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martes, 6 de julio de 2010

campaña





Hoy salta la noticia en Estados Unidos de cómo los demócratas pierden donantes en Wall Street a causa de la aprobación en el Senado de la Ley de Reforma Financiera. Dicha Ley ha pasado con el apoyo en pleno de los demócratas y sin apenas apoyo republicano. La ley permite a los reguladores mayor control y conocimiento sobre los paquetes financieros, desde hipotecas a activos complejos para evitar futuras bombas como las que hemos vivivo con los Hedge Funds. Les obliga igualmente a reducir el apalancamiento y mantener más dinero como reservas, es decir; menor capacidad operativa. Por último el Gobierno podría embargar una firma financiera manteniéndola en funcionamiento hasta disipar el pánico. Francamente, es puro intervencionismo, pero es un intervencionismo que el electorado puede mirar con buenos ojos ya que el Estado está ahí para proteger que no volvamos a caer. Pero es que esto no ha sentado nada bien a las firmas de inversión ¿Se acuerdan de cuando hablábamos de los lobbies?


Ahora se da la circunstancia que el presidente Obama (me encanta lo respetusosos que son los periódicos sajones con sus políticos; Mr Obama, Mr Brown, Mr Clegg...) y, en especial, Tim Geithner, redactan y consiguen la aprobación de una ley que va dirigida a que no se vuelva a dar una circunstancia que vamos a arrastrar un tiempo aún y a tranquilizar a la población, con lo que supongo que garantizarán algún voto que otro. Así que por un lado tenemos a una Casa Blanca que ha conseguido recuperar algo la confianza de sus votantes pero, al mismo tiempo, su partido se va a ver penalizado de cara a las próximas elecciones de Noviembre (no presidenciales, un midterm) ya que los recursos financieros que iban a llegar por Wall Street ya no serán tan potentes. A nadie extraña que cualquier sector; médico, armamentístico, financiero, legal, industrial… apoya a ambos partidos con donaciones. Unas son más cuantiosas que otras, dependiendo de la afinidad, pero se consideran unas auténticas primarias en tanto en cuanto a mayor apoyo, mayores recursos, con lo que se obtiene más capacidad de penetración y, por tanto, mayor potencialidad a nivel de conseguir votos. Podría parecer que no tener el apoyo del estamento financiero puede procurar mayor número de votos del segmento poblacional más a la izquierda, pero creánme que, guiado por la enumeración anterior, menores recursos, menor penetración, menos votos.
A la población hay que motivarla a votar. Los que vienen motivados ya saben a quién van a votar y estos no se van a decantar en función un anuncio o no, pero hemos visto en la últimas presidenciales americanas es que una campaña mediática potente es fundamental para ganar votos y hacer que la gente se mueva. Si lo reducimos a un punto de materialismo muy radical podríamos afirmar que es una campaña publicitaria en pois de un candidato, no de una idea, y eso es algo que los asesores demócratas han sabido explotar como nadie. Ahora ¿habrá en algún momento un candidato Apple? Me refiero a que si en algún momento veremos a un candidato que sólo con su presencia, sin excesiva publicidad, tan sólo con ruedas de prensa, presentaciones, conferencias o mítines podrá generar tanta pasión como un Obama. Creo que no. Y creo que no porque una de las reglas que rigen el compromiso, o incluso el amor, de alguien por una marca o un producto pasa por el misterio, la expectación, el hacerse deseado a causa de una presencia breve y los políticos tienen cierta necesidad de hacerse presentes en los medios… ¿O no? La presencia de un político se viene gestionando primero por la saturación y luego, cuando consigue el cargo, a través de un distanciamiento en el cual se lanzan a la arena sus segundos, pero él se moja poco y habla siempre desde cátedra. En España no lo vemos porque las noticias sólo hablan de USA o UK cuando salen Obama o Cameron al estrado, pero fíjense aquí con Zapatero. El día a día lo mueven Blanco, Pajín y la VP Primera cuando la ola viene propicia, y dejan a Zapatero para los grandes eventos, visitas institucionales… o si no, ¿por qué iba a hablar de la ley del aborto o de Rajoy tras una conferencia con el rey de Siria?

12 comentarios:

Tasmania dijo...

Un candidato Apple... es genial N!

En efecto, la importancia de las elecciones y de lo que, oportunamente, se ha denominado "la campaña permanente" deben ser enfatizada.

Si las elecciones constituyen uno de los fundamentos de la democracia, los ciudadanos deben tener capacidad real para premiar o castigar a sus gobernantes.

Pero si estos últimos disponen de mayor información que los votantes, el control de los políticos mediante las elecciones se hará difícil.

Creo, humildemente, que esto fue lo que ocurrió en las Generales de 2008

Louella Parsons dijo...

Interesante post, don NRQ.

Siempre me ha parecido muy complicado hacer una campaña electoral porque aunque en la teoría se sabe más o menos lo que hay que hacer, en la práctica siempre se está expuesto a cometer errores decisivos porque es muy difícil controlar todos los grupos sociales con derecho a voto y cada una de sus necesidades y si decides dirigirte al grupo equivocado, o si decides complicarte buscando slogans que nunca llegan o vender un programa que nadie entiende…..no lograrás tus objetivos.

También hay acontecimientos imponderables (tragedias naturales, atentados terroristas….) imposibles de predecir pero, como hemos comprobado tras el 11-S y el 11-M, en el primer caso, el shock emocional unió al país en torno a su líder y en el segundo, la mala gestión del gobierno y las malas prácticas de la oposición ayudada por los medios afines le hizo perder las elecciones, además de otros muchos factores como, por ejemplo y en mi opinión, una deuda pendiente y larvada que tenía la sociedad con Aznar por la guerra de Irak.
(Como me dijo un amigo cuando leíamos la prensa de Prisa los días después del atentado: Dame un titular y yo pongo una guerra)

Así que, para evitar todos estos factores inabordables, algunos partidos deciden centrarse en su líder y vender su imagen y no la idea, como bien nos ha explicado NRQ en el caso de los demócratas.

Creo que las ideas no movilizan en absoluto. Hay que crear un líder y que movilice su actitud, siempre activa, que te sepa trasmitir que formas parte de un proyecto, que te haga sentir que estás/estamos haciendo algo importante, que te genere expectativas….somos gregarios y nos gusta formar parte de un grupo y seguir a un líder.

Y aunque los equipos de comunicación del gobierno se encargan de cuidar al líder, de evitar su desgaste, ”…..a través de un distanciamiento en el cual se lanzan a la arena sus segundos….”, utilizando las palabras de NRQ, siempre se corre el riesgo de dotar al líder de un excesivo peso dentro del partido que termina personalizándolo demasiado, es decir, el partido es el líder, y al final, cuando caiga el líder, el partido queda descabezado y abocado irremediablemente a una catarsis.

Louella Parsons dijo...

Cuando me he referido a la deuda de la sociedad con Aznar por la guerra de Irak, he utilizado la palabra larvada porque estoy segura de que el PP habría ganado las elecciones, a pesar de la guerra, si no llega a ocurrir el atentado del 11-M.

Louella Parsons dijo...

Pero si estos últimos disponen de mayor información que los votantes, el control de los políticos mediante las elecciones se hará difícil.

Querida TASMANIA, eso es lo que ocurrió en México con el PRI. 70 años ganando elecciones a base de atemorizar a los pobres e ignorantes campesinos con mensajes tipo "os van a quitar las tierras si llegan otros".

La dictadura perfecta.

Artanis dijo...

"...hemos visto en la últimas presidenciales americanas [...] que una campaña mediática potente es fundamental..."

No lo dude. Al caso, le recomiendo que vea el documental "By The People", en el que se narra la llegada de Obama al poder, desde que decidió dar el primer paso y presentarse como candidato dentro del Partido Demócrata. Este documental se entregó en España hace unos meses con El Mundo y puede encontrarse con facilidad.

Dirigido por unos jóvenes (blancos), motivados por el dolor de la pérdida de un hermano en el 11-S, y que buscan nuevas esperanzas, el producto -eso es- se muestra como un despropósito desideológizado. Reto a que se encuentre una sola idea acerca de Economía, relaciones internacionales, política de guerra (en un país en tal estado)...

Todo pivota alrededor del mérito de que -por primera vez- un negro* puede llegar a la Casa Blanca... y aunque hay algún emotivo instante acerca de los problemas raciales, todo se vuelve anecdotario. Coronar un 8.000, sí. Pero anecdotario, al fin y al cabo, cuando se trata del destino de uno de los países clave en la civilización occidental.

* Como alguien -no recuerdo quién, lo lamento- dijo, tiene gracia que unas gotas de sangre negra le conviertan en "afroamericano"... al revés, no funciona.

Nrq dijo...

Desde mi punto de vista los errores garrafales que se puedan cometer en una campaña electoral quedan presos del anecdotario, realmente no son tan graves. Durante esas semanas previas a unas elecciones se deben atender tres puntos principalmente, más una serie de puntos adicionales derivados de los primeros o, en toda regla, secundarios. Como principales están la esperanza, el rival y la amenaza. Y distingo entre rival y la amenaza porque hay que distinguir entre el mensaje de "que gobierne ése" y el de "que no gobierne yo". La esperanza soy yo como candidato, así que aúna en positivo lo que en los otros dos negativos vemos por separado.
Obama (Axelrod, Plouffe, McCaskill, Gibbs...) explotó la esperanza y pudo porque Bush ya no se podía presentar, con lo que la amenaza y el rival quedaban diluídos en la figura de McCain y de un elemento totalmente anecdótico como podía ser Palin y su hija embarazada. Obama vio claro que palabras cortas y plenas de significado como "Hope" y "Change" eran los vectores de su estrategia y es que no necesitaba nada más. Cualquier otra estrategia hubiera ido a no ganar tantos votos, pero no a perder las elecciones. En las españolas, en cambio, los otros dos ejes eran predominantes, principalmente porque una reelección tiene poco de sorpresa y mucho de temor; "es mejor quedarse conmigo" o el castizo "más vale malo conocido..."

Louella Parsons dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Louella Parsons dijo...

No hay que olvidar que Obama ganó su abrumadora popularidad porque tenía la mayoría de los medios de comunicación a su favor y porque (y esto sería más complejo de analizar) imprimió una serie de complejos de culpabilidad a una parte de la sociedad (racismo, pacifismo…) y consiguió que el comportamiento de esa parte de la sociedad interiorizara la dictadura de la “corrección política”.

Nadie duda de que Obama es un gran orador pero yo pienso que ahí termina todo su bagaje político. No tiene potencial de estadista y por eso es un producto de marketing perfecto que refleja la toma del poder en el partido demócrata del sector más radical, de los políticos más izquierdistas,- todo disfrazado de buenismo y concienciación social-,….. y, por si fuera poco, del establishment de Hollywood.

Yo hubiera preferido sin duda a Clinton. Y por eso pienso que si Obama le ganó, demuestra no sólo hasta qué punto una buena campaña de marketing es más importante que el valor de un político en si mismo sino que, en mi opinión, el partido demócrata desbarró.

(Y, por cierto, ya que se menciona a Palin, me gustaría recordar que durante aquella campaña electoral, los medios de comunicación la sometieron a un linchamiento público infame y, según leí en algún sitio, sin precedentes en la historia americana.)

Nrq dijo...

Bueno... Obama y Clinton, ambos, eran senadores en el momento de presentarse como candidatos y el siguiente cargo que asumieron es el actual (Hillary con 4 años más de experiencia en el Senado, de acuerdo). La única diferencia es que Obama no había conocido la Casa Blanca con anterioridad aunque fue Senador en la Cámara de Illinois durante 7 años, momento en el que decidió presentarse a Senador en DC. No creo que no tenga experiencia política, es más, tiene bastante. Creo que conocía perfectamente los procesos de la política americana y creo que tiene unos asesores muy, muy buenos. Cogiendo el capote que lanza Artanis creo que es oportuno nombrar a Warren Harding, un tío con todo el fachón, elegido impulsivamente por su buena apariencia que le sobrevivió incluso tras su muerte por dos factores; el primero la fama... que fue rápidamente destruida por los hechos tras el llanto de una nación. El segundo su tumba en Marion, de tan buena apariencia como el propio Presidente Harding. Jackson fue incluso censurado, el único presidente en serlo, y aún así guarda su fama en un muy alto pedestal.
Total, no basta con ser un hecho mediático o un producto, no al menos en política seria dónde las grandes corporaciones se juegan miles de millones de dólares y dónde tu palabra con Israel abre el telediario de cualquier país.
De hecho Kennedy fue un buen presidente y estuvo sólo tres años. Senador solvente con el que se estrenó una nueva marca en el marketing político, al igual que con Obama se ha estrenado una más.

La pregunta está, desde mi opinión y de ahí lo del candidato Apple, en ¿basta con tener un aura de buen político para triunfar sin mucho esfuerzo mediático?

Tasmania dijo...

Basta N, basta. Siempre y cuando ese candidato apple sintonice con lo que la mayoría desea, identifica... con lo que la mayoría sueña.

Y cuando hablo de sueños no hablo sólo de hope and change, de sangre sudor y lágrimas o de libertad, también hablo del aquí y ahora, de dinero, de tranquilidad, de previsibilidad...


Apple enamora sin grandes anuncios, un candidato puede, perfectamente ser un apple si en su mirada se refleja la gente.

Unknown dijo...

Encuentro este concepto de 'candidato apple' ciertamente equívoco.

Tal y como lo describen, hace referencia al valor de la imagen en sí misma, a la apariencia, como si fuera ello suficiente para ganar unas elecciones (en el caso que nos ocupa). De hecho, a veces lo es.

Pero es que resulta que detrás de una imagen tremendamente atractiva, como tienen todos los productos apple, hay un producto de una extraordinaria calidad. Bien pensado. Sencillo de manejar. Técnicamente válido.

Y esto no pasa con todos los candidatos. Mucho menos con aquellos que son, tan sólo, un producto de marketing. Los ejemplos se los dejo elegir a ustedes como pasatiempo del fin de semana (si el santo fútbol lo permite).

Tasmania dijo...

No no Patricia... cuando alabo el talento recogido en la idea "candidato apple" lo que estoy admirando precisamente es una marca, muy reconocida -tal vez algo minoritaria- pero llena de talento.

Un talento reconocido por todos, sin grandes apoyos publicitarios ni extraordinarias campañas de márketing.