A lo largo de su historia, la principal arteria de Madrid, la Gran Vía, ha sido testigo del devenir de las tendencias indumentarias y del trasiego de negocios textiles. Yo misma me reencarnaría en los años 20, cuando Coco Chanel eximió a la mujer del corsé y la moda se entendió como una disciplina artística. Una época de transformaciones sociales en la que la creatividad y la liberación femenina configuraron el resto del siglo XX; pena que finalizara tan rematadamente mal en cuanto al feminismo.
En Madrid, aristócratas y mujeres de la alta burguesía se dejaban ver por la Gran Vía emulando a las flappers anglosajonas. Entonces, la GV estaba llena de boutiques y no de factoría de ropa como ahora.
También me reencarnaría en el Madrid de los 50. El rock’n’roll, los mitos de Hollywood, la arquitectura, la decoración, los jeans. Fenómenos que tuvieron su particular adaptación a la vida cotidiana madrileña a través de los establecimientos de la Gran Vía y sus aledañas. Fajas Ruiz, años 60, señoritas que compraban ropa interior con liguero que ceñía su cintura hasta la asfixia. Calle Hortaleza, comercios de telas que las modistas se afanaban en convertir en cancanes almidonados. Saldos Arias, camisas y pantalones de tergal (qué horror) para ellos.
La actual escena clubbing nació en los 60 en los bajos del cine Gran Vía, en el extinto York Club, o en el Pasapoga. Con los 70 se produjo esa sinergia entre música y moda. Los pantalones de campaña y la “libertad en tecnicolor de los 70” como acertadamente la define Helena Rohner, abrían horizontes a un futuro incierto, lejano estéticamente de la eclosión de libertades estilísitcas que acarreó la Transición. Punkis, góticos o heavys, como los hermanos Alcázar, esos gemelos estrafalarios de la mítica tienda de discos Madrid Rock, referente indiscutible de la GV.
Hoy la Gran Vía es otra muy distinta. Yo todavía visito el Cock de vez en cuando, igual que hace veinte años. Lo adoro. Pero ¿qué será de la GV dentro de otro siglo? Un boiling point, una mezcla de estilos y culturas, probablemente… si no lo es ya.
Yo querría que volviese a ser el gran icono de moda que ha sido siempre. De aquí en 100 años.
jueves, 16 de diciembre de 2010
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8 comentarios:
¡Uy, perdón! Me he equivocado de blog... este es el del guionista de "Cuéntame"...
... o de "el tiempo en sus manos"
Rod Taylor, claro
No me siga el juego, D. Nrq... o búsquese una chichonera a prueba de fieras antipódicas, como la mía...
Vaya vaya... están ustedes graciosillos hoy...
Se librarán de los capones tasmánicos. Verán, como hoy llevo yo la zódiac apagaré el motor y les dejaré a ustedes en medio de la ría.
Yo me subo a la Argos. Bye
16 de diciembre de 2010 15:08
comentarios a tripulantes;
- Tasmania; salida ni siquiera elegante. >El capitán es siempre el último en abandonar la nave y el timón hoy es suyo
- Artanis; Chichonera no tengo. ni falta que me hace
Vale, vale... vd. siga provocando...
¡Qué pocos cartoons de la Warner ha visto vd. ...!
Nota adicional... Triste día. Blake Edwards, una de las personas que más me han hecho reir en la vida, ha muerto. Supongo que el Patrón lo glosará en la Argos...
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