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lunes, 29 de noviembre de 2010

filtraciones (2)

"Not to be confused with other websites such as the Wikipedia or other Wikimedia Foundation or non-Wikimedia Foundation websites that use wiki software and culture."


Esto es lo que dice wikipedia al principio del artículo referido a Wikileaks. Vamos, un "no sé quiénes son estos" en toda regla. Hace ya unos meses, en agosto, comentaba en la Zodiac que Wikileaks moriría de éxito y cuántos más episodios como el de ayer llegan, más convencido estoy. ¿Honestamente? Creo en los espías y en su trabajo. Y, lógicamente, creo en los espías que defienden mis intereses y los de mi lado del mundo. Julian Assange, los que trabajan con él y los que le aplauden, comunican que lo hace por la libertad y el dejatr al sistema al descubierto para que todo el mundo vea cómo operan los gobiernos que nos gobiernan. Pero lo que Assange y los suyos no cuentan es que sólo revelan sobre las actuaciones de nuestro lado y sólo del nuestro.


Todo esta lucha por la libertad es una de estas acciones por las cuáles un occidental se sienta en un rincón ante el potencial enemigo, hoy en día Irán, Korea del Norte… y dice "por favor, no me revientes. No todos somos como ellos en esta parte del mundo" o "los de nuestra ideología no somos como los de la suya". Mientras los sistemas de seguridad van cayendo, los secretos se difunden. Pero eso sí, sólo los que nos protegen. Al otro lado hay un mundo que aboga por la confluencia de la religión con el estado, que no duda en sacrificar a los suyos, sean jóvenes, niños o mujeres en restaurantes buscando su muerte y la de todos los que pueda alcanzar. El otro es un mundo que, en base a una dictadura comunista, ha generado un sistema hereditario. A esto debemos sumar que en ciertos casos manejan tecnología nuclear con la que lanzan amenazas a occidente y en la que ya no sólo es peligroso lo que hagan con ella, sino la seguridad y garantías con la que la pueden manejar.


"Por favor, no me revientes. A mí no. Mira lo que hago por mostrar las verdades de Occidente"

7 comentarios:

Jujope dijo...

Pero, bueno... ¿De qué se quejan los yanquis?

Su ejército y la CIA inventaron Internet. IBM, Apple y Microsoft aceleraron la máquina hasta aquí. Inventaron muchas wikis, la pedia, la freaks, etc. Inventaron el google para googlear y hacer "glu-glú". Se sacaron de la tontería de un programata pagafántico el facebook (hoy he escuchado a una pava decir: "dentro de poco desaparecerán las escuelas y se quedará el facebook").

¿Y ahora pretenden ponerles puertas al campo de las wikileaks, que los único que hacen es contar "verdades como puños", incluso con rueda de prensa internacional de Obama? ¡Amos, anda!

¡Que les den! En el pecado llevan la penitencia... Por jugar a los niños chicos.

Louella Parsons dijo...

Yo también creo en los espías y en su trabajo para defender mis intereses y por eso me pregunto ¿qué busca exactamente Wikileaks cuando habla de ”transparencia radical”?
¿Y qué proponen como alternativa para la defensa de un país si denuncian sus Servicios Secretos?

Recordemos que esta gente fue premiada por The Economist y por Amnistía Internacional. Se han crecido. Tienen información y, por tanto, poder y son peligrosos.

¿De dónde sacan la información?
Por un lado, hackers, vale. Pero ¿y las filtraciones? ¿quién filtra? ¿resentidos, chantajistas, ventajistas, rencorosos….? En cualquier caso, nada bueno anda entre estos oscuros asuntos.
¿Es que teníamos pocos enemigos?
¿Cómo combatir ahora este nuevo tipo de enemigo? ¿Cómo contrarrestar su información? ¿es delito revelar secretos de Estado que afectan a la Seguridad Nacional? ¿Quién les protege? ¿Quién les paga? Sí, ya sé, a través de donaciones pero, ¿de quién?

”…Wikileaks moriría de éxito y cuántos más episodios como el de ayer llegan, más convencido estoy.

Ojalá, Mr NRQ pero mientras tanto, seremos más vulnerables.

Don Juante, su "que les den" es también "que nos den a nosotros".

La defensa de USA, su seguridad, su libertad....es la nuestra. Ni más ni menos.

A Europa no le queda otra que aliarse sí o sí con Estados Unidos. ¿No ve que Occidente está amenazado?

Jujope dijo...

Creo -mi querida amiga LOUELLA- que estamos sólo en los comienzos de los efectos devastadores e indeseables de esa cosa llamada Internet, en la que, por mor del momento en que hemos nacido, nosotros mismos navegamos a la deriva, sea en zódiac, en Argos, contra corriente, huyendo de tiburones o con unos prismáticos, desde lo alto del paquebote.

Mi crítica se dirige a la perversidad en sí misma del invento. Haya ingeniería inversa o mala leche de alguien contra lo que sea y quien sea, el viejo sueño del "feedback" se nos revela como pérfido y altamente peligroso. O, simplemente, peripatético y cachondo. Porque, que las wikileaks nos digan que Chávez está loco, que Zapatero es un tiesto inútil, que Putin es un macho alfa, que Berlusconi organiza orgías y demás, no será peligro público, pero se parece al exhibicionismo chusco y degradante de Facebook como dos gotas de agua, aunque las magnitudes no sean las mismas. Por otro lado, si hay información de cómo fabricar bombas o de neonazis poniendo en cuestión el Holocausto y de judíos que quieren hacerse con el Mundo por métodos subrepticios, por no hablar de otros temas, ¿de qué nos asombramos?

A eso me refiero con que "les den". Creo en serio que todo este invento informático es el invento más ominoso de toda la Historia de la Humanidad. Ominoso por siniestro e inane. En ese sentido sí que es muy posible que las wikileaks "mueran de éxito", dado que el medio es el mensaje. Pero mientras no terminan de hacerlo, habrá que reconocer, junto a David Fincher que "la intimidad ya forma parte del pasado".

Artanis dijo...

Hace unos días lo puse en la Argos... si Occidente tuviera el valor de aceptar como parte de nuestra doctrina democrática, las bondades que para el pueblo de Corea del Norte tendría poner una bala en la frente de su líder -y de su hijo, ya para ahorrar tiempo- nos ahorraríamos tanta hipocresía y tanto Wikileches.

Pero nos parece feo verbalizar quiénes son nuestros enemigos.

Nrq dijo...

como diría Hamlet, los tiempos están desquiciados. Y pensar que los que más pueden hacer por hundir a los coreanos son los chinos...

Louella Parsons dijo...

Claro don Artanis, ese es el problema: no podemos ni verbalizar quiénes son nuestros enemigos.
Pero ni siquiera dentro de nuestro propio país.
Hipocresía, eso es.

Bueno, bueno, don JUANTE, no sea tan pesimista que Internet también nos ha traído cosas buenas.

Unknown dijo...

Arcadi Espada hoy en El Mundo sobre el particular, en la misma línea de lo que nos contaba D. Nrq en su primer filtraciones:

WIKILEADS

"Los periodistas damos el nombre coloquial de historia a un relato fáctico, relevante y ordenado, que incluya el contexto, los antecedentes y las perspectivas de un hecho. Tener una historia, en fin, es acotar con sentido un área concreta de la realidad, sabiendo que no estarán allí todos sus detalles, pero sabiendo también que ningún detalle que el tiempo revele deberá contradecir los ya narrados.

Tener una historia es todo lo contrario de Wikileaks.

El éxito de esta web revela la fragilidad actual del paradigma periodístico. Por lo que conocemos un hombre ha entrado clandestinamente en un cuarto oscuro, ha abierto a tientas los cajones, ha sacado un montón de papeles indiscriminados y los ha extendido por el mundo. Dejemos a un lado los estupefacientes ¡oh! y ¡ah! con que la prensa de referencia saluda las impresionantes revelaciones, esto es, que Berlusconi hace fiestas, Zapatero es un izquierdista trasnochado, Sarzkozy merece vigilancia especial, Putin es un machista… o que Gadafi no viaja sin su media pechuga. Las onomatopeyas, aparte de ridículas, sólo prueban la dificultad de narrar con esos papeles. Es probable que en ellos haya datos para confeccionar mil historias; pero por sí sólos son humo de chusma. Nadie sabe, ni él mismo siquiera, lo que el ladrón dejó de llevarse. Cuántos, por ejemplo, de esos cables diplomáticos que completan, contradicen o desmienten los ya públicos, han quedado en el cajón, bien por descuido, bien, porque calificados de Top secret no han llegado al buzón de Wikileaks. Pero es que, además, el énfasis sobre la trascendencia de las filtraciones obvia una cuestión esencial sobre la utilización del secreto. El secreto no sólo sirve para exhibir la verdad de modo que pase inadvertida fuera del círculo privilegiado; el secreto también sirve para mentir, fiadas las mentiras a su propia condición oculta. Es decir, resulta sorprendente que el periodismo no aplique a las narraciones confidenciales los mismos protocolos que aplica a las públicas e identifique con un mecanicismo conmovedor, que refleja su gusto por las novelas y por las teorías de la conspiración, el secreto con la verdad. Y no digamos ya, tampoco, hasta qué punto el simple manar del chorro de la fuente sobre el público deja fuera de la consideración analítica las múltiples ocasiones que, en círculos reservados, uno dice dice algo «porque yo sé que tu sabes que yo sé que tu sabes que yo sé»: esas vueltas autorreferenciales que sólo pueden desarrollar un cierto tipo de primates.

Wikileaks espolvorea billones de letras sobre el escritorio del periodismo. Ok, no es la primera vez que pasa. Ha pasado billones de veces, aunque acepto que haya sido con algo más de dosificación. Ahora habrá que recoger con paciencia las letras una a una, juntarlas y escribir algo con ellas. Sí, habrá que trabajar; pero será lo único que pueda y merezca leerse."