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martes, 3 de agosto de 2010

filtraciones

Esta semana el New Yorker nos trae un artículo firmado por Amy Davison acerca de lo ocurrido con los informes acerca de Afghanistan y su publicación en Wikileaks, así que vayamos por partes.


Primero el tema de Wikileaks; Aunque entiendo que todos los que leen esta entrada ya lo saben, nunca descarto la llegada de un ojo curioso, con ganas de novedades, abandonando así una trayectoria por caminos poco recomendables de Belenes y Jorge Javieres y que se abre a la Argos, al Washington Post, el Time o la Bitácora (qué narices!!), así que, por ellos va. Wikileaks es una web en la que, a través de entregas anónimas de información, al menos para el gran público lo son, se desvelan "secretos": temas políticos, embajadas, prensa… todo lo que pueda dar cierta sensación de que el pueblo (sí, así, en plan demagogo) debe saber. No tiene publicidad, al menos en apariencia, pero nada se paga solo. Hay que registrarse y, como todo en lo que hay que registrarse, debe suponer un agujero al spam o a la publicidad directa. Como digo nada se paga solo. La Wikipedia funciona a base de donaciones y en Wikileaks también hay un vínculo a poder donar. Pero al menos la Wikipedia no te obliga a registrarte y para mí el tema del registro en algo que, por definición, es de acceso universal tanto de lectura como de escritura… no sé, no sé.
No obstante desconozco, aunque entiendo que no, que Wikilieaks no tiene que ver con la Wikipedia pese a que el formato sea casi idéntico. En el mundo de la tecnología recursos similares tienen similar apariencia. Word no es muy distinto de Pages, Excel en absoluto a Numbers y Keynote… tienen que probar Keynote. Con Leaks pasa lo mismo; apariencia similar a Pedia, lo que ahorra mucho tiempo en entender el entorno y la navegación, eviotando así la pereza del entorno nuevo. Punto a favor.


Segundo el tema de la fuente; si somos románticos pensaremos que es un justiciero enmascarado que actúa en beneficio de la población revelando los secretos que los gobiernos y grupos de interés quieren que nos sean ajenos. Pero normalmente esto no es así. Estas cosas son más de "mira lo que he conseguido", como algunos hackers, que lo que quieren es poder contar que estuvieron allí. Los motivos de por qué se ha publicado en internet son tan importantes como la información que se filtra porque realizan el efcto llamada. Ahora, vista la repercusión (el 95% de la gente ni idea tenía de la existencia de Leaks antes de lo de Afghanistan) todo el mundo querrá pasar documentos secretos, pero la inteligencia gubernamental (oximorón) y militar suelen ser cuidadosas aunque no exenta de errores, con lo que mucho voluntario + poca información disponible tiene como resultado decremento en la calidad de lo publicado y por tanto del interés. Posiblemente Leaks muera de éxito.


Tercero el tema de la prensa; ¿Han visto cuál ha sido la reacción de toda la prensa al verse con la partida perdida? No ha sido un periódico, no ha sido una revista, ni una radio o una televisión. No, ha sido una web en principio gratuita. Han pasado por encima del stablishment (si me lo permiten) y han dejado a la aristocracia de la información fuera de juego. La prensa en dos días se ha empollado los papeles y ha empezado a sacar conclusiones buscando no quedarse fuera, pero ha sido como buscar entre los escombros de un tsunami. No hay filmación de la ola, pero hay que salvar la dignidad profesional acudiendo a los restos. Ha sido un varapalo a la prensa. Hace unos meses comentaba aquí en la zodiac que desde el Watergate, los periódicos han querido ser el Post y los periodistas WoodStein. Ni siquiera el Irán-Contra consiguió lo que se logró en el '74. Desde entonces hemos tenido escándalos más o menos inflados que se han salvado con dimisiones menores en el mejor de los casos. Ahora, la debacle; alguien ha acudido a un medio no oficial a publicar esos papeles. Me cabe la duda de si no lo habrán ofrecido antes a algún medio y éste o estos lo rechazaron por desconfianza o miedo.


Pero lo gracioso es que hay muchas más historias que las que salen todos los días en la prensa y que verdaderamente quedan escondidas, o al menos para el gran público lo están; yo he crecido en un entorno de abogados, empresarios y periodistas, y se sorprenderían de las cosas que se escuchan que nunca salen a la luz. Fraudes, infidelidades, opiniones, comportamientos o, que también, buenas acciones y actos desinteresados de los que nadie se entera. Lo más sorprendente de todo es que el entorno de los personajes sigue viviendo con ello como si nada, sin mayor impacto y eso que con mucha de esa información hay periodistas que tendrían para exprimir un mes de artículos. Pero es que de lo que me di cuenta hace tiempo es de que hay historias que se filtran porque la filtración la realiza alguien que ha visto oportunidad de medrar. La tentación de decirle a un periodista "sé algo que tú no sabes" es grande y normalmente caen en ella gente que quiere demostrar su cercanía al entorno del que hablan.


Entonces, ¿qué efecto tienen estas filtraciones? Volvemos a lo de siempre. Si presionas mucho a alguien le conviertes en víctima, y entonces la gente se apiada de él y lo que hace pierde interés ganándolo el trato que está recibiendo. Y es que la frontera entre la acusación y el acoso es muy sutil pero la tentación de exprimir el filón es grande. Lo ocurrido con la filtración en Leaks lleva el mismo camino. Si recapitulamos vemos que tenemos papeles importantes filtrados a un medio no oficial, por los que los medios oficiales, viendo cómo les han ganado la partida, buscan ser ahora más audaces. Posiblemente nos lleve a una búsqueda de culpables y de presión entre los mandos y responsables. Y muy posiblemente sea una presión excesiva que, entonces, o bien se olvide o torne en un mensaje de vuelta en plan "hacemos lo que hacemos por defender la democracia en Afghanistan" y la prensa habrá vuelto a perder su mano en la partida. Porque lo más interesante de todo es que Obama se preocupa por la filtración aunque sean hechos de la administración anterior a la suya. Y defenderá a los militares porque ahora son sus militares y Afghanistan es ahora su misión como comandante en jefe. Tarea para hoy; comparen con lo ocurrido aquí.


PD: Mil gracias Andoni por su recomendación. No sabe la responsabilidad que nos suelta, pero nosotros encantados.

5 comentarios:

Artanis dijo...

Todos los periódicos querían ser el Washington Post y todos los periodistas Berstein y Woodward... hoy, cualquier semifreakie informático -hacker o cracker- o cualquiera en busca de sus quince minutos de gloria, que solo sepa subir vídeos a Youtube, sueña con ser Garganta Pronfunda.

Y, puede que lo peor sea que lo hacen tan sólo porque la oportunidad está ahí, porque está a huevo, como vulgarmente se dice. Si un secreto cae en tu regazo, corre a la plaza del pueblo virtual. Quizá ni busquen una coartada ideológica, aunque la antiglobalización -que citaba Dña. Tasmania ayer- da para mucho. ¡Vamos, que no son Kim Philby, precisamente! (quién tampoco me parece un hombre admirable, aclaro...)

Tasmania dijo...

Hay más, mucho más detrás de filtraciones como la que nos trae N.

Sí poderío. Sí tratar de venderla antes de... Sí venganza o favores entre políticos y periodistas.

Lo importante es que lo hemos sabido y que la prensa convencional ha tenido que ponerse las pilas. Por fin sabemos cómo hacer para que los treje-manejes tradicionales entre gobiernos y MMCC se hundan para siempre.

Tasmania dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Querida y trasnochadora Tasmania, Ud. sabe tan bien como yo que eso no sucederá. Mientras haya quien pueda obtener un beneficio propio en los tejemanejes poder-MMCC (y siempre lo hay, porque siempre hay alguien con una ética personal cuajada de fisuras) seguiremos siendo testigos, conscientes o no, de este mercado persa de favores y filtraciones. Hoy por ti y mañana por mí.

La estupenda entrada de D. NRQ nos da que pensar sobre esto y también sobre las nuevas formas en las que este proceder se instrumenta hoy día. Lo que antes eran periódicos de papel y teléfonos -rojos o de otros colores- hoy son portales, redes sociales y demás medios asociados a Internet. Está claro que el que quiera hacer llegar una información, veraz o no, debe conocer y manejar estas herramientas con soltura, pues son las palancas de nuestra opinión de masas.

Y por último, la tentación. Una vez oí en una película (D. Artanis, disculpe lo difuso de la apreciación) que al final al asesino en serie siempre se le pilla porque le acaba perdiendo la vanidad. El "eso lo hice yo". Pues con estas cosas, medie más o menos tiempo, acaba pasando lo mismo. Quiero creer.

Nrq dijo...

Ojo, que las relaciones politicos-medios se representan gráficamente así: políticos <-> medios.

Se usan porque se necesitan. Porque a los políticos, gobiernen o no, les interesa lanzar filtraciones a modo de sonda, para meter miedo o para conseguir colchones. Por su parte los medios necesitan a los políticos para llenar páginas. Y esta relación simbiótica no va a perderse mientras ambos existan. ¿Se imaginan tener que ir uno a uno por toda la ciudadanía sin poder utilizar medios masivos? ¿Se imaginan los periódicos sin columnas o radios sin tertulianos que influyan en la decisión de la gente?
Y lo que mayor impacto tiene ¿Se imaginan nuestra sociedad sin información?

Mientras el canal esté establecido no se prescindirá de él. El soporte, si lo prefieren el formato, es lo sustituible, pero no la vía.