me ha quedado suficientemente bien y admiro al que escribe o comunica de forma impecable y a primera vista), como con las situaciones dramáticas. Los que aprovechan cualquier resquicio para decirte que "estoy pasando una época un poco triste". Los que cuando les ves la cara ya están en modo "explotando la culpabilidad ajena", porque al final si no son felices, nunca es por propia responsabilidad. Cuando a mí me preguntan qué tal siempre contesto que "mejor si ganara más dinero". Esto implica que estoy bien, pero la situación es sensiblemente mejorable. O como en la viñeta de Mafalda en la que pregunta a Susanita, creo, por no sé qué situación, le contesta ésta "Buf", a lo que replica la primera "bueno, podía ser puaj".
Porque explotando situaciones cotidianas hasta el límite del drama es como a ciertas personas les gusta vivir su vida. Buscando en sus accidentes, y no en sus logros, la forma de ser protagonistas de una película, en la mayoría de las ocasiones mal interpretadas, tanto por la falta de talento como porque el guión es soporífero.
Por cierto y como nota al margen: Llegan películas sobre candidatos y staffers políticos; una protagonizada por Rob Lowe, Knife Fight, en la que da vida a un asesor que sólo se centra en ganar mientras su representada se conformaría ya con hacer un digno papel. Otra, The Ides of March, dirigida, co-escrita y protagonizada por George Clooney tocando una historia que les sonará a John Edwards. Y una última de Aaron Sorkin acerca del mismo John Edwards y basada en el libro que escribió un ayudante del candidato quién descubrió, al intentar defenderle, que tenía un hijo ilegítimo. Ah!, Stone ataca de nuevo con una película sobre G.W. Bush.
2 comentarios:
Se ha levantado usted implacable, Mr NRQ.
Pero tiene mucha razón aunque creo que hay que distinguir entre el explotador de sus fracasos y tragedias como modo de creer que así genera empatía y el pesimista "genético" que no puede remediar ser así.
De los primeros, huir. De los segundos, aceptarlos como son.
Me ha gustado lo de "Buscando en sus accidentes, y no en sus logros...". Es una reflexión que debemos hacernos cuando se nos va la mano lamentándonos por un fracaso.
Me ha gustado mucho la entrada.
Que diferente sería el mundo si todos fuésemos capaces de asumir nuestras propias responsabilidades sin culpar a nada ni a nadie por nuestros fracasos. Además, esta forma de ver la vida te hace infeliz y ser incapaz de hacer felices a los demás.
Saludos.
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