lunes, 20 de diciembre de 2010
El Mentalista
Piaget es considerado un verdadero mentalista .Estudio el pensamiento viendo crecer a sus propios hijos, analizando su comportamiento y planteándose teorías sobre los pensamientos que cruzaban por sus cabecitas. El suizo sostiene que la conducta observable es resultado, en gran parte, de lo que pensamos acerca del mundo. Para Piaget era mas importante la forma en que pensamos que lo que sabemos. Un diccionario contiene muchísima información pero no puede resolver la suma de 2 mas 2. Piaget definió la inteligencia como el conjunto de habilidades mentales que sirven al organismo a adaptarse.Pensaba también que la inteligencia implica buscar el equilibrio entre el individuo y el medio. Nos enfrentamos constantemente a situaciones y estímulos nuevo, esas experiencias desafiar la mente humana, lo que produce un desequilibrio. El pensamiento es el proceso que restaura el equilibrio. Y ahora preguntense... Conocen algún auténtico mentalista? (Disculpen ustedes la falta de tildes, espacios... Hoy he cumplido mi cita con ustedes a través de mi BB. La verificación ortografica es un fraude y no saben lo que me costo encontrar un sinónimo a una palabra que incluía la ene... Al final, caí)
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1 comentario:
Estoy convencido de que todos conocemos a mentalistas. Más o menos hábiles, pero -sobre todo- más o menos conscientes de su don. He dicho "don" y creo que hay gente que se prepara y lo ejercita, o lo estudia en ramas como Psicología. Pero hay personas que ni se han leído el Flora Davis clásico de comunicación no verbal y aún así responden con precisión a los estímulos que hacen que se les erizen los cabellos de la nuca.
Son lo que los sajones llaman "natural"; gente con talento innato para algo, en este caso, para empatizar, sintonizar, manipular incluso... y muchos han hecho fortuna en el marketing, la publicidad, los partidos políticos (puede que no todos en primera línea, sino en los mecanismos) y -claro- en el espectáculo, los más virtuosos... Anthony Blake, por ejemplo, quién copia su nombre artístico de una clásica serie de televisión acerca de un mago.
Todos -ya lo he dicho en alguna ocasión aquí o en la Argos- tenemos un listado de personas que nos han marcado, profesional y/o personalmente. Yo, me he dado cuenta de que todas las personas que me han influenciado de manera importante, eran "naturals", con más o menos horas de ejercicio.
El primero, un profesor (todos deberían ser mentalistas en cierto grado) lo pasaré por alto por motivos que no vienen al caso. El segundo, era un psicólogo jesuita (o viceversa) que llegó a nuestro colegio de la orden para aglutinar a la gente de ciertas edades e inciar actividades para las que consiguió reclutar incluso a lobos solitarios.
Como yo.
Sus técnicas para aglutinar y combatir las obvias presencias de rencillas, cuchicheos de grupos adolescentes, organizaciones paralelas, etc... aún las ecuerdo como útiles en algunos campos profesionales que hollaba otrora.
En esos campos se movía el tercero. Psicólogo también, pero entregado al mundo audiovisual; su talento para el trabajo en equipo y la infiltración en grupos le ha permitido, estando sentimental y políticamente a caballo entre el PSOE y el nacionalismo gallego (patria para la que recupera "tesoros" audiovisuales perdidos, configurando el imaginario de esa "fantástica" nación) tener sus mayores logros subido a la chepa del PP fraguista. Y por ahí se mantiene, a flote. Talento para lo suyo. No es solo supervivencia. Sus habilidades y la meta que le supone la creencia de la importancia de una medianamente real industria audiovisual, le permite usar su talento apuntando a un fin concreto.
He conocido a algunas personas más, así... recientemente, a esa lista de personas importantes he añadido a otra, quizá no tan consciente de que también es mentalista. Supongo que porque le otorga a ese sustantivo una cualidad y unas habilidades más concretas que no percibe en sí misma. Pero las tiene. El don de gentes, el saber estar en distintos ambientes con distintas exigencias teniendo claro cada vez lo que desea de ellos y -creo- consiguiéndolo casi siempre, son marcas de fábrica de personas que saben -aún inconscientemente- en quién confiar, en quién no, quién tiene potencial y quién no... Y, aunque a veces se equivoquen en alguna valoración -a todos nos pueden vender un caballo cojo alguna vez-, el hecho de que esta persona siga en la carrera es un ejemplo de su asertividad, su capacidad para controlar, planificar, dominar o... enredar. Y su talento es un instrumento para aplicar su propia mente a la comprensión y adquisición de lo que otras mentes puedan ofrecer.
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