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domingo, 19 de septiembre de 2010

De la falsedad y la mentira

¿Eres ingeniero, médico o arquitecto y te parece absurdo, disparatado o irrealizable mi propósito? ¿Eres escritor, periodista, político o comentarista y te parece ridículo, estúpido o inalcanzable mi objetivo?

Pues tómate la molestia de demostrarlo, no en obsequio mío, sino en bien de la sociedad de que la formas parte, con lo que me reducirás a voluntario y perpetuo silencio y acrecentarás el crédito de que gozas entre tus clientes si a todos nos convences con tus bien concertadas razones. Y se te equivocas y erras, darás muerte a tu fama y vida a la mía.

Lo que no me parece bien es que, presentándome yo en medio de la plaza pública, a mediodía, retando cortésmente a quien quiera contender conmigo, aguardes a que vengan las sombras de la noche y la soledad para herirme a traición, con navaja trapera y por la espalda, que a esto equivale el aconsejar en voz baja a las gentes que no me ayuden en mi empresa, porque es desatinada, o muy grande y de realización imposible o ajena.

¿Desea tu patriotismo que los inventores españoles eclipsen con sus prodigios a los extranjeros? Déjate de grandezas, huye de la conclusiones epilépticas de las borracheras científico-patrióticas; repara en que estudiamos poco y trabajamos menos, y conténtate con el escaso fruto que algunos, como yo, te ofrecen.

Y si al terminar la discusión no estás satisfecho, descansaremos faltos de materiales que arrojarnos a la cara, tú sin piedras y yo sin margaritas.

5 comentarios:

Nrq dijo...

Si es que estamos a años luz, por detrás, de nuestros pares. El ejemplo reciente más lamentable ha sido el "Trini Puede" vs el cartel Obama style de Tomás Gómez. Encima los telediarios entrevistan al del plagio como si fuera un creativo totalmente "edge"

Así, de miseria en miseria, fingimos que crecemos un país

Louella Parsons dijo...

El juego sucio, la perversión del lenguaje, la manipulación de la justicia, el abuso de poder.....está siendo ultimamente tan habitual que ya no nos acordamos de si la política tenía alguna virtud.

¿Nobleza, honradez, prudencia,....?

¿cuáles eran?

Los políticos han dejado de ser personas respetables. Los ciudadanos no confían en ellos y consideran que trabajan para ellos mismos y no para la comunidad.

Ojalá que pronto volvamos a comprobar que la politica es un oficio noble.

Tasmania dijo...

La competencia no es leal, queridos míos, al menos no siempre.

Y sí, Ms. Parsons, el juego sucio es el que prima y es el que más duele. Probablemente más todavía si viene de quien conoces, con quien has tenido diferencias pero también has compartido aciertos.

Estoy contigo N, como de costumbre, a años luz, de miseria en miseria y tiro porque me toca.

Louella Parsons dijo...

La política, querida TASMANIA, es ingrata pero de ahí a ser desleal hay un abismo.

Hemos visto tantos ejemplos de ingratitud que es como para no plantearse en la vida dedicarse a esto.

¿Cuántos políticos habrá del PP que no quieren salir en la foto con Aznar (no llegarán a negar que le conocen, como san Pedro pero casi, casi...)?

¿quién agradeció a María San Gil su dedicación en una zona tan hostil y peligrosa como el País Vasco después de quitarle de enmedio porque sus tesis ya no cuadraban en el "nuevo" PP?

¿cuántos políticos ha fulminado ZP porque no le convenían?

Los políticos están al servicio del partido mientras son útiles. Vale.
Pero, esas formas, esos desprecios....

Desde luego que hay que saber dónde se mete uno cuando entra en política.

Me pregunto cuántos de estos políticos siguen siendo amigos.

Tasmania dijo...

Vaya, María San Gil, querida Louella, una mujer con un par...

Hace algún tiempo le pedí un consejo. Fue fulminante en su respuesta... tanto que me dejó perpleja, y qué razón tenía... Su sabio consejo me permitió dar un paso adelante ahí donde estaba bloqueada.

Gracias por su recuerdo