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jueves, 27 de enero de 2011

limpio

Se habrán dado cuenta de que últimamente estoy un poco sensible con el tema de la simplicidad. Pues bien, hoy, uniendo el concepto simplicidad con la política americana, les traigo una nueva muestra de cómo hacer las cosas bien produce un efecto muy superior a cualquier expectativa.

El NYTimes, que ya nos regaló dos meses de sobresalientes entornos gráficos para las elecciones de Noviembre, ha volcado en su web el discurso del Estado de la Unión del pasado martes.


Lo pueden ver en vídeo mientras siguen las transcripción en el texto de la izquierda, que se resalta en negro por cada párrafo por el que el Presidente Obama va pasando. Pero lo mejor es que si pinchan en cualquiera de los párrafos de la transcripción el vídeo salta hasta ese preciso momento.
Encima del visor verán una barra de avance dividida por temas que trata el discurso, no muchos, sólo las agrupaciones esenciales y, por si les parece poco, en cada párrafo que proceda incluyen un vínculo a artículos sobre el tema tratado.
Y todo esto en un entorno totalmente simple y amigable.

La simplicidad es dar vueltas, muchas vueltas, a un concepto hasta eliminar lo superficial, lo decorativo, lo aleatorio, incluso interpretar lo necesario para, finalmente, quedarse con lo esencial y dotarlo de líneas limpias.

Espero que lo disfruten; el discurso, estén de acuerdo con lo que dice o no, es sensato y, en los 10 primeros minutos, ya evidencia un hecho que en España queremos pasar por alto enrocados en la actitud de cierta falsa superioridad ya heredada desde el siglo XVI. Obama habla de no dormir, porque la competitividad está ocurriendo y hay que empujar en lo que es la ventaja que uno y mejorar en lo que nuestra posición no lo es tanto.

"El primer paso para ganar el futuro es fomentar la innovación americana. Ninguno de nosotros puede predecir con certeza cuál será la próxima gran industria, o de dóndre vendrán los nuevos trabajos. Hace treinta años, no se podía saber que algo llamado Internet daría lugar a una revolución económica. Lo que podemos hacer - lo que Estados Unidos hace mejor que nadie - es encender la chispa de la creatividad y la imaginación de nuestro pueblo. Somos la nación que puso los coches en las carreteras y los ordenadores en las oficinas, la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y Facebook. En Estados Unidos, la innovación no se limita a cambiar nuestras vidas. Es como nos ganamos la vida."

13 comentarios:

churruca dijo...

D. Nrq, mucho me temo que lo que para los americanos resulta un estímulo, aunque exija un esfuerzo, para los españoles es un imposible metafísico. Efectivamente la impronta de los EEUU, empezando por el hecho mismo de su fundación, ha sido la innovación. El nuestro es otro caso. Si recuerda la reunión de Zapatero con la flor y nata de nuestro tejido empresarial, recordará quienes fueron los convocados y que el grueso lo formaban financieros y grandes constructores y concesionarios de servicios públicos, valga la redundancia. En resumen, sobraban dedos de una mano para contar a empresarios que a su propio riesgo creasen algo sin ser deudores, de una u otra manera, del poder político.

Siempre me ha parecido triste que no cundiera el ejemplo de mi paisano -de adopción- D. Amancio Ortega. Que literalmente pasa de los políticos como de la caca, y perdón por la expresión, pero no la encuentro más gráfica para describir la situación, porque su negocio no depende de ellos en ninguna medida. No tiene favores que pedirles y nada espera de ellos; se vale por sí mismo.

No se puede sacar a un país adelante si tres cuartas de la población sueñan con ser funcionarios o empleados fijos, y blindados, en una única empresa durante toda su vida profesional, y tres cuartas partes del empresariado sueña con ser concesionarios de servicios públicos. Así no se va a ningún sitio. Añada a lo anterior las innumerables dificultades de toda índole con las que se topa cualquiera que intente salirse del esquema. Así no hay aportación de nuevos recursos, no se crea valor añadido. Nos pasamos el tiempo cambiándonos el dinero de bolsillo.

Le contaré un ilustrativo caso del que en cierta medida fui protagonista. Aún a riesgo de ganarme fama de abuelo cebolleta con mis batallitas. Hace año y medio participé en una iniciativa empresarial muy interesante. Se trataba de crear una pequeña operadora de telefonía, que gracias al empleo de un sistema de radiofrecuencia pretendía dar servicio de acceso a internet y telefonía a zonas remotas, que en Galicia abundan, que no cuentan con el servicio. Remotas, digo, y no tanto. Porque en Galicia la orografía y la dispersión de la población hacen que abunden los lugares en los que a Telefónica y R, la operadora gallega de cable, no les resulta rentable desplegar sus redes para dar cobertura a un pulñado de clientes. Esa era el nicho de mercado al que apuntábamos: lo que telefónica y R no querían.

Fue literalmente imposible sacar adelante el asunto. Las presiones de todo tipo fueron sencillamente abrumadoras. Ayuntamientos, Diputaciones, Xunta de Galicia, administraciones todas ellas sin competencias en la materia, se metieron a saco. El tema está parado, y sin visos de reactivación.

Y el caso es que el proyecto no sólo hubiera facilitado ese servicio básico a una población que a día de hoy carece de él, o cuenta con uno muy deficiente, sino que además teníamos ya desarrollada tecnología propia para cubrir varias de las necesidades del sistema, y la idea de seguir trabajando en el asunto e ir desarrollando, poco a poco, todos sus elementos. Porque mientras Telefónica y R se limitan a explotar la vertiente financiera del negocio, porque cuentan con abundantes recursos que les permiten comprar la tecnología de sus redes a grandes proveedores internacionales, limitándose a hacer esa inversión y recuperarla sableando a sus abonados, nosotros no. Nosotros no podíamos llamar a Ericcson o Motorola o Siemens para que nos sacaran las castañas del fuego. Lo haríamos a base de proveedores del entorno, tirando de la industria local. Creando riqueza e innovación al tiempo que prestábamos un servicio del que la gente carecía.

Pero no pudo ser. El sistema está montado para que sean los previamente designados los que, sin dejar otro rastro sobre el terreno que el servicio que prestan, y regadas con abundante dinero público, se limiten a succionar dinero del bolsillo de los contribuyentes. Así no se puede llegar muy lejos.

Disculpen el tocho. Pero, D. Nrq, hoy me ha tocado la fibra.

Nrq dijo...

¿Tocho? Sería tocho si no apeteciera pasar de la segunda línea.
Estoy familiarizado con el negocio de las telecomunicaciones y, en relación a la entrada de hoy, se sorprendería de la cuota que los chinos están ganando.
Lo que ocurre es que Telefónica es un monstruo surgido de una posición hiperFavorable y con una capacidad de riesgo y apalancamiento fuera de toda duda y... bueno, producto de España.

Lo peor es que casos como el de su paisano son pocos, excepcionales y la tónica general es seguir en una mentalidad de ladrillo y de esquilmar recursos.

No me malinterprete, no toda España, pero si creo que es un sentir bastante extendido.

churruca dijo...

"Lo peor es que casos como el de su paisano son pocos, excepcionales y la tónica general es seguir en una mentalidad de ladrillo y de esquilmar recursos."

Pocos, excepcionales y, como le he contado, excepcionalmente mal recibidos por las autoridades que, al menos en teoría, dicen estar comprometodas con el bienestar de los ciudadanos y el desarrollo del país.

A día e hoy, y gracias al celo con el que las autoridades defienden los interses particulares de determinadas empresas, los ciudadanos a los que podíamos facilitar un acceso a internet siguen sin resultar atractivos para esas empresas y, por tanto, sin servicio. Y todo lo que podíamos haber desarrollado como empresa se ha ido directamente al limbo.

Cada vez que oigo a un político hablar de I+D+i me pongo enfermo.

Nrq dijo...

... y cada vez que veo lo complicado que es montar una Empresa en España me entran arcadas

Tasmania dijo...

Pues vuestra propuesta no sólo es buena sino que es necesaria Almirante.

Vivo en el campo y mi acceso a internet es penoso, además de carísimo... obviamente a casa no llega el cable.

Cuando Quin decía aquello de cubrir el 100% del territorio y que ya andaban por el 95% me daban ganas de ahogarlo. Sigo igual.

Ahora la Diputación ofrece un sistema (wimax) que parece bastante razonable. El otro día vino el técnico y me comentó que como las antenas que se están instalando son de 20m y no de 60m como habían proyectado quedamos en sombra montones de viviendas.

Lo dicho. Sigo igual.

churruca dijo...

Querida Tasmania, el problema es que aún habiendo un problema se niega sistemáticamente la solución si esta no viene por el cauce preestablecido. Cauce que acostumbra a ser el origen del problema. Para entendernos, R, no digamos ya telefónica, tiene una estructura compleja y costosa que le impide acceder a ciertos potenciales clientes. Clientes que sólo podrá atender si alguien, y no miro a nadie, se hace cargo de las pérdidas que hacerlo le origina. Eso no significa, ni mucho menos, que otra empresa mejor adaptada, con una estructura menos mostrenca, pueda atender a esos clientes eficientemente y ganando dinero. En la teoría, claro, porque en la práctica R y Telefónica no están dispuestas a dejar marchar la suculenta tajada de dinero público que le puede caer por prestar el servicio y, como el perro del hortelano, ni comerá ni dejará comer hasta que le caiga la dádiva pública. Y ustedes, mientras tanto, mirando al mar.

Jujope dijo...

En sombra y en el campo. Se me hace la boca agua, doña Tasmania: hummmmm...

Barrilete cósmico dijo...

Nrq, me acaba de alegrar la tarde, ¡qué divertido lo del discruso!, parece que estás leyendo del mismo telepronter.

En cuanto a lo demás, cuánta razón. Aquí, a La Rioja, regresó hace unos años uno de mis mejores amigos, con el expediente académico en química más brillante de su generación. Trató, durante dos largos años, de implantar un centro de investigación en nanotecnología, con aplicaciones industriales en casi todos los sectores imaginables. Tuvo que abandonar, y ahora, en Estado Unidos, le va de puta madre, con perdón.

Nrq dijo...

y sin perdón. Al César...

Carmen Quirós dijo...

Hemos coincidido en el contenido de la entrada a nuestros blogs, don NRQ.

Yo recurrí a la traducción que ofreció El País (mi inglés es inexistente). Me encantó el discurso. Era el discurso de un líder, justo lo que nosotros necesitamos.

Ángeles Hernández dijo...

Pufff, para ser el primer día me he líado un poco con la rosa roja (¿Lancaster?) y el bitacorino rey con cetro y espada.Al grano .

Absolutamente de acuerdo con la simplicidad: "Inteligentia pauca", no sólo para el que lee, también para el que escribe.

En cuanto al discurso de Obama, " el primer paso para ganar el futuro es fomentar la innovación...", no es lo mismo que aquello de " Que inventen ellos ", ¿verdad?.
Tan antiguo, tan actual.

Un saludo Juante y corto ya para predicar con el ejemplo. Á.

Nrq dijo...

Ms Quirós; hace poco alguien me comentó que sobraban políticos y faltaban líderes. parece que es un pensamiento que crece.

Bienvenida Ms Hernández. "Que inventen ellos": En España nos dan una justificación y nos agarramos a ella como a un salñvavidas

Jujope dijo...

Un saludo, amiga Á. Bienvenida seas a este canoro lugar. Dicen que "todo está inventado" pero, de vez en cuando, no está mal que nos reinventemos a nosotros mismos.