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jueves, 18 de noviembre de 2010

candidatos

Me comentaban ayer, y me lo comentaban a raíz de este blog, que, no se lo van a creer, hay gente a la que no le interesa la política. No les culpo, pero no deben confundir la política con los políticos. NI siquiera a ciertos políticos con otros. Con esta última frase no quiero decir que se fijen sólo en los buenos. Fíjense también en los listos y en los inteligentes. Son pocos, especialmente en España dónde el 95% de los diputados y senadores son acoplados, una panda de amigos o, en el peor de los casos, unos acogidos a la sombra de un perfil mayor (recuerden; ustedes no eligen quién va. Elige el partido y ustedes eligen al partido). Fíjense en los listos e inteligentes y, aunque sus prácticas y fines no les convenzan, observen su proceder y sus movimientos. Se aprende mucho.


Maquiavelismos aparte la política es necesaria y es necesaria desde los griegos. Y ésta es una prueba irrefutable; si Aristóteles pensaba que era buena, es buena. La creencia de Aristóteles es una regla del 9 muy fiable salvo en su opinión sobre la esclavitud.


La política es necesaria porque es la que rige la gestión económica de un país, las decisiones de dónde debe residir el dinero, la que consigue la financiación estatal, proteger las fronteras, aupar la educación, reducir el crimen, desarrollo de la sanidad… Preocúpense por la política y preocúpense por elegir buenos políticos. Listen una serie de elementos que les preocupen de veras y vean que hacen y opinan sus candidatos al respecto. Y, entonces, fíjense si son listos e inteligentes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que se confunden los políticos con la política. Ésta no es algo que guste o no, que interese o no. La política es la gestión de nuestra vida en sociedad, de manera que lo que más debe importar es quiénes son los gestores y en qué basan su labor. Para unos la ideología de los mismos es más importane que la eficacia real, para otros viceversa. Personalmente, si bien es cierto que los partidos políticos que conforman nuestro quehacer político en el mundo occidental requieren una cierta disciplina, no deja de ser menos importante que ello no se convierta en una dictadura que menoscabe la importancia, o pertinencia y eficiencia de los miembros/candidatos de los partidos. Estoy segura que de reforzarse esta idea, los ciudadanos se mostrarían infinitamente más activos en su pensar político y por ende en la reflexión que ha de sustentar su voto.

Louella Parsons dijo...

Una amiga mía que es política dijo un día:
Un dirigente y un partido político tienen que ocupar un lugar no sólo en la cabeza de las personas, sino que no pueden descuidar cultivar un hueco en su corazón también.

Yo no he llegado a sentir en mi corazón a ningún político (el caso vasco es distinto) pero cuando me lo dijo, me empecé a fijar en los políticos cuando van por los pueblos o ciudades y sí se ve a gente que aplaude, grita y busca dos besos o dar la mano al político que les visita, me acordé de los mítines en los que la gente a veces termina llorando de emoción, en los afiliados que creen en las causas de sus partidos…en fin, que será eso lo que comenta mi amiga. La sensación de confianza, cariño o cercanía con ellos.

Pero, por otro lado, a mi no me extraña que a la gente no le interese la política.
La sensación de que los políticos no le solucionan a uno sus problemas, es general.
Una sociedad que no tiene más armas que el voto para mostrar su descontento (ausencia de lobbys, de movimientos cívicos, de recursos, existencia de una partitocracia que anula cualquier intento civil de protesta …..) mientras comprueba que en la mayoría de los casos el interés general está por debajo del político, termina por perder cualquier interés.

Nrq dijo...

Querida Ms Anónimo (no concuerda, pero se nos ha desvelado), lo malo es que la política no puede ir sin ellos y, lo peor, que somos poco exigentes y el sistema no mejora nuestras opciones

Gulliver dijo...

No sólo es necesaria sino que probablemente es el más noble de los oficios que puede desempeñar un ser humano.
Cuando alguien me dice esa frase tan destructiva e injusta "Todos los políticos son iguales", siempre le respondo:
Hablemos por ejemplo de Adenauer, Schumann, De Gasperi o de los políticos y sindicalistas de la Transición española, con todos sus defectos

Unknown dijo...

La política y la filosofía son ineludibles: Todos somos políticos y filósofos desde el momento en que tomamos posturas de pensamiento o de acción. Decir que uno es apolítico es una contradicción si se tiene en cuenta que esa es ya una postura política; enjuiciar un movimiento filosófico implica una postura filosófica a priori, que sirve de patrón referencial. Creo firmemente que la crítica a los políticos y a la política no es una descalificación a esos dos conceptos con mayúsculas, y sería pueril pensar que la política y los políticos actuales son representativos y "medida Patrón" de esa ars magna.
¿Existe la democracia interna en los partidos políticos? Nó.
¿existe la competencia sana en los candidatos de un partido? Nó, y no existirá hasta que no haya listas abiertas que den al votante la posibilidad de elegir a los que él crea más capacitados y honrados.
La ley electoral española tampoco nos da muchas esperanzas ni tenemos esperanza de que se cambie: no les interesa a nuestros políticos porque, pasándose por el forro la voluntad popular, les permite a ellos sacarse un comodín cuando les conviene.
Mientras esto se cuece en las altas esferas de la política nacional, los corderitos-por no decir gilipollas, que es lenguaje de germanía-seguiremos pasando por la urna, introduciéndo nuestra pobre papeleta en esta vida por la "rajita", y esperaremos tener un orgasmo mientras consumamos el acto... De Votar.

Tasmania dijo...

El hombre como ser social, un ser que se desenvuelve con otros seres semejantes, como especie, y que trasforma su entorno y se transforma a si mismo... me interesa el hombre que vive con otros hombres y que forma relaciones, y estas relaciones se convierten en instituciones y en formas de control social con todas sus consecuencias.

Me interesa el zoon politikon del que hablaba Aristóteles.

A mi juicio el hombre es un ser político por ser un sujeto social “el hombre es un ente genérico, esto es un ser social y comunitario” (Markus) el hombre por lo tanto solo puede ser hombre en comunidad, en sociedad, he ahí el numen, el hombre es un ser natural, es parte de la naturaleza pero en su esencia es un ser social, y por lo tanto es receptáculo de una paradoja, de una contradicción, pero así es como él se transforma.

Si recordamos la dialéctica de Hegel (retomada y transformada por Marx) recordaremos que el cambio está en el enfrentamiento de los contrarios.

El hombre como ser social se contrapone y lucha, y transforma a la naturaleza y a su vez se transforma a él mismo porque él es también parte de la naturaleza.