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domingo, 13 de junio de 2010

Populismo en USA

Dos acontecimientos removieron los cimientos de la escena política de Estados Unidos a principos de año. Para la estupefacción de los fieles al partido demócrata, el republicano de Massachussets, Scott Brown, fue elegido al senado arrebatando el escaño detentado por Ted Kennedy durante casi medio siglo. Brown anunciaba que se dirigía a Washington para cambiarlo, con aires de outsider populista.

Confirmando, por su parte, el impecable mensaje populista de abandonar la gobernatura de Alaska, Sarah Palin se dirigía a una convención del llamado Tea Party, celebrada en Nashville. Amenazaba Palin con una campaña de oposición a la forma de gobernar de Obama, al gasto público y la subida de impuestos.

Pero el propio Presidente Obama parecía haberse subido al carro populista en su mensaje del "Estado de la Unión". Atacó los abusos de Wall Street, insistió en los aspectos centrales de su plan de salud y prometió luchar por los derechos de la mayoría y sobre todo de los más necesitados.

Esta oleada populista no es, sin embargo, una novedad. El populismo es consustancial a la identidad y la práctica políticas de la nación fundada -paradójicamente- por una élite intelectual, inspirada en la Ilustración.

Estados Unidos es una idea forjada por un puñado de cultos terratenientes, si me permiten la expresión. Con el impacto inmigratorio, la industrialización y el abandono de la primacía de la agricultura, la praxis política adopta estrategias para captar el favor de las masas.

No hay mejor credo populista que el plasmado en la leyenda de los versos de Enma Lazarus en la Estatua de la Libertad:

Dadme vuestras masas cansadas, pobres y acurrucadas, que anhelan respirar libres

4 comentarios:

Noumenadas dijo...

Encuentro incómodas, contraproducentes y lamentables, ambas cosas, amiga Tasmania.
Tanto el populismo como el elitismo (sobre todo, si es parasitario). Y lo peor es que me muevo entre ambas, sin quedarme con ninguna. Por tanto, estoy condenado al ostracismo, en todos los sentidos y facetas.

A nivel pequeñito -no de una nación como USA- o te pones a comer pipas en la acera, mientras pasa la procesión, o llevas el estandarte. Pero si has de destacar por algo intelectual, artístico o cultural, también se impone el "elitismo populista" de la Caja de Ahorros de turno. Con que, lo mejor es ponerse a escuchar Schumann en casa (en compañía de nadie, porque eso no lo entiende nadie) y hacer cosas como escribir en este blog, por ejemplo. Que lo demás, ya vemos la ruina que trae.

Mesala Gongo dijo...

Populismo agaropecuario primero,Elitismo industrial después y zz informática ahora.

pRa cuando la educación en el sentido común,que alborote las mañas de unos y de otros.

El boca a boca y el puerta a puerta,si no convence por lo menos se agradece.

Nrq dijo...

Pero el caso de los USA es, al menos, honesto; una cultura en la que la sociedad impele a ganar, individual o colectivamente, tiene en su populismo el arma para seguir apuntando a la victoria. Ganen o no.

Pero no me hagan mucho caso; soy un vendido a su cultura

Tasmania dijo...

Yo también soy una vendida asquerosa N.

Vendida y entregada a una cultura que te pide más y mejor... que valora el esfuerzo, que se satisface del trabajo bien hecho.

Lo del populismo es consustancial ya no a USA -como aseguré en mi entrada- sino a la política del XXI