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sábado, 22 de enero de 2011

Today

N, estas últimas entradas me tienen algo barrenada, los comentarios a tu entrada de ayer me han acosado toda la noche, comprenderás que aún no pueda dejarlo. No.

Churruca hizo ayer un excelente recorrido por la historia y, a mi juicio, desentrañó el material del que estamos construidos. Parto de ahí.

Durante siglos el cristianismo, que es la incubadora donde germinaron la mayor parte de las ideas que definen la cultura occidental, dio carta de naturaleza a la búsqueda de la felicidad, pero con sabia prudencia situó la existencia plena de la misma en el pasado remoto o en un futuro no demostrable. El paraíso estuvo en el origen de los tiempos y se perdió por el pecado original. Su recuperación sólo será posible en la otra vida.

La Ilustración, al hacer la crítica de la ilusión religiosa, abre la puerta para que la felicidad sea una cosa al alcance del hombre en esta vida. Voltaire hace decir a uno de sus personajes: "El paraíso terrenal está donde quiera que yo vaya". Prudentemente, sin embargo, declara: "Un día todo irá bien, ésa es nuestra esperanza. Todo va bien, ésa es nuestra ilusión". La satisfacción de los anhelos que el cristianismo posponía a la otra vida, el pensamiento ilustrado la pospone a más adelante en la historia.

El cambio de perspectiva, sin embargo, se produce. La vida humana no es, y sobre todo no tiene por qué ser, un valle de lágrimas. El dolor y el sufrimiento pierden justificación mientras que el bienestar y el placer ganan legitimidad. Con la Ilustración la humanidad queda como responsable del mal y sólo a ella toca a corregirlo. La mejora de este mundo sustituye a los consuelos del más allá. Como dijo Kant "depende de nosotros que el presente cumpla su promesa de futuro". Ciertamente esta obligación de construir el paraíso es pospuesta a un futuro siempre en retroceso. El mal y el dolor son ahora los accidentes inevitables en el camino hacia el mundo feliz.

Algo decisivo cambió entre la ilusión religiosa y la utopía histórica: la necesidad de la prueba. Mientras para la otra vida la prueba sobre el valor redentor del dolor es inútil, en la utopía del progreso histórico el acercamiento al paraíso es necesario para mantener la fe. Ahí ha muerto el vigor de muchas utopías políticas.

4 comentarios:

José Antonio del Pozo dijo...

Pero es que, en mi opinión las utopías, el germen totalitario que inexorablemente portan, en la medida que quieren ahormar a la totalidad de los hombres conforme a ese ideal, desconociendo la naturaleza imperfecta del género, son más destructivas que constructivas. Cuánto mejor el gradualismo paulatino, que celebra las mejoras pequeñas y nunca se hace ilusiones. Sigue sin valernos la experiencia inapelable de que todos los intentos por construir el paraíso en la Tierra han desencadenado en infiernos. No se puede esperar tanto de la política para todo y para todos.
Saludos bloggeros de un seguidor vuestro

Noumenadas dijo...

No hay que darle tantas vueltas al asunto ni ser tan retorcidos y obtusos. Que en todas partes cuecen habas, como decía el otro.

El único problema es la cantidad de gentuza y desechos de tientas -de uno y otro signo político, social y económico- que cada vez infecta más el planeta-. Como decía Bertrand Tavernier, a través de la bruja de "La pasión Beatriz": "los malos no hacen más que reproducirse sin parar".

Internet se ha revelado para servidor como la mejor demostración de la iniquidad humana, elevada a una calcomanía de ondas hercianas en forma cuadrada. En el momento mismo en que la secta se siente agredida, hace causa común de su estulticia infinita y se pone a lamer culos o a meter la cabeza de avestruZ (como Zp) en ominosos agujeros, con tal de no ver peligrar su inestable equilibrio de solitaria ególatra aburrida y cobarde. Es para nota y para un ensayito. Y con la religión pasa tres cuartos de lo mismo (Internet es un catálogo cutre de religiones estrafalarias). El refugio gregario funciona, según la moralidad de sus adláteres ocasionales, más o menos abducidos, adictos y adeptos. En realidad es eso lo único que pasa: que los usuarios de hoy en día suelen ostentar unos "perfiles" profundamente inmorales. Pero, como dice una buena amiga, "cada uno queda por lo que es".

¡Cuánta razón llevas, Vargas Llosa, y cuánto te odian tus propios pelotas, por no ser de aquí y por decir verdades como puños!

Un placer (aunque no como el que Tasmania sugiere).

Aitor Mento dijo...

Off topic, y abusando de la amabilidad de los dueños de la Zodiac :

Estimado don Juante, me gustaría hablar con usted acerca de lo de la Argos. Como al parecer no hay troletes por aquí, dejo una dirección de contacto ad hoc :

soyaitormento@gmail.com


Gracias, tanto a usted como a los capitanes.

Noumenadas dijo...

Cuente con ello, estimado D. Aitor. Públicamente -quiero que conste- estoy muy agradecido a Tasmania, NRQ y Doña Louella, además de, por supuesto, a Usted y a algunas personas más, como F&F y D. Belisario.

Reconozco el buen hacer de D. SG, con independencia de todo lo ocurrido, que ha sido tan desagradable y ofensivo para mí.