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lunes, 18 de julio de 2011

Verdades, mentiras y News of the world


"Una sociedad que de forma imprudente y obstinada se muestra negligente a una información fiable sobre los hechos está abocada a la decadencia. Por el contrario para crear y mantener una cultura avanzada necesitamos saber un gran número de verdades y hacer un uso productivo de ellas"
Harry Frankfurt

No es "Sobre la verdad" el ensayo más conocido de Frankfurt pero es que hoy lo he recordado después de leer el siguiente capítulo del culebrón de las escuchas ilegales del sensacionalista News of the World. De nuevo las tres P, políticos, periodistas y policías. De momento, comparecencias ante el Parlamento británico y dimisiones como la del jefe de Scotland Yard por recibir sobornos...y lo que te rondaré morena...

Una gran verdad la de Frankfurt. El filósofo intenta explicar en "Sobre la verdad" por qué la indiferencia a la verdad, a la que califica como una de las características principales de la palabrería, es algo tan nefasto. Nuestra sociedad soporta sin cesar grandes dosis de charlatanería, mentiras y otras formas de tergiversación y engaño sin que haya logrado, por el momento, paralizar nuestra civilización.

Su anterior -y más conocida- obra, "On Bullshit", podría servir de prolegómeno en la indagación sobre la verdad. En todo momento Frankfurt quiere evitar definir los conceptos de verdad y falsedad. Así, su argumentación se centra exclusivamente en el valor y la importancia de la verdad y no en el valor o la importancia por encontrarla.

Además, la verdad posee una gran utilidad práctica. Cualquier sociedad que procure gozar de un grado mínimo de funcionalidad debe tener claro la utilidad de la verdad. Porque los grados más elevados de civilización dependen de un respeto por la importancia de la honestidad a la hora de explicar los hechos, así como de una gran precisión a la hora de determinar qué son los hechos.

4 comentarios:

Noumenadas dijo...

El psiquiatra Robert Hare argumenta que es inútil valorar el grado de psicopatía de un o una psicópata (de 30 a 40 en los casos más graves), por su propio testimonio verbal. "Por las actuaciones se conoce al psicópata", dice Hare.

La palabra es una engañifa humana. Que se lo digan al Pravda.

La cuestión es que no se sabe cuándo deja de mentir un o una psicópata y que, como dice Dalrymple, vivimos en una sociedad de psicópatas, adocenados por lo políticamente "correto".

Tasmania dijo...

Bueno, hoy los de El País le pegan duro a ZP. Dice García Abadillo que han elegido el día: 18 de julio

Mr. Chan dijo...

A partir de una sociedad que desde hace siglos ha creído, en su mayoría, en la Santísima Trinidad se puede esperar cualquier cosa.

Durante una eternidad hemos soportado por parte de la iglesia su charlatanería, sus mentiras y sus engaños bajo la amenaza del fuego del Averno en caso de ser reticente. Lo llevamos ya tatuado en nuestro código genético.

¿Le parece que esto no nos ha preparado para subsistir como civilización ante “cualquier verdad”?

No pretendo faltar al respeto a los católico practicantes, pero esa imposición de creer sin fisuras –fe- no ha hecho mucho bien a la sociedad actual. Tampoco pretendo afirmar que el balance de su aportación sea sólo negativo.

Louella Parsons dijo...

Magnífica entrada, querida Tasmania.

La decadencia de nuestra sociedad se debe en buena parte al enorme desprecio por la verdad.

La cantidad de eufemismos para no llamar a las cosas por su nombre y la ligereza con la que los políticos mienten sin coste alguno unidos al miedo y la pereza a pensar del ciudadano, nos lleva sin remedio a la paralización de la civilización (como dice la entrada) que sin fundamentos éticos y morales no puede avanzar.