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lunes, 16 de agosto de 2010

Disculpen a mi primo alemán. No, no es que les haya olvidado pero el alemán empieza a ser mi otro yo.
Me explico:

Me llama un ocio, un quehacer
de no hacer nada, de estarse
como agua pura, ni río,
ola ni torrente, agua
quieta esperando que pasen
por arriba alas o nubes
las almas que tengo fuera.

Un ocio
tan hondo que ya sé
que lo que tengo empezado
se cumple en el no acabar,
su sinfín tiene perfecto
no se ve, ya de tan claro

3 comentarios:

Artanis dijo...

En otras palabras... hoy es festivo desde dónde vd. nos escribe.

Seguiré esperando a Wallerstein, sin goglear...

Tasmania dijo...

Pues guglee guglee... el tipo tiene mucho que decir, el y sus ratones.

Salinas, de sal y mar, me dio hoy mi quehacer de no hacer nada.

Artanis dijo...

La verdad es que prefiero que me lo cuente vd. ...

¿Para qué leer en un libro de recetas cómo se hace la carne mechada, cuando la que casi convirtió a Hänsel y Gretel en roastbeef puede narrártelo de primera mano?