Buscar en este blog

miércoles, 7 de julio de 2010

KeNnedy

J.F. Kennedy nos hizo saber, bueno, a mí al menos, que nada de lo que ocurriera en el mundo me era ajeno. En realidad lo supe mucho después de su muerte, cuando leí sus discursos, su biografía o estudios sobre su oratoria.

El discurso inaugural de Kennedy -apenas tres fólios leídos, bien declamados, extraordinariamente comunicados- duró trece minutos. Tres fólios-trece minutos. Ya nos dice algo ¿verdad? De las siete citas de su discurso grabadas en Arlington, como epitafio, hay dos en particular que a todos aquellos que admiramos a Kennedy, nos queman cuando las recordamos. Permítanme:

"...ask not what your country will do for you; ask what you can do for your country..."
(Preguntad no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país)

Ask not...don't ask. El lenguaje de la Reina permite golpes sonoros increíbles, como la fórmula ask not elegida por Kennedy frente al habitual don't ask.

"Let every nation know, whether it wishes us well or ill, that we shall pay any price, bear and burden, meet any hardship, support any friend, oppose any foe to assure the survival and the success of liberty"
(Que sepa toda nación, nos quiera bien o mal, que pagaremos cualquier precio, sobrellevaremos cualquier carga, sufriremos cualquier penalidad, apoyaremos a cualquier amigo y nos opondremos a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el triunfo de la libertad)

Percántense de que J.F.K. sitúa a los destinatarios del mensaje por delante. Así, Kennedy consigue dirigirse directamente no sólo a sus conciudadanos estadounidenses, sino al mundo entero.

La fuerza, la carga ideológica de las frases que hoy les traigo, es tan evidente, tan vibrante, tan significada que, qué les voy a decir. Sin comentarios.

PD: por cierto, siempre que releo o recuerdo esta frase no puedo evitar recordar, también, un LP de los Rolling Stones, poco conocido, que se titulaba "Beast of Burden" pero no me pregunten por qué.

7 comentarios:

Nrq dijo...

Creo que JFK fue un gran presidente que trató con cautela y decisión la crisis de los misiles cubanos, pero metió la pata en dejar a un grupo de aficionados lo de bahía cochinos. Dado que en la vida se fracasa tanto como se triunfa... mantiene la media. En serio, creo que fue un muy buen presidente, pero su muerte ha ocultado a un político brillante. Soy un firme convencido de que un buen discurso no puede ser emitido por un farsante. Puede que sea un romántico, pero me gusta cuando alguien que conoce un tema te lo cuenta como si fuera la cosa más simple del mundo. Estas cosas las saben, o sabían, hacer muy bien Feynman, Becker, Gladwell o, en nuestro país, tantos y tantos buenos profesores que yo haya podido tener a los que admiro mucho por tantos malos profesores que he tenido. Se nota la interiorización.

Artanis dijo...

Como sé que vds. -fundadores y lectores de este blog, nacido a la estela de la nao Argos- no son amantes de lo políticamente correcto, no me perderé la oportunidad de decir que yo no admiro -o al menos no admiro tanto- a JFK.

Cierto que lanzó una serie de mensajes nobles y -más que nada- bien empaquetados. También algunas buenas acciones, como apoyar el fin de la segregación * o lanzar la carrera espacial. Algunos errores ya los ha citado D. NRQ, tales como la cobardía de Bahía de Cochinos. Pero, permítanme decir esto... en nuestro país, hoy, estamos sintiendo el daño que puede causar alguien que envuelve en cursilerías sus mensajes viciados; en los USA, con Obama, también (independientemente de que un cambio en el ciclo republicano-demócrata fuera conveniente).

¡No se me alteren! No pretendo poner a un mismo nivel intelectual al líder del pensmiento pobre y a JFK u Obama... si bien, no olvidemos que todos firman el BOE (o cómo se llame allí).

De JFK sabemos hoy que compró sus elecciones. Mejor dicho, se las compró su papá, el viejo contrabandista Joe. Le ayudaron -entre otros, el gran hombre cuyo avatar llevo, sirviendo de enlace entre el católico millonario y los que saben qué ocurrió con los restos mosrtales de Jimmy Hoffa.

Las aficiones carnales del asesinado presidente, no son materia criticable. No quisiera ser hipócrita; si bien estoy dispuesto a entender que pudieran llegar a un punto de contradicción con la imagen de happy familiy que pretendía vender (vender... esa espléndida serie "Mad Men" que conjuga la época kennedyana y el mundo perverso de la publicidad...)


JFK sigue siendo -con la inestimable ayuda del stablishment demócrata (ahí está su heredero Clinton) y de Hollywood (el otro palo que´tocaron Sinatra y su clan) un icono intocable. Sólo algunos individuos de pulsiones autodestructivas -hoy, al parecer, domeñadas- como James Ellroy, de atreven a dar su imagen de fanfarrón niño de papá, follador impenitente pero -¡ay!- eyaculador precoz de "toma fama y échate a dormir".

¿Tendría hoy este halo de santo si no hubiera muerto de tan enigmático modo? Futurible...

* Anécdota acerca de Kennedy y la segregación. En una soirèe en la Casa Blanca, numerosos invitados pululaban por los jardines; entre ellos, Sammy Davis Jr. y su segunda esposa, la actriz sueca May Britt, quienes fueron discretamente amonestados... la segregación, hasta cierto punto, y si no era en los jardines de la Casa Blanca y con ánimo exhibicionista mejor. Lo sé, estoy elevando una anécdota a categoría...

Artanis dijo...

Disculpen otro añadido...

El tan mencionado primer gran debate televisivo Kennedy-Nixon, en el que el primero ganó, por imagen.

Limpio e impoluto, mientras Nixon sudaba; atractivo y viril, frente a un futuro Tricky Dick, más bien poco agradable de ver...

La televisión, la publicidad, el marketing... por fin en acción, a plenos motores, en campaña...

Para futurible, éste... ¿y si hubiera ganado Nixon? ¿Y si su ansia de poder se hubiera colmado -o limitado en mandatos- antes de la (para él) terrible década de los 70... ¿Imaginamos hoy la política americana sin Watergate? ¿Quién sabe? Puede que si Nixon hubiera ganado, hoy Pedro J. Ramírez no llevase tirantes...

Nrq dijo...

Mr Artanis, me siento preocupado por que me perciba como políticamente correcto. Le debo un post para mostrar lo contrario.

Desde luego mejor imagen que Nixon sí que tenía, más aplomo y más empaque (¿habría Nixon optado a Marylin Monroe?)y discrepo, en porcentajes, de si papá Joe compró las elecciones. Lo que sí considero crítico, como siempre en cualquier candidato de Nueva Inglaterra, es triunfar sin un tejano o californiano detrás y ahí estaba Lyndon B.

Artanis dijo...

Mi más que estimado D. NRQ... arranco mi comentario de ayer diciendo que "Como sé que vds. -fundadores y lectores de este blog, nacido a la estela de la nao Argos- no son amantes de lo políticamente correcto..."

Y en ello, por supuesto, le incluyo -además- como uno de los miembros más felizmente activos.

Por sentir simpatía hacia el primer marido de Jackie O., jamás le calificaría a vd. de corrección política.

Un saludo a los que hacen este blog.

Nrq dijo...

perdón por la confución Mr Artanis. perdón... y mil gracias por su reconocimiento. No obstante le debo una entrada políticamente incorrecta

Tasmania dijo...

Menudo rollito se traen ustedes merced a JFK.

Durante los mil días del Presidente éste se empeñó en conseguir la integración de las afroetnias en las universidades de los estados del Sur y previno a los racistas de que estaba dispuesto a enviar tropas federales para hacer cumplir las leyes de igualdad de los derechos civiles.

Fue por iniciativa suya que el Congreso Federal aprobó normas contra la segregación racial en los servicios públicos y para dotar al Departamento de Justicia de la autoridad suficiente para que se pudiera concretar la integración racial en las escuelas.

No dudo de la amonestación sufrida por la pareja en la Casa Blanca de la que nos habla Artanis.. pero tal vez no fuera cuestión de color sino de tono (tono subido -quiero decir- en ese "pulular" por los jardines)

En mi opinión, aún a pesar de no ser la fan number 1 de Kennedy, la Ley de Derechos Civiles que se promulgó en 1964, un año después de su muerte, en la medida en que recoge todas sus propuestas, se ha convertido en una especie de homenaje a su pensamiento y acción en este ámbito político.