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martes, 28 de junio de 2011

Profilaxis para la humanidad


Hoy se inicia en el Parlamento el debate sobre el estado de la Nación. Yo, pequeña y ambiciosa, les hablaré del estado del mundo porque verán, he estado pensando que la profilaxis nunca nos protegerá contra la enfermedad del mundo, por la sencilla razón de que llevamos el mundo dentro.

Por maravillosos que lleguen a ser algunos seres humanos, la suma total producirá un mundo exterior doloroso e imperfecto. Mientras vivamos cohibidos siempre fracasaremos a la hora de vérnoslas con el mundo. No es necesario morir para encontrarse cara a cara con la realidad. La realidad está aquí y ahora, en todas partes, brillando a través de cualquier reflejo que llega al ojo.

Las prisiones y los manicomios se vacían cuando un peligro mayor amenaza a la comunidad. Cuando se acerca el enemigo, se vuelve a convocar al exiliado político para que participe en la defensa de su país. En la última trinchera comienza a entrarnos en nuestras cabezas que todos somos parte integrante de la misma carne. Cuando nuestras propias vidas están amenazadas empezamos a vivir. Hasta el inválido arroja sus muletas en tales momentos.

5 comentarios:

Artanis dijo...

la Literatura y otras artes más dudosas (audiovisuales) han caído y recaído en el retrato de las grandes crisis como motor generador. En el apartado del género Fantástico, mucho más.
Las plagas más o menos divinas, el caos nuclear, los mutantes o -el retorno a la moda de- los zombies, marcan una pervertida y desesperada versión del Nuevo Advenimiento (tras un Apocalipsis) en el que no hay Mesías, sino corrupción y cadáveres (con apetito, además, pútridos ángeles exterminadores).
En estas ficciones siempre hay supervivientes, aunque vayan cayendo como cuentas de un roto rosario. Suele quedar uno. Más bien Una, porque sois vosotras, las (re)generadoras. Del Bien o del Mal (Lilith, la Primera, fantasma y demonio borrado y sustituido en la historia oficial por Eva).
Quizá fuera buena idea. El caos. El cuasi-fin. Y vosotras, ciencia en mano, engendrando sin contar con nosotros. Como mucho, los que valieran para ello, zánganos lúbricos para disfrute de un placer añejo, que se iría perdiendo, en beneficio de un no tocarse...
No tocarse porque el apetito se abre comiendo...
...y no vayamos a joderlo todo comenzando de nuevo, con la diferencia de que, esta vez, partiríamos de un No-Edén.

Barrenada por barrenada. Aunque esto suene a plan maléfico de Fu-Manchú (no confundir, creo, con Mr. (Ta)Chan...)

Jujope dijo...

En fin. Como dice el amigo Theodore Dalrymple, el mundo se ha infectado de psicópatas y apóstatas por culpa de tanta corrección política y de tanto progreterío amoral. Una pena.

Mr. Chan dijo...

"Cuando nuestras propias vidas están amenazadas empezamos a vivir"

Nunca dejamos de subsistir Ms Tasmania aunque podamos, en gran medida, hacerlo mal y tener aquella tópica sensación: "esto no es vida"

Lo que hacemos cuando nuestra existencia está en peligro es ponerla en valor.

Porque ella lo vale.

Mr. Chan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mr. Chan dijo...

"Cuando nuestras propias vidas están amenazadas empezamos a vivir"

Nunca dejamos de subsistir Ms Tasmania aunque podamos, en gran medida, hacerlo mal y tener aquella tópica sensación: "esto no es vida".

Lo que sí hacemos cuando nuestra existencia está en peligro es ponerla en valor. 

Porque ella lo vale.