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lunes, 25 de julio de 2011

deuda

Lo mismo llevan leyendo sobre este tema unas cuantas semanas y aún no lo han enfocado bien, así que hoy vamos a hablar de las discusiones que se están llevando a cabo en Washington D.C. a causa del tema del incremento del techo de la deuda.

Este incremento es de las cosas más impopulares de las que se puede hablar a nivel político en Estados Unidos. Si lo trasladamos a nuestras casas, es de las cosas que más nos pueden quitar el sueño por las noches. De esas que nos hace dar un respingo cada vez que pensamos en ellas y, además, es aquello que nos hace preguntarnos, con el entrecejo levantado, "¿cómo es posible que haya llegado aquí?". Si a ustedes no les pasa, a mí sí.

La Ley Federal americana exige que el Congreso autorice al Gobierno los préstamos necesarios para conseguir el dinero que financie las leyes que el propio Congreso ha aprobado.
No se engañen y no hagan bandos aún, porque todas las leyes han de ser aprobadas On The Hill, tanto si emanan de la propia Cámara como si son redactadas en la Casa Blanca. Es más, si emanan de la Cámara, el Presidente puede vetarlas y, si tras el veto, dos tercios de Representantes y Senadores están de acuerdo en anular la decisión del Presidente, la ley finalmente se aprueba; O sea que no es tan sencillo como que el Congreso apruebe las leyes de Obama.

Ahora, ¿Qué ocurre en la discusión de este año (la segunda sobre el tema)? Tras las negociaciones de abril, que tuvieron al Estado Federal al borde de el cierre, y cierre es no pagar a los funcionarios, no pagar a los servicios dependientes del estado, no mantener los Parques Nacionales, paro, Seguridad Social, Asistencia a Mayores (Medicare)… los republicanos vieron la necesidad de elevar el techo de la deuda, pero a costa de reducir gastos. Es decir, duerme más tranquilamente, pero afloja el ritmo, pidiendo un recorte del 2 trillones de dólares… bueno, a ver, no se me pongan dramáticos, que en términos "long scale countries" es un billón de dólares (nosotros somos long-scale). La deuda está actualmente en 14,29 trillones (billones para nosotros, no olviden) como techo y sin un incremento de esa deuda no se podrá pagar lo necesario requerido por la legislación aprobada ni a los inversores en deuda americana a los que vence el plazo de tenencia.
Hay una fecha tope de aprobación, día a partir del cuál todo lo referido arriba puede empezar a ocurrir. Pues bien, esta fecha es el 2 de agosto y la dio Geithner a mediados de mayo.
Lógicamente ya hay en Washington quién avisa de la imperiosa necesidad del incremento, de lo que afectaría a la credibilidad del país no poder pagar y los hay que dicen que no es para tanto.

Las negociaciones, lideradas por el VicePresidente Biden, se frenan en junio cuando el Congreso (mayoría republicana) dice que ni de broma la reducción del gasto debe ir acompañada de incremento de ingresos, es decir; ahorro sí, recortes también, pero nada de subir los impuestos. Obama sale a escena y habla de recortes en gasto de $4 trillones que deben ir acompañados de tapar ciertas lagunas fiscales. Boehner, Speaker de la Cámara de Representantes o cabeza visible de la mayoría republicana en el Congreso (y segundo en la línea de sucesión, por cierto), se muestra favorable, pero… el ala conservadora de su partido (ya saben, Tea Party) dice que ese celo en cerrar tierra de nadie fiscal es otra forma de decir gravar sobre asuntos no gravados, o sea, subir los impuestos.

En medio de toda esta vorágine, la amenaza de impago hace que Moody's amenace, a su vez, con rebajar la calificación de la deuda americana

Total yo te doy 4 de recorte, si me permites gravar. Si no, bajemos el recorte.
Aparece el "Gang of Six", seis senadores al 50% por cada partido proponiendo los 4 trillones de recorte, pero revisando los términos del actual impuesto de la renta. Esta medida sería apoyada por otros 43 senadores (la cámara la componen 100)

Finalmente se sientan Mr. Boehner y el Presidente Obama a hablar del tema porque Cantor se levantó a principios de mes de una negociación dando la señal de que debían acabar la negociación el Presidente y el Speaker.
$3 trillones, punto de partida que no gusta a nadie. El pasado viernes Boehner se levanta de la mesa. Mr Obama quiere incrementar el techo sin hacer lo que vino en llamar "cambios esenciales" en programas de protección como el Medicare. Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, y Pelosi, anterior Speaker y líder de la minoría demócrata en el Congreso, acusan a los republicanos de querer intervenir en exceso la manera en que deberá ser tratado cualquier incremento de la deuda. Recuerden que se busca aprobación del aumento de crédito, pero por medio se ha metido legislar cómo se debe realizar en adelante.

¿Líoso? Espero que menos. Tengan en cuenta que esto no ha acabado y que, mientras se levantan y se sientan de las mesas de negociación, por detrás están consultando a los legisladores de la cámara, buscando su acuerdo para obtener una mayoría que consiga cerrar los términos y que la aprobación pase. No es fácil y menos para Cantor y Boehner que, como comentábamos ya en noviembre, tienen frentes abiertos a ambos lados de su ideología.

1 comentario:

Louella Parsons dijo...

Pues sí, es lioso pero buena entrada para aclarar un poco el asunto.
Parece que está claro que ambos partidos aprueban incrementar el techo de la deuda y el problema es cómo y a costa de qué.
No pueden permitirse no aprobar este incremento antes del 2 de agosto. Veremos cómo lo hacen y será interesante conocer cuánto ha cedido cada una de las partes, si ha habido más demagogia que contenido, si ha habido más interés electoral que interés nacional, si las decisiones serán a corto o a largo plazo, si se modifican esos "cambios esenciales" en programas de protección….
Sí, será interesante, además, según leí ayer en algún sitio, parece que en lo que sí están de acuerdo ambos partidos es en evitar el “aislacionismo” y la pérdida de influencia en el mundo que está sufriendo el país americano.