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martes, 26 de abril de 2011

The gift


Una vez me contaron que...

El escritor norteamericano O. Henry escribió en 1.907 un relato titulado “El Regalo De Los Reyes Magos” (The Gift Of The Magi)

http://www.online-literature.com/o_henry/the-four-million/2/

En este breve cuento, O. Henry nos narra como Della, una mujer joven y muy enamorada de su esposo Jim, con el que conforma un matrimonio de escasos posibles y casi ninguna propiedad, decide en las vísperas de Navidad vender algo que le permita hacerle a Jim, el regalo que merece. Opta por vender algo propio, muy propio, su hermoso cabello, que hubiera hecho palidecer a la Reina de Saba. Los veinte dólares que obtiene por él, le permiten adquirir una hermosa cadena de platino para el único bien material del que se enorgullece su esposo.

Un reloj de oro.

Un reloj de oro que había pertenecido a su abuelo.

Cuando Jim llega del trabajo, Della no puede camuflar por mucho tiempo lo sucedido con su pelo. Le ruega que no deje de amarla al ver mermada su belleza y quiere que sepa que lo ha hecho por él. Jim está anonadado, pero no la ama ni un ápice menos. Tanto es así que él le muestra el regalo que trae para ella.

Unas peinetas.

Unas bellas peinetas de carey a juego con su desaparecido cabello, que Della siempre había querido tener.

Se deprime y llora, pero él la consuela. Se enjuga las lágrimas y le tiende a él la cadena. ¡Que haya servido para algo! Pero el reloj de Jim, fue empeñado. Fue empeñado por éste para pagar las peinetas.

O. Henry les hace sonreír. Nada de tragedias. Y culmina...

“Como vds. saben, los Reyes Magos eran unos hombres sabios -maravillosamente sabios- que le trajeron regalos al Niño cuando estaba en el pesebre. Fueron ellos quienes inventaron el arte de hacer regalos de Navidad. Como eran sabios, sus regalos también lo eran, sin duda, y hasta quizá tuvieran el privilegio de ser canjeados en el caso de resultar repetidos. Y aquí he narrado torpemente la oscura crónica de dos niños tontos que vivían en un apartamento y que, estúpidamente, sacrificaron el uno por el otro los tesoros más grandes de su casa. Pero como advertencia final para los sabios de estos tiempos, permítaseme decir que, de todos los que hacen regalos, ellos dos fueron los más sabios. De todos los que dan y reciben regalos, los seres como ellos son los más sabios. Son los más sabios en cualquier parte del mundo. Son ellos los Reyes Magos.”


3 comentarios:

Gulliver dijo...

Maravilloso escritor, maestro del relato corto, desgraciadamente poco conocido en España. Poseía una excepcional capacidad para dar siempre un final sorprendente a sus narraciones

A él se debe el término "república bananera" (banana republic) con el que retrató para la posteridad a la imaginaria República de Anchuria (trasunto de la república de Honduras en la que vivió durante unos años como prófugo de la justicia norteamericana)

Si logran acceder a alguna edición de sus relatos, no dejen de leer los que se agrupan bajo el título de “El honrado tramposo", en el que se narran las aventuras de dos sorprendentes pícaros llamados Jeff Peters y Andy Tucker

Tasmania dijo...

Gracias por su recomendación Gulliver, no dejaré de hacerlo...

mmmhhh el honrado tramposo... ¿es eso un oxímoron?

Louella Parsons dijo...

Bonito regalo su post de hoy, querida Tasmania.

La mayoría de las veces, si conoces al "regalador", al descubrir el regalo ya sabes cuánto empeño ha puesto el que te lo regala y cuánto cariño y, lo más importante, cuánto ha disfrutado haciéndolo.

Ese es el verdadero valor del regalo.

Gracias por sus recomendaciones, don Gulliver. Tomo nota ahora mismo.