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martes, 31 de mayo de 2011

Merceditas

Toda la caterva de Venus y demás diosas de la mitología, imaginadas por los artistas con los volúmenes más pimpantes, se eclipsan ante el encanto de las aplicadas universitarias, saludables enfermeras, atentas dependientes, locuaces telefonistas... que se exhiben por cualquier calle con las ropitas bien ventiladas.

Y no quisiera herir susceptibilidades en mi obligada misión de otros gremios. Opinión particular, repito.

Esas chicas que se pasean altivas, espigadas, exóticas, zancudas, auténticamente cardíacas, descuidadamente despatarradas, desenvueltas de comportamiento, requetecaprichosas, de lo más escépticas que imaginarse pueda, rigurosamente positivistas unas, precozmente asqueadas del sinsentido de la vida otras, baten todos los récords homologados.

7 comentarios:

Flops!!! dijo...

No comprendo exactamente qué nos quiere decir Ms Tasmania, pero lo que me sugiere su comentario es lo voluble, poco sólido y frívolo –no siempre es así- de la juventud; que no me parece algo a denostar. La vida nos va poniendo piedras en el camino que hay que ir demoliendo o sorteando y no creo que un tramo de cierta inconsistencia sea nocivo, diría incluso que es saludable.

Durante esa fase además hay que ejecutar las danzas del cortejo –somos mamíferos- y es cuando la fertilidad y la energía están en su máximo apogeo, y la competencia es feroz. Entiendo que por este motivo “Las Merceditas” recurren a todos sus posibles para resaltar sobre la media.

Tengo conocidos que no han pasado esa etapa y las tonterías e imprudencias que deberían haber experimentado a edad temprana, las están viviendo a las puertas de la madurez, y resultan pelín anacrónicos.

Nosotros tampoco nos libramos.

Nrq dijo...

buena gente!!

Tasmania dijo...

No me parece el refrán más sabio querido Mr. Avenger, pero su comentario me lo ha recordado. Por aquí, en la periferia de la periferia se acostumbra a decir: "leña nova todo é fume"

Seguro que lo entiende que gallegos y asturianos...ya se sabe, primos hermanos.

Artanis dijo...

Entre el ímpetu génito-afectivo de Mr. NRQ y la mirada crítico-sólida de Mr. Toxic, podría yo añadir al célebre filósofo Archibald Alexander Leach, más conocido por Cary Grant, en su personaje de capitán de submarino rosa en "Operación Pacífico"... "Antes de los 18 años, las protege la Ley; después de los 70*, la Naturaleza. Entre ambas edades, el campo es libre."
(* En la película dicen 60, pero las épocas cambian y -como diría D. Arcadi- afortunadamente mejoran, y hay féminas asombrosas en esas edades... las abuelitas-cañón...)

La libertad de uso y disfrute del propio cuerpo y la capacidad de armonizar la propia belleza o atractivo con el ejercicio cotidiano de "sus labores", son méritos de unas mujeres a las que, en el libre ejercicio de su sexualidad y entrega, aún se las sigue mirando desde la bancada (tanto masculina como femenina, aún por distintos motivos) como amenazas o féminas desquiciadas, despendoladas. No creo que eso sea la crítica de Dña. Tasmania -a quién no tengo por Monja Alférez- y me atrevo a suponer que, precisamente, su crítica pivota en la falta de conciencia de ese ejercicio, del sacerdocio de la belleza, de la disposición, de la seduccción -que citábamos hace un par de días- como un credo que debe ser ejercitado en plena consciencia.

¿De qué sirve tener poder si una no es consciente de ello?

Nrq dijo...

¿quién tiene poder y no es consciente de ello?

Sobre su comentario de mujeres potent-grannies le dejo un monólogo de Maher sobre mi amiga Sarah

Unknown dijo...

Merceditas, Lolitas, Marielitas...Llámense como se quiera, pero siempre hermosas y dispuestas a ejercer el poder que les otorga la naturaleza-su belleza juvenil-y les niega la sociedad. Un juego de seducción inocente y efímero basado en la poca experiencia que posee un cachorro humano tan frágil y hermoso como una copa de cristal de Bohemia, que se rompe ante el mínimo golpe. La frivolidad de Afrodita calculada y dirigida hacia el fin de reafirmar su valía con una presencia exuberante.
Mañana serán esposas y madres, si lo desean, y su hermosura juvenil se irá difuminando con el paso del tiempo, pero afirmándose en otros terrenos que las harán más bellas aún, más interesantes en el trato y en el discurso, con una fragilidad más sólida y encantadora que abarca algo más que sus cuerpos.
¡Dejémoslas disfrutar de su etapa de Merceditas!

Tasmania dijo...

N tu enlace es absolutamente genial... gracias, me he reído un rato.