Estrategia, manipulación, persuasión y propaganda. Cuatro palabras que, como otras tantas, han sido contaminadas en su origen y que crean ciertas tensiones dialécticas en el debate. Algunas han conseguido sobrevivir al ataque, otras se han quedado en el camino y se han visto obligadas a asumir nuevos significados.
He de confesarles que lo acontecido ayer mismo en aguas protegidas por Israel subyace en el fondo de este humilde texto. Pero no pretendo analizar, ni juzgar ni por tanto -modesta yo- trasladarles mi opinión sobre el asunto. SG lo hará mucho mejor, sin duda, y creará la tensión necesaria para que cientos de comentarios se abalancen en justicia hacia el debate.
Pero sí estimo que Israel tiene objetivos de comunicación diferentes a los que acostumbramos los occidentales. Tal vez por eso muchos no se enteran de nada. Su público es el que es. No somos nosotros por imprescindibles que nos sintamos. Bien es cierto que sería recomendable una estrategia de comunicación israelí diseñada "ad hoc" para occidente pero... supongo que tienen cosas más urgentes a las que dedicarse como protegerse o defenderse y dirigir sus mensajes a su target.
La patrulla de la paz o la caravana de la paz, no recuerdo bien, pero así era como se autodenominaba la flotilla que provocaba a Israel ayer mismo, tratando de ¿esquivar? su férreo control sobre sus aguas. Activistas humanitarios, cooperantes de la paz, comida para Gaza... ¿han escuchado esta mañana esas etiquetas?, en la radio, en la opinión publicada, en las teles... También habrán escuchado otras como excesos, sobreactuación, guerra...
Sabemos perfectamente a quién corresponde cada una de esas etiquetas.
Si la persuasión es un rasgo esencial e indispensable de la democracia, es porque es la única manera de buscar el apoyo para una opción política o para una posición estratégica sin hacer uso de la fuerza. Si un ciudadano elige actuar siguiendo las recomendaciones de los mensajes persuasivos, es porque los acepta individualmente o internaliza la posición defendida. Es decir, los elige, es libre para elegirlos.
Pero este elemento, la libertad inherente a la persuasión, establece la enorme diferencia -aunque a menudo borrosa- entre estrategia y manipulación. Si la estrategia es un plan calculado de acción y uso de técnicas de comunicación coherentes a ese plan... éste puede ser manipulador o no.
La manipulación es un concepto que se usa con demasiada frecuncia de forma ambigua y equívoca, porque en el sentido estricto manipular significa robar a las personas su libertad de elección. Y así lo interpreto.
Distinguir entre manipulación y estrategia nos ayuda a diferenciar también entre persuasión y propaganda palabaras utilizadas a menudo como sinónimos. Propaganda es lo que se supone que se debe propagar, contar.... persuasión es, a mi juicio, el esfuerzo realizado para lograr influencia social en coincidencia con los valores generales de la sociedad o de un grupo social determinado.
Pero el término propaganda ha sido reventado desde su misma esencia. La propaganda -hoy- alimenta, desarrolla y extiende un sistema de afirmaciones falsas, mentiras dirigidas a la transformación completa de las mentes, los juicios y los valores, construyendo, así, un marco de referencia para la falsificación sistemática.
Y ahora.
Quién hace propaganda con su provocación. Quién manipula con sus lindas palabras. Quién es el público de quién. Para cuándo una estrategia de comunicación persuasiva que diga las verdades del barquero, que entienda que somos mayorcitos para enjuiciar nuestro entorno y que no ataque frontalmente a nuestra libertad para pensar, analizar y decidir.
martes, 1 de junio de 2010
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4 comentarios:
Con el tema de la manipulación y la propaganda nos situamos nuevamente en el 11-M y días posteriores.
Otra vez los mismos -mi querida Tasmania- aprovechan las alcachofas, bocinas y papeles ahuesados de la multinacional socialista, para atacar sin pudor alguno los mismos cimientos de Occidente, en flagrante felonía de lesa humanidad.
Totalmente de acuerdo en que Israel debiera establecer mejores y más sinceros nexos de amistad y comprensión con el mundo Occidental, a excepción de EE.UU. No seré yo -tan susceptible con el judaísmo, por motivos que no vienen al caso, pero que descansan en lo más hondo de mis afectos sentimentales interferidos por erráticas motivaciones pseudorreligiosas- quien se trague la rueda de molino de los objetivos a largo plazo que legítimamente persiga Israel.
Pero no es menos cierto que Zapatero, su Alianza de In-civilizaciones y toda esa izquierda casposa y atrabiliaria alineada con Fidel Castro, Corea del Norte e Irán también deben dar muchas explicaciones de por qué se obstinan permanentemente en cambiar el centro de gravedad de nuestro "modo de vida".
Lo que debemos analizar es la Estrategia.
La estrategia se diseña para la consecución de un objetivo.
Tiempos,datos,información y personajes,son elementos fundamentales para su diseño.
La manipulación adecuada de lo anterior es la clave para una buena propaganda.
Cine,prensa,radio,agitación-tensión,son los encargados de la difusión y calado de los mensajes que han de calar en el público recceptor,al que se hace llegar la propaganda.
A la persuasión se llega bien a base de insistencia de la propaganda que cala y convence,como la tortura de la Gota Malaya,en los más débiles e indefensos bien a través de mensajes que muevan la buena intención del receptor.
Cuando por fin compruebas que que el acusado de homicdio no estaba en el lugar del crimen,ni siquiera esta en el país,llegas a la conclusión de que te han manipulado y engañado.
Es a partir de ese momento cuando primero te persuades y después te convences de que te han engañado.
Nunca volverás a confiar en los propagandistas.
Solo un par de cosas:
- Dices que "en el sentido estricto manipular significa robar a las personas su libertad de elección”, pero eso no es cierto, al menos, etimológicamente hablando. “Manipular” proviene del latín “manipulus”, en su significado de ‘manojo’, partitivo para expresar “lo que cabe en una mano”. A partir de ahí, desarrolló su significado hasta el actual: operar con las manos en cosas o palabras. (La idea de que es posible operar con las manos en las palabras parece rara, pero no lo es: un “manipulus” de autoridades y citas abría muchas obras).
- En segundo lugar, si he seguido bien tu razonamiento, no toda estrategia es manipuladora. Habría, en tu opinión, estrategias nobles, que persuaden sin imponer, y otras manipuladoras, que privan de libertad de elección, esto es, engañan. Pero eso no tiene sentido: toda estrategia es manipulación SIEMPRE, dado que emplea (voluntaria y pretendidamente) medios para la consecución de fines.
En suma, creo que el análisis que propones no está mal, salvo porque está contaminado de antemano (otra vez aquí la mano del hablante, y no es algo infrecuente): las razones que imaginas (pero que no quieres confesar, como dices al principio) para los hipotéticos estrategas, persuasores, manipuladores, etc. lo acaban impregnando todo. Y, así, no vale.
Oh no Tara no, no puedo aceptar tu planteamiento. Mi razonamiento parte del hecho de que las palabras están contaminadas en su origen. Sin embargo, la estrategia en sí no es ni mala ni buena. Tú eres quien la adjetiva.
No es leal si es manipuladora y sí lo es si es persuasiva. Tara, recuerda que si te roba tu capacidad para decidir libremente te manipula... si te da argumentos para que tú, libremente, eligas, entonces es persuasiva.
Ciertamente el significado del término manipulación no tiene mucho que ver, hoy, con su origen etimológico pero, ya ves, habremos de aceptar -nos guste o no- la evolución del lenguaje.
Igual o parecido le ocurre con al término propaganda, como comenté en el post.
Un placer debatir contigo, Tara.
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