Es probable que desde el comienzo de los tiempos los seres humanos hayan tratado de alterar su estado de conciencia. Para algunos, es una forma de entrar en contacto con una realidad superior, para otros, un escape de la dura realidad de una vida familiar desastrosa o de un trabajo al que no encuentran sentido. Tener conciencia se refiere al conocimiento o noción que tenemos de los estímulos externos e internos. Un estímulo es todo lo que hay en el mundo (un acontecimiento, una situación, un objeto) con capacidad de generar una respuesta psicológica.
Tener conciencia es como tener luz en el cerebro. Cuando la luz está apagada, estamos inconscientes. La conciencia nos permite observarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno, lo que nos proporciona mayor control sobre nuestros actos. Si alguna vez se han parado en una esquina concurrida de una gran ciudad, habrán notado que en todo momento suceden a nuestro alrededor miles y miles de cosas. Pero la conciencia tiene límites y no podemos prestarle atención a todo lo que ocurre. La cantidad de material que hay en la conciencia, junto con el contenido de ese material, define el nivel de conciencia en que nos hallamos en un momento determinado.
Ver es creer dice la ciencia mientras que la filosofía se pregunta ¿qué es real? Todo lo que existe ¿está constituido por materia?
Yo me siento real y espero que también ustedes se sientan así. Si ustedes y yo somos reales, entonces podemos hablar de nuestra existencia ontológica, de nuestra conciencia de ser.
Pero así como hay vida también hay ausencia de vida, cuya manifestación suprema es la muerte. Cuando considero mi propia muerte o la de alguien cercano a mí experimento ansiedad ante la consciencia de no ser, de desaparecer, de perderme en la nada…
Y ahora, elijan ustedes:
Barrenada: Abrir agujeros con una barrena o un barreno (WordReference)
Barrenada: adj. coloq. Que tiene perturbadas las facultades mentales (RAE)
4 comentarios:
Ya que se refiere al DRAE -querida amiga Tasmania- hay una acepción de la palabra "conciencia", que me resulta especialmente acertada y fecunda. Es la que reza: Conciencia: 2. Conocimiento interior del bien y del mal.
¡Cuánta barrenada hay en este mundo de Alicias, buff. Cuánta lobita disfrazada de caperucita roja, con la chola como una chota. Joder, cómo han proliferado con la social-demo-acracia. Y cuánto zapatiesto indeseable que les baila el agua!
No sé muy bien a cuál de los dos dirigirme hoy, porque esta Bitácora de Domingo está más joint venture que nunca...
Pero me alegro de que estar vivo signifique leerles, seguirles y apostillarles.
Hoy, esto último, no toca.
Esto de la locura me ha recordado una cita de El Quijote (todavía no lo he leído pero ya saben que hay citas que forman parte de la "culturilla" popular)
"La razón que a la sinrazón me llama de tal manera mi razón enflaquce que con razón me quejo de la vuestra fermosura".
Todos estamos barrenados, querida, y todos "sufrimos" intervalos lúcidos.
Unos más que otros diría yo Louella... a mí las barrenadas últimamente me duran bastante y temo por mi estabilidad psicológica... bueno, no tanto.
Querido Artanis, N y Taz, como buenos amigos y partners que son, se ayudan cuando alguno de los dos (generalmente Taz)tiene problemas con la tecnología.
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