Y el tema de hoy es el comunicado de ayer de ETA, terorristas con antifaces de seda, como si los zulos los hubieran cubierto con mármol y espejos en el techo. Y por ser el tema de hoy lo voy a intentar explicar brevemente y así poder pasar a otros temas: No me lo creo. No me lo creo porque no es la primera vez. Un nuevo Pedro y el Lobo que, tras una sucesión de detenciones, suena más a balón de oxígeno. Tiendo a pensar que si esto fuera en serio, si no tuvieran intención de rearmarse, no habrían perdido la oportunidad de haber salido como héroes, haber realizado una puesta en escena más impactante que la del IRA ("que para eso somos de Euska Herria, coño") y haber dicho que hacían todo esto por la paz en la tierra… Perdón la Tierra, que como todos sabemos es la Tierra Vasca.
Y no es que no me lo crea por no querer ver una victoria del Gobierno. Pese a todo lo que el Gobierno haya querido negociar, no ha cejado en detener, en perseguir, en investigar y para mí eso basta. Aunque hayan querido o quieran negociar, no han consentido en dejar mucha gente fuera y meter a alguien así entre rejas es el principio de un largo caminar hasta volver a la libertad. Me da igual quién se lleve la victoria política del fin de las armas. Ganamos los que paseamos por la calle.
Pero el motivo principal por el que no me fío es porque el terrorismo, ETA, IRA o Al Qaeda, no sólo es la lucha de quién sea por lo que sea, sino porque es una forma de vida. Leía ayer, creo que el suplemento de El País, contar a un legionario que el terrorismo en las guerras de Oriente Medio también lo ejecutaban recolectores de pistachos. Un talibán llega, les da 100 veces más de lo que ganan recolectando frutos secos, ponen la bomba, cobran y vuelven a las plantaciones. Y aunque se presta a chistes fáciles, lo preocupante es que mientras hay financiación hay terrorismo y, sobre todo, que no están controladas las fuentes de ingresos. En el terrorismo de ETA no hay recolectores de pistachos, sino gente que no conoce otra forma de vida desde que tiene 17 años. Atrás quedaron los "romáticos" finales de los 60 y 70, em el que la inspiración de los Panteras Negras, Chacal y la OLP, mezclado con tradición e historia de resistencia a romanos y árabes, hicieron que jóvenes universitarios y políticos se alistaran a la lucha contra la dictadura y demás patrañas. La forma de encontrar adeptos pasó de espíritus convencidos a desocupados que pasaron de tener un spray de pintura a una automática. Con un sueldo, viviendo en una pseudo-clandestinidad y arropados con mantos de héores por la gente de las localidades dónde iban de vinos, el ser gudari se convierte en algo más que una profesión. Los arropadores hablan de los chavales, orgullosos de codearse con ellos y los chavales puede que no paguen en ningún bar. ¿En serio tenemos la certeza de que se puede acabar con eso a través de una tregua?
Yo no me fío y no estaré tranquilo hasta que, o bien el gobierno consiga cerrar el grifo, o hasta que los socios capitalistas de los etarras pierdan la ilusión por poner pasta ahí. Todo esto sin contar que el primer paso no es salir por la tele con máscaras de seda haciendo anuncios ambiguos, sino dejar de enviar cartas de extorsión.
lunes, 6 de septiembre de 2010
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6 comentarios:
Nadie nos lo creemos pero lo importante es que sea el Gobierno el que no se lo crea.
Y todavía más importante es que todos estemos convencidos de que con ETA no se puede negociar, algo que ya no está tan claro entre los españoles, empezando por el Gobierno y, por tanto, sólo debemos esperar el anuncio de la entrega de las armas.
Y como don NRQ ha querido ser breve para poder pasar a otros temas, yo tampoco me voy a alargar. Sólo quiero expresar que un cese definitivo de la violencia sólo será válido y admisible cuando se lleve a cabo de tal forma que deslegitime los cincuenta años de existencia de ETA. Si la entrega de las armas no lleva de forma EXPLÍCITA esta deslegitimación (incluyendo perdón público a las víctimas, reconocimiento del Estado de Derecho y de la Democracia……), no servirá de nada porque la sociedad nacería rota en su nueva etapa de libertad.
Y esto, no creo que ocurra nunca.
Ni siquiera estoy segura de que veamos un alto el fuego definitivo. Y hay dos razones principalmente: una, porque el nacionalismo vasco empezaría a debilitarse y dos, porque es una forma de vida, como nos explica don NRQ en su entrada.
¿Se acuerdan ustedes de "As Good as it Gets" ("Mejor Imposible"), la película protagonizada por Jack Nicholson y Helen Hunt?
Carol (Hunt) tiene un hijo con una enfermedad que requiere atención constante y vive siempre colgada de un teléfono y a medio camino del restaurante, su casa y el hospital. Como Udall (Nicholson), un TOC importante, quiere que Carol esté en el restaurante siempre, le manda un médico reconocido que con tras pases mágicos resuelve el problema del niño y su calidad de vida empieza a mejorar terriblemente.
Pues bien, en un momento dado, hablando con su madre, Carolse echa a llorar y confiesa que está muy alterada porque ha estado 8 años pendiente de un niño que ya no necesita tanto de su atención y ahora su vida se encuentra vacía.
Esto es un peligro también en el tema de la resolución del terrorismo. ¿Cuánta gente estará dispuesta a sabotear o a malmeter en un proceso de paz, o de desarme, o de rendición, o de lo que sea porque su vida deje de tener, en el mayor de los casos, una justificación?
Una justificación o más profundo todavía(si les queda alguna neurona) un sentido, don NRQ.
Elías Canetti también se preguntaba qué iba a ser de aquellos nazis adoctrinados para una fe que ya no tenía recorrido:
“El hundimiento de los alemanes nos toca más de cerca de lo que queremos admitir.
Son las dimensiones del engaño en que han vivido, lo gigantesco de su engaño, la inmensa ceguera de su fe desesperada lo que no nos deja en paz.
Hemos detestado siempre a aquellos que han pegado con cola los trozos de esta fe repugnante, a los pocos realmente responsables cuyo espíritu pudo llegar justamente hasta ahí;
Pero todos los demás que no han hecho otra cosa que creer, en pocos años, con una pasión concentrada tan grande como la que los judíos lograron reunir a lo largo de siglos, que tuvieron vida y apetencias suficientes
como para querer realmente un paraíso en la tierra, un dominio sobre el mundo entero,
como para querer matar, en aras de este empeño, todo lo que quedara fuera de él,
como para morir ellos mismos por este empeño, todo en el más breve tiempo posible;
Estos incontables conejillos de indias de la fe, en la flor de su vida, rebosantes de salud, sencillos, marcando el paso, condecorados para la fe, adiestrados para la fe, adiestrados como jamás lo estuvo un mahometano,
¿qué son ahora realmente si su fe se viene abajo?,
¿que queda de ellos?
¿qué les habían preparado además de esto?
¿qué otra vida podrían empezar ahora?
¿qué son cuando les falta su terrible fe militar?
¿cómo sienten su impotencia, porque para ellos no había nada más que poder?
¿en qué pueden caer aún?
¿qué puede recogerles?”
Su apostilla, D. NRQ, me preocupa... porque la usan mucho desde el otro lado... hay que utilizarla con mesura (no dudo de su buena intención, of course). La izquierda radical y el nacionalismo (decir radical sería redundancia) hablan de los que se oponen a "buscar la paz", incluyendo en esa lista desde las fuerzas de seguridad y su mundo de contratos anexos, a los servicios de inteligencia estatales y el sempiterno mito de los poderes fácticos del ejército (da risa solo mencionarlo... afortunadamente).
Ningún mindundi de la escala básica de la banda criminal puede detener un proceso de rendición (si lo hubiese) aún ciñéndose un cinturón explosivo a la chapela y lanzándose contra el trineo del Olentzero en noche de entrega(en caso de que use tal transporte).
La "conspiranoia", una vez más proviene de la izquierda, aunque se acuse a la derecha de estimularla. Esta idea se perpetúa, en parte gracias a los gobiernos que no hacen la pública, rotunda e inmutable afirmación de que estamos ante una banda meramente criminal y que su único fin será la cárcel o peor.
Por Dios, Mr Artanis, como que no hay traficantes, ladrones, pederastas, timadores, talibanes, violadores, asesinos (sin motivación política), furtivos, homicidas, abuso sexual, proxenetas, secuestradores (sin motivos políticos), tratantes de blancas, torturadores, extorsionadores, pirómanos, piratas, traidores, evasores de impuestos, defraudadores a Hacienda, prevaricadores, falsificadores y demás ralea de la que hacerse cargo si estos elementos desaparecen.
Les diré que muchos etarras que cumplen su condena o parte de ella, vuelven al trabajo que tenían* con todos los trienios, ascensos y subidas de sueldo incorporados como si hubieran estado trabajando durante el tiempo que pasaron en la cárcel.
A ver quién es el empresario valiente que no promociona a un luchador por la libertad de su pueblo.
*normalmente en pymes del sector de maquinaria auxiliar para la automoción o siderometalurgia, un sector en el que Guipuzcoa es experta y reconocida mundialmente.
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Hay una escena que me encanta de la película Mejor imposible pero la dejo para otro día, cuando cuadre con el tema.
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